La Voz Judía


La Voz Judía
Carta de lectores
¿Donde se perdieron los casamientos rituales de antaño…?

Por Pablo Roitberg

Muchos de los integrantes de la colectividad judía, que ya acariciamos las profundidades de la llamada “tercera edad” nos preguntamos asombrados y en silencio, en que recodo del camino de nuestro largo y diasporico peregrinar, se ha extraviado la milenaria y arraigada costumbre del casamiento ritual judío, “Jupa vekidushin”, que marco una linea de conducta ética y moral de nuestro pueblo, admirado por muchos otros, como la esencia cultural, en todos los tiempos de nuestra ya varias veces milenaria historia…!
Parece ser que el modernismo despiadado, esta logrando lo que no pudieron los “pogroms” de la vieja Rusia zarista, ni aun la masacre nazi, por todos conocida en los últimos tiempos,
Puede aceptarse que la juventud de hoy, quiera prolongar su soltería, pero resulta inquietante su nueva manera “juntarse” o “ayuntarse” de palabra “a lo curandero” sin Jupa, sin bendición y sin Ketuva. Eso esta totalmente fuera de los lineamientos de la cultura y la moral judía…!
No olvidemos que somos un pueblo sufrido como ningún otro, por eso no debemos perder la cabeza y presionar nuestra razón, con la debida ecuanimidad y cordura, de modo tal, que nuestra conducta moral no acepte desvaríos.
Un acto inolvidable es el de una “Jupa”, con las bendiciones entonadas por un “jazan” y acompañados por los acordes de la Marcha Nupcial, la rotura del vasito de cristal que realiza el novio, ya como jefe de familia, en recordación de la caída de nuestros Templos, a manos de los “bárbaros” de entonces, arrancando en ese momento con la alegría de un “Sher” (baile de la tijera) que hace el folklore de nuestro pueblo.
En los últimos cien años, de los que llevo vividos casi ochenta y cinco, he sido testigo presencial del cíclico desarrollo de nuestra colectividad en lo científico cultural, amen de haber logrado un avance espectacular en el buen y mas cómodo vivir, pero a mi humilde modo de ver, esta soslayando o al menos descuidando involuntariamente quizás, a uno de los factores mas importantes de nuestra existencia ética y moral, como es el casamiento judío, que nos acompaño desde lejos, en el tiempo.
La idiosincrasia de nuestro pueblo, nos tiene reservada algunas exigencias muy duras, pero inevitablemente impostergables, para poder continuar como tal. Hemos soportado las más duras e inhumanas masacres, pero jamás pudieron arriar nuestra bandera de Principios y de Fe…
En pocas palabras, el casamiento ritual es y será el “leit-motiv” de nuestra milenaria existencia…
Hoy lamentablemente, la imprudente y desequilibrada inserción del modernismo en la vida judía, la descontrolada inclinación a lograr el “Status” la influencia de los medios de comunicación y los espectáculos, hacen casi omiso al respeto y las buenas costumbres, pretenden haceros olvidar de donde venimos y hacia donde vamos… Culpables seremos todos, de tan desdichado proceder…
No quedan exentos de culpas, las dirigencias institucionales de todos los niveles, tanto las ejecutivas como las juveniles, por descuidar, o no invitar, o no posibilitar la integración de inmensas cantidades de jóvenes de ambos sexos, que residen en cada comunidad, que por ser de familias mas humildes, o menos conocidas, se las soslaya imposibilitando su integración a las instituciones sociales, que fueron creadas por nuestros mayores, con ese fin evitando caer en el pecado de ofensa, por humillación.
Las instituciones judías que yo conocí e integre en la ciudad de Santa Fe por mas de cuarenta años, se diferenciaron de las actuales, por hacer un esfuerzo inmenso en contener e integrar a su juventud, evitando las exclusiones. El único titulo a exhibir, era el de pertenecer a una familia judía. No puedo negar que nos costo un tremendo esfuerzo y mucho dinero, amen de descuidar nuestras propias actividades.
El descuido de la conducción actual, hacen que esa preciosa masa de jóvenes, busque gastar su reclamada diversión, en oscuros “boliches” que ya sabemos donde conducen y cuales son los resultados…
En aquellas instituciones, hacíamos festivales en especial danzantes, cinco o seis veces al año, amen de otros eventos culturales y deportivos. Integrantes de nuestra juventud, se contactaban con estudiantes judíos en las universidades, invitándolos a nuestras sedes, sin costo alguno.
En mas de una oportunidad, hemos asistido a casamientos derivados de esos encuentros “kdaat Moshe V`israel”…
Hoy en día lamentablemente, notamos la disminución de los casamientos rituales, acordes con los principios de nuestra ley mosaica, simplemente “se juntan” o se “ayuntan” sin Jupa, sin bendición y sin Ketuva…es decir “a lo curandero”, valga esta mala comparación… Entonces cabe aquí la ingenua pregunta: Que diferencia hay entre un ser humano y un animal...? Ya no se presenta en sociedad a la esposa… se presenta a la “pareja” Ese solo concepto, denigra a la sociedad humana de nuestro pueblo.
Señores dirigentes: No olvidemos que “cada judío es responsable por otro judío…” Ustedes tienen la ultima palabra…! Tan solo por ser mayor que muchos de ustedes, es que grito esa alerta…No permitan que la distracción política y la ambición económica, les equivoque el camino… De nada valdrá el arrepentimiento… En el camino del laberinto, es mas difícil hallar la salida…! La tarea es dura, pero es peor descuidar el “semillero”…
Bibraja Uleitraot!
Pablo Roitberg

 

La tribuna Judía 43

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