LA VOZ y la opinión


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Conferencia Polonia
Estuvo presente el embajador de Polonia en Argentina Slawomir Ratajski y del Sr.Ricardo Peterson, ex combatiente judío del 10ª batallón de artillería pesada y Capitán condecorado por el ejército polaco.
Durante el acto se recordó a los 200.000 soldados y civiles que cayeron bajo las hordas nazis y que terminó destruyendo Varsovia. También se aclaro que este levantamiento se produjo un año después del levantamiento del Gheto, (19 de abril de 1943)
Discursos
Fueron encabezados por el presidente honorario, Sr. José Moscovits, alma mater de Sherit Hapleità, quien, con sentidas palabras evocó la mancomunada lucha de los judíos polacos por la libertad y la dignidad humana.
Adriana Schettini, coordinadora de la institución, puntualizó la importancia de esta importante fecha.
Habla José Moscovits



“Los soldados judíos de las fuerzas armadas polacas - en ocasión del 60. aniversario del levantamiento de la ciudad de Varsovia contra la ocupación nazi”

por
José Moskovits


Quiero darles la bienvenida en especial a su Excelencia el Embajador de Polonia, Señor Slawomir Ratajski quien tan gentilmente ha aceptado la invitación, al secretario de la DAIA, el Dr. Julio Toker, y a los representantes de varias instituciones y a todos Ustedes, incluído a mi amigo, el Señor Ricardo Peterson, ex-combatiente judío del 10º Batallón de la Artillería pesada y capitán condecorado del ejército polaco.

Como todos ustedes saben, soy de Hungría, no de Polonia. Sin embargo, me siento con derecho de hablar de este tema, porque después de años de investigación lo conozco muy profundamente.
El trabajo que voy a leer, fue recopilado por mi amigo Benjamin Meirtchak, compañero en la Federación Mundial de Luchadores Judíos, Partisanos y Prisioneros de Campos, al mismo tiempo presidente de la Asociación de Veteranos de Guerra Judíos de Ejércitos Polacos y secretario general de la Federación Mundial de Judíos Oriundos de Polonia, ex-teniente-coronel del ejército polaco, que comandaba un batallón de tanques en la campaña Bautzen-Elbe. En 1994 fue condecorado con la Cruz de Oro al Mérito de la República de Polonia.

Antes de empezar quiero mencionar a algunos judíos del ejército polaco quienes después de la guerra llegaron al Rio de la Plata y vivieron y fallecieron en Argentina.
Como por ejemplo Gustaf Baran, teniente-coronel con virtuti militari del ejército polaco del gobierno en exilio en Londres. Llegó a Buenos Aires después de la guerra, en carácter de representante consular del gobierno polaco en exilio en Londres hasta que el gobierno de Argentina reconociera al gobierno de Varsovia y retomara las relaciones diplomáticas.

El otro es Arno Mises alias Leszek Moszoro. Nació en Lemberg y en 1942 fue arrestado por los alemanes y llevado a Obus-Janewski donde quedó prisionero 9 meses. Después logró huir con papeles falsos a nombre de Leszek Moszoro, llegando hasta Varsovia, donde nuevamente fue arrestado por la Gestapo y puesto en la prisión Pawiak. A principios de agosto 1944 fue liberado por patriotas polacos y tomó parte en las luchas del levantamiento de Varsovia hasta que cayó prisionero con otros compañeros. Lo llevaron al campo de prisioneros de Mossburg, a 60 km de Munich, donde le dieron el número de prisionero de guerra 10.3713. De ahí lo liberaron las tropas norteamericanas a fines de abril, principios de mayo 1945. Vivió con su familia en Córdoba donde tambien falleció.

Otro fue Juan Keselman, quien fuera, como creo, integrante del regimiento de los “Ulanes”. Es un placer poder saludar a su hijo Abraham quien se encuentra aquí entre nosotros.
Otro a quien quiero mencionar es Chil Majer Rajchman. En 1942 fue deportado al campo de concentración de Treblinka donde tomó parte en el levantamiento de los presos a fines de 1943. Casi todos fueron asesinados, pero el logró huir a Varsovia. Allí estuvo escondido en el lado ario hasta el 1º de agosto de 1944 para incorporarse a las fuerzas de resistencia donde luchó heroicamente.
Y seguramente hay muchos más que lamentablemente hoy ya no están entre nosotros.

