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Jerusalém
Mientras escribo éste artículo, resulta difícil prever los resultados de la votación en la Knesset respecto al plan de Desenlace. Cuando este artículo esté en manos de mis lectores, los resultados serán ya conocidos. Según el estado actual de las cosas, la situación es muy tormentosa, a tal punto que el Sr. Simón Peres, líder de la oposición, dijo abiertamente que está preocupado por el peligro que corre la vida del primer ministro, ya que está recibiendo varias amenazas.
A lo largo de los años, en todas las diferentes situaciones, no puedo recordar una situación como la que estamos atravesando ahora. No importa desde qué punto de vista se la mire, la situación es muy mala – tanto desde el punto de vista económico, de la seguridad o los planes para el futuro. Las estadísticas sobre los atentados terroristas son alarmantes. Hay familias que no pueden proveer las necesidades básicas a sus hijos. Ni siquiera un optimista podría encontrar razones para serlo, ya que debemos enfrentar tantos problemas.
Mientras los israelíes se están debatiendo respecto al desenlace de los territorios, los árabes en Eretz Israel – al igual que en los países que nos rodean – están sentados tranquilamente, con los brazos cruzados. Están planeando y preparando maneras de luchar contra nosotros y sólo Hashem puede salvarnos.
En esta difícil situación tuve una sorpresa placentera, que me dio mucha satisfacción y me permitió respirar un poco de todos los pensamientos preocupantes que mencioné anteriormente.
Esto ocurrió cuando hace poco fui al aeropuerto para recibir a un amigo. Como el avión estaba retrasado, tuve que esperar mucho tiempo en el aeropuerto. De pronto noté que muchos jóvenes estaban bajando uno tras otro de los aviones que iban llegando. Estaba confundido por la inusual cantidad de jóvenes que descendían. Parecía ser que no eran individuos, sino que formaban parte de grupos. Tuve curiosidad de saber el motivo de su visita. Comencé a preguntar a uno de los jóvenes y él respondió que venían a estudiar en las ieshivot de Israel. Durante mucho tiempo estuve ahí parado mirando con gran asombro la cantidad de jóvenes que estaban llegando de diferentes ciudades de los Estados Unidos como Nueva York, Filadelfia, Cleveland, Boston, etc. Muchos también llegaban de Europa.
Mirando con asombro este fenómeno se me ocurrió lo que había dicho el Tanna Devei Eliahu (que mencioné recientemente) que cuando la Galut llegue a su fin, Hashem le dirá a los judíos: Hijos míos, ¿cómo pudieron esperarme durante todos estos años? Ellos responderán: Sin la Torah que nos has dado, nos hubiésemos perdido entre las naciones.
Sólo el estudio de la Torah nos permitirá existir. Es el merito del estudio de la Torah lo que nos ha mantenido y nos sigue manteniendo.
Es verdad que estamos atravesando momentos difíciles. Incluso en nuestras peores pesadillas no podríamos haber imaginado una situación así en Tierra Santa con esta vergonzosa coalición entre Sharon y Shinui que es comparable con la situación en Rusia bajo el mando de los comunistas que hicieron todo lo posible para arrancar de raíz la Torah y el Yiddishkeit. El gobierno de Sharon Shinui sigue con sus decretos en contra de los religiosos y poniendo obstáculos para el estudio de la Torah. Las ieshivot y las escuelas de Torah están sufriendo mucho por este gobierno antirreligioso. Pero este gobierno no podrá borrar el estudio de la Torah.
El estudio de la Torah es lo que mantiene al pueblo judío y es lo que nos seguirá manteniendo. D-os nos bendijo que todas las ieshivot – estén donde estén – estén llenas; todas las escuelas de Torah y Beit Iaakov están llenas.
Como he mencionado anteriormente, los judíos han podido esperar durante los largos años de Galut gracias al estudio de la Torah. Podemos ver y sentir que con la ayuda de D-os, las futuras generaciones estudiarán Torah también.
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