La Voz Judía


La Voz Judía
PURIM

La prueba de Purim
Algo que comenzó en Har Sinai llegó a su realización en la época del milagro de Purim, según Jazal. “Establecieron y recibieron” – informa Meguilat Ester sobre la festividad de Purim pero, según la Guemara en Mesejta Meguila, también informa de una idea mucho más profunda:
“Establecieron (en Purim) lo que ya habían recibido (en Har Sinai)”.
De alguna manera, a través de las acciones de los judíos en Persia en la época de Mordejai y Ester, la aceptación de Klal Israel de la Torá que había ocurrido cientos de años antes, alcanzó su máxima realización.

La voz pasiva de Purim
“El recibir – o la sumisión - es un motivo importante en Purim. Ester, por su lado, no busca activamente la posición que le impone Ajashverosh, sino que la acepta “pasivamente” (Sanhedrin 74b). El milagro de Purim también es algo forzado no como la apertura de Iam Suf o cuando se abrió la tierra para tragar a los hombres de Koraj; también es sutil, casi una demostración imperceptible del poder de Hashem, evidente de manera delicada según se van desarrollando los eventos.
Incluso la Mesejta dedicada a Purim comienza de manera pasiva: “La Meguilá es leída;” en lugar de la introducción activa tradicional, “leemos...”
Pero aparte de la vaga noción de Purim – “pasividad”, que simboliza la “aceptación” de la Torá o la “sumisión” ante Hashem – y parafraseando el famoso comentario de Rashi respecto a la Shmitta - ¿tiene que ver Purim con Har Sinai?

¿Coerción o
convicción?

La respuesta a esta pregunta está en el pasaje que se abre de una pregunta aún más fundamental: ¿Qué es lo que estaba faltando en primer lugar cuando nuestros ancestros recibieron la Torá? ¿Cómo, en otras palabras, pudo haber sido el evento seminal – en el cual la nación judía recibió la misión que justifica la Creación, y dijo “Na´aseh v´nishma” al unísono – de alguna manera incompleto?
La Guemara misma pregunta y responde esta misma pregunta, señalando el hecho que “Hashem sostuvo la montaña por encima de las cabezas de los judíos como si se tratase de un barril,” forzándolos a aceptar la Torá. El Maharal explica que “forzar” puede ser comprendido como una referencia a la naturaleza poderosa y abrumadora de la experiencia... el temeroso trueno, los rayos, la terrorifica interacción del humano con lo divino.
El sobrecogimiento puro y el trauma de Mattan Torá, según nos enseña la Guemara, es una “imperfección” de diferentes tipos de experiencias, ya que transmite al resto del mundo una “demostración” en contra de los judíos, el reclamo de que fue el carácter forzado y poderoso del evento el que causó que nuestros ancestros aceptaran a Hashem y Su Torá, y no la verdadera convicción y voluntad.

Elegir ver
Llega Purim. Los judíos eligen – sin truenos y rayos, sin las palabras poderosas e innegables de Hashem – responder a la amenaza de Haman con plegarias, ayuno y teshuva, y luego ver la mano de Hashem en los eventos que llevaron a la salvación del plan de Haman... esa fue la verdadera prueba de la aceptación de Hashem y de Su voluntad, la refutación concluyente del reclamo mundial de que nuestra aceptación de Su Torá estaba faltando de alguna manera.
Entonces fue con la aceptación de Hashem donde uno fácilmente podía haberlo “ignorado”, su elección de ver Su mano y de someterse ante Él, que los judíos de Shushan – y por consiguiente, todos los judíos – confirmaron que la aceptación judía de la Torá fue – y es – de todo corazón, sincera y pura.
“Establecieron (en Purim) lo que ya habían recibido (en Har Sinai)”

Intoxicación y revelación
Interesantemente, una de las maneras que Jazal dicen que se revela la naturaleza verdadera de una persona es “b´koso” – “en su copa” – en su comportamiento cuando sus inhibiciones se diluyen con una bebida fuerte.
En Purim, en contraste al resto del año judío, existe la mitzva de beber vino en exceso. No hace falta decir, que si este acto causa un comportamiento impropio, la bebida está prohibida y así la mitzva d´Rabbanan (esa parte de la seudat Purim) puede ser llevada a cabo sólo asumiendo que sólo la bondad esencial de un judío será revelada por esta borrachera.
De hecho, entre los verdaderos b´nei Torá que cumplen con el requerimiento “libesumi” de Purim en su sentido más estricto, lo que surge no es el enojo y la inmoralidad, que la mayoría del mundo con razón, asocia con la ebriedad, sino el “modo de teshuva” santo y desinhibido de la mente; se buscan mejilot (perdón por transgresiones, reales o imaginarias) y se expresan sentimientos profundos.
Así la revelación de nuestra verdadera naturaleza que provee la mitzva de Purim, es la reminiscencia más perfecta de la revelación de la aceptación de los judíos a Hashem, que se llevó a cabo en la época del milagro de Purim! Sin nuestras máscaras (otro motivo de Purim) mostramos a nuestro verdadero ser y, con suerte, son seres que están en consonancia con la verdadera y desinteresada Kabalat HaTorá.

Esforzarse por mirar adentro del cañon
Lo que resulta conmovedor es que incluso el lenguaje que la Guemara utiliza para describir cómo fuimos “forzados” a aceptar la Torá en Har Sinai puede aludir sutilmente a esta asombrosa mitzva de Purim y a su significado más profundo.
El hecho de “sostener la montaña por encima de sus cabezas” hubiese sido suficiente para transmitir la idea de coerción. ¿Por qué agregar las palabras “como un barril”?
En Pirkei Avot nos enseñan que no debemos “mirar el recipiente, sino el contenido.”
Una guiguit (“barril”) en la Guemara es algo que contiene un brebaje tóxico.
Gracias a Purim nuestro Creador mira, en otras palabras, no la “coerción” del barril sostenido sobre las cabezas de nuestros ancestros, sino sobre la verdad profunda revelada por el contenido de este barril – la verdad de nuestra esencia revelada por el vino de Purim.


* Rabbi Shafran es director de relaciones públicas de Agudat Israel en los Estados Unidos.

 

Nro 364 Adar II del 5765 / Marzo de 2005

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