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 De acuerdo a lo informado por la agencia Reuters "las ventas de aceite de soja a Irán casi se sextuplicaron el año pasado y es probable que sigan creciendo" luego de que el sector decidió enviar más mercadería a la república islámica ante la veda para exportar a China. Mientras tanto la causa por el atentado a la AMIA siguen sin resolverse e Irán enfrenta distintas sanciones internacionales por su controvertido programa nuclear.

Pese al reclamo del gobierno argentino para que Irán colabore con el esclarecimiento del atentado a la AMIA, las relaciones comerciales entre ambos países se mantienen activas y se acrecientan día a día.
De acuerdo a lo informado por la agencia Reuters "las ventas de aceite de soja a Irán casi se sextuplicaron el año pasado y es probable que sigan creciendo" luego de que el sector decidió enviar más mercadería a la república islámica ante la veda para exportar a China.
En tanto, la causa por el atentado a la AMIA siguen sin resolverse e Irán enfrenta distintas sanciones internacionales por su controvertido programa nuclear.
La relación entre la Argentina e Irán se redujo a nivel de encargado de negocios desde que la justicia argentina acusó a funcionarios iraníes de participar en el ataque a la AMIA, ocurrido en 1994 con un saldo de 85 muertos y cuentos de heridos.
"(Irán) es un buen mercado, pero es inestable, porque de tanto en tanto estalla un conflicto político por lo de la AMIA y deja de comprar", dijo a Reuters un operador del mercado local de granos con conocimiento de las exportaciones a Irán.
Pese a la prospera relación comercial, la Argentina reitera desde hace años su reclamo ante la ONU para que Irán colabore con la justicia y facilite la declaración de los ciudadanos involucrados en el ataque terrorista entre los que se encuentra el actual ministro de Defensa, Ahmad Vahidi.
Irán no solo rechaza las acusaciones y se resiste a los pedidos de extradición sino que además se burla de la Justicia argentina.
Lo curioso es que los productores argentinos también parecen olvidar que la república islámica enfrenta importantes sanciones de Naciones Unidas, Estados Unidos y la Unión Europea por el desarrollo de un plan nuclear, que se sospecha persigue fines armamentistas.
"Argentina es uno de los pocos países que le está vendiendo a Irán porque muchos países mantienen prácticamente una especie de embargo", dijo a Reuters un analista de comercio internacional que pidió mantenerse en el anonimato.
Otro dato que llama la atención es que el precio del aceite vendido a Irán es menor que a China.
Argentina exportó 1,926 millones de toneladas de aceite de soja a China en el 2009, mientras que en el 2010 envió apenas 224.029 toneladas a ese destino, menos de la mitad de las ventas a Irán en ese mismo período.
Las ventas de aceite de soja argentino a la república islámica se dispararon un 475 por ciento interanual el año pasado a 460.412 toneladas, convirtiéndose el mercado persa en el segundo destino del producto argentino, según datos oficiales.
GB