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La Argentina recordó a las víctimas de Shoá con un acto oficial por el Día Internacional de Conmemoración de Holocausto,  al que asistieron el canciller Héctor Timerman y los ministros de los ministros de Justicia, Julio Alak, de Educación, Alberto Sileoni, y de Defensa, Arturo Puricelli.
Durante el homenaje que se realizó ayer en el Salón Leopoldo Marechal del Palacio Sarmiento, el ministro Alak advirtió que “negar el Holocausto aumenta el riesgo que se repita” y resaltó el compromiso del Gobierno en la necesidad de garantizar “la memoria, la verdad y la Justicia”.
 “La rememoración del Holocausto se encuentra vinculada a la necesidad de garantizar la memoria, la verdad y la justicia en casos que involucran violaciones a los Derechos Humanos”, enfatizó el titular de la cartera de Justicia.
Asimismo, Alak subrayó que “desde 2003 contamos con una política de Estado que apunta a prevenir y erradicar la discriminación y la intolerancia”
Por su parte, el ministro Sileoni destacó la importancia de la educación para evitar que se repitan genocidios como el llevado adelante por los nazis en la Segunda Guerra Mundial y resaltó que “en el aula debe haber un lugar destacado para la memoria”.
Sileoni sostuvo que “para los educadores el tema del Holocausto es de extraordinaria importancia que tiene que estar presente en las aulas. Por supuesto, no comparamos las circunstancias pero siempre enlazamos el pasado con el presente y en el aula debe haber un lugar destacado para la memoria que sea hija de la vida, no del resentimiento”.
Asimismo, el funcionario cargó contra aquellos personajes que niegan o minimizan el alcance de la Shoá.
“La negación del Holocausto es casi grotesco, pero hay que estar atentos porque es una cosa grotesca y tan burda que sí es sostenida por muchos es peligroso, y en eso no debe haber silencio pedagógico”, dijo Sileoni en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
El ministro afirmó que “no debe haber el mínimo gesto de permiso para cualquier acto de discriminación o de abuso de poder, ni siquiera tolerarlo en clave de broma o liviandad”.
En tanto, el secretario de Culto, embajador Guillermo Oliveri, afirmó que le genera “un profundo dolor y rechazo” aquellos que aún hoy niegan o ponen en duda la existencia del Holocausto, que dejó un saldo de seis millones de judío.
También en diálogo con AJN, el diplomático advirtió que negar el Holocausto judío es como “entrar en un terreno que no admite ningún tipo de discurso”.
Otra de las personalidades que participó en el acto oficial fue el presidente de la DAIA, Aldo Donzis, quien en su discurso afirmó que “la Shoá fue la culminación siniestra de siglos de antisemitismo”.
“Rechazamos con toda firmeza, así lo hemos señalado públicamente y lo haremos en cada caso que se produzca, la banalización del genocidio del pueblo judío que lamentablemente se ha reiterado recientemente en nuestro país. Ello es intolerable y no admite justificativo”, expresó el titular de la representación política de la comunidad judía argentina.
El dirigente comunitario subrayó que “la memoria no puede ser una contemplación pasiva, por el contrario, debe constituir una exploración rigurosa, minuciosa con un compromiso militante con la verdad, con la identidad”.
 “Debemos alertar sobre todo intento de trivializar la Shoá y de querer compararla con otras tragedias y crímenes desnaturalizando su esencia mediante el uso de ciertos términos para comparar los incomparable”, afirmó Donzis.
A partir de la resolución de las Naciones Unidas, el Gobierno Nacional por intermedio de los tres ministerios que integran el Capítulo Argentino del Grupo de Trabajo para la Cooperación Internacional en Educación, Rememoración e Investigación del Holocausto (ITF por sus siglas en inglés): de Educación, de Justicia y Derechos Humanos, y de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto; organiza desde fines de enero de 2006 un acto con motivo del “Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto”, siendo rotativamente cada ministerio el encargado de llevarlos a cabo.
La Naciones Unidas estableció que el día 27 de enero de cada año sea designado como el “Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto” mediante la resolución 60/7 de su Asamblea General del año 2005, aprobada en la 42ª sesión plenaria del 1º de noviembre de dicho año.
La fecha elegida corresponde al día en que el Ejercito Rojo ingresó, y libero, el campo de exterminio de Auschwitz – Birkenau en Polonia, “Rindiendo homenaje al valor y a la entrega demostrados por los soldados que liberaron los campos de concentración”, como establece en forma general en sus fundamentos.
Esta resolución, 60/7 está integrada por 6 artículos que no sólo establecen la fecha de recordación sino que también rechaza la negación del Holocausto, reconoce que durante el mismo fue exterminado un tercio del pueblo judío, a la vez que se dirige a los estados miembros que componen las Naciones Unidas para que elaboren programas educativos destinados a las futuras generaciones para que sepan lo que fue el Holocausto, que preserven los lugares históricos en los que funcionaron los campos de trabajo y exterminio como también condena las manifestaciones de intolerancia y discriminación por motivos religiosos y étnicos.
A partir de enero de 2005, anualmente, muchos de los países integrantes de las Naciones Unidas efectúan ese día, entre ellos la Argentina, actos conmemorativos, a la vez que la Secretaría General del organismo internacional desarrolla un amplio programa en la ciudad de Nueva York y sus inmediaciones, que incluye además del mensaje de su secretario general, exposiciones y conciertos.
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