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   | La ciudad de Punta del Este es el lugar de veraneo  preferido de la comunidad judía argentina de mayor poder adquisitivo. Quienes  vacacionan allí, la adoptan como destino fijo para disfrutar del tiempo de  descanso cada temporada  ¿Qué hizo que la  ciudad balnearia uruguaya se convirtiera en un punto turístico judío por excelencia?  Los inicios de la  explotación turística de Punta del Este han tenido una fuerte impronta de la  comunidad judía argentina, de la mano de Mauricio  Litman, un ilustre comerciante. En  la década del 40’, él y su esposa,  Blanca Mazer, fueron invitados a una cena en la ciudad. 
 Mauricio y Blanca quedaron inmediatamente enamorados del lugar y decidieron invertir en el turismo local. Los Litman invirtieron  en la construcción, contribuyendo a la urbanización de barrio que hoy se conoce  como Cantergril. Allí construyeron  bungalows y un visionario y exclusivo country club. 
 A su vez, Mauricio Litman fue el impulsor del Festival de Cine de la ciudad, hoy un  prestigioso evento cultural, y del concurso de belleza para la elección de la Reina de Punta del Este. En la década del 60’ comenzó a fortalecerse el advenimiento de turistas judíos  en la ciudad.
 Actualmente, la ciudad  cuenta con cuatro sinagogas. El Templo  Rafael, la Sinagoga Beit Iaacov y el templo perteneciente a Jabad  Lubavitch, Adjut Israel, son los más visitados por los argentinos. 
 La Comunidad Israelita de Maldonado (departamento al  que pertenece Punta del Este) fue fundada en  2003 por la población judía local,  conformada por alrededor de 80 familias. 
 En 1994, en la Rambla Wilson,  frente al campo de golf, se inauguró el  Memorial de las Víctimas del Holocausto, una enorme construcción de gran  fuerza simbólica. Este monumento es un muro  de 10 metros de largo, apoyado en forma inclinada y con trozos de piedra rota, simbolizando que, pese a las rupturas, el muro (la fortaleza del pueblo judío)  se mantiene en pie y mirando hacia la esperanza. 
 Desde la costa, la vista hace recordar al Kotel y se  invita a descender desde este lugar por un camino inclinado, para generar la sensación de caída y de  inseguridad. Luego del “Puente de la  Duda”, se llega al “Valle de la  Meditación”, una explanada con un pavimento irregular, con la textura de la  piedra del muro, en donde se genera un clima de calma que invita a la  reflexión. 
 La vida cultural judía en la  ciudad es cada vez más prolífica y fue también impulsada de la mano de los  argentinos, incluso con actividades  apoyadas por la AMIA, como el Festival  de Cine Judío (Punta del Este Jewish Film Festival), realizado desde 2004 en el hotel Conrad.                              En los últimos años, varios  cantantes israelíes de proyección internacional se presentaron en Punta, como  el renombrado jazán y músico Dudu Fisher y la cantante pop Rita, quien  ofreció conciertos ya en dos temporadas consecutivas. 
 Además de ser una ciudad que cuenta con una oferta turística imperdible,  por su hotelería y gastronomía de primer nivel, sus hermosas playas y su  intensa vida cultural, para la comunidad judía, Punta del Este cuenta con este  atractivo extra. No sólo encontraremos siempre un shil abierto, o comida kasher si somos observantes, sino  también, seguramente…  ¡nos encontremos con más de una persona  conocida veraneando en el mismo lugar, si la comunidad es un pañuelo! |