Pero todos ellos tuvieron que dejar a su país de origen, Polonia. Por qué? La mayoría se encontraba muy sola después de la liberación. Ya no tenían familias ni hogares ni comunidades que funcionaran normalmente y que los podrían haber acogido. A todo esto ocurrió en 1946 que en Polonia se gestara el pogrom de Kielce. Por supuesto que no se puede acusar al pueblo polaco de esto, pues hubo miles de polacos quienes poniendo en riesgo su vida les salvaron la vida a miles de judíos. Pero sí tuvieron su reconocimiento por el Yad Vashem como “Justos entre las Naciones”. En esta sala se encuentran personas que también fueron salvados por polacos.
Es un hecho histórico lamentable que en todas partes del mundo siempre hay pequeños grupos que aprovechan el tohuwabohu de una época para sembrar el pánico. Estos grupos seguramente lograron su objetivo: espantar a los judíos.

Como mi esposa Halina Parys es de Radomsko, quiero contar algo sobre el Marescal Pilsudski, fundador de la nueva Polonia. Cuando al finalizar la Primera Guerra Mundial la legión de Pilsudski entró en Radomsko, iban también tres judíos que formaban parte de las fuerzas de Pilsudski: uno era el Dr. Henryk Ruzewitz, médico, quien años más tarde fuera asesinado en Treblinka. Otro era un judío religioso de nombre Factor, tambien asesinado en Treblinka. El tercero era el padre de mi señora, Shmuel Parys, tambien asesinado en Treblinka.

A 60 años, el 1 de agosto, fecha arraigada en la memoria colectiva polaca, por fin tendrá su lugar en la historia, negada durante tantos años bajo el régimen comunista: en Varsovia se inaugurará el Museo del Levantamiento de Varsovia.
El 1 de agosto 1944 iba a ser una fecha especial: el fin de la ocupación alemana de Varsovia. El ejército clandestino bajo el comando del general Tadeusz Bor-Komorowski pensaba que en dos o tres días todo terminaría. Pero la ayuda que Stalin había prometido, no llegó y la de los aliados, dada la distancia, fue insuficiente y solo simbólica. 63 días más tarde el levantamiento de Varsovia terminó en derrota: 18.000 militares y 180.000 civiles murieron en esos días. Entre ellos, miles de judíos que después de la liquidación del ghetto se encontraban escondidos en el lado “ario” de Varsovia. Ellos fueron asesinados sistemáticamente y los polacos no judíos fueron llevados a trabajo forzado a Alemania. Varsovia fue arrasada – una orden de Himmler para demostrarle al mundo lo que pasaría con aquellos que se atrevieran a levantarse contra la Alemania nazi.

De acuerdo con el censo de 1939, el año que Alemania ocupó Polonia, allí vivían 3 millones y medio de judíos – el 10% de la población. 150.000 judíos, o sea el 14% de las fuerzas movilizadas, fueron enrolados en el ejército.
Las pérdidas de soldados de origen judío en septiembre de 1939 eran muy altas. El General Norwid-Neugebauer y Henryk Szaniawski hablan de casi treinta mil bajas. Estiman que el número de prisioneros de guerra era de casi sesenta mil.
Muchos judíos se destacaron en la lucha. Lucharon y murieron en los campos de batalla defendiendo a su patria, Polonia.
Los soldados judíos junto con los polacos no-judíos apresados por los alemanes en los campos de prisioneros en Prusia Occidental, fueron liberados, con excepción de los oficiales, al principio de 1940 para que vuelvan a sus respectivos hogares. Tenían que seguir la suerte de sus compatriotas en los ghettos, y en los campos de concentración de Auschwitz, Treblinka y Majdanek.
Miles de prisioneros judíos fueron apresados en el campo de trabajo en Lublin en la calle Lipowa 7 y en los campos cercanos a la ciudad. La mayoría fue asesinada por los alemanes, los restantes murieron de hambre, de frío y por las enfermedades.
Un pequeño grupo logró escaparse de los campos y organizaron distintos grupos guerrilleros, como aquel comandado por el famoso Jechiel Grinspan. Estos grupos continuaron la lucha contra los alemanes.
Los oficiales judíos fueron apresados junto con sus colegas polacos.
Casi 20 mil soldados judíos terminaron cayendo como prisioneros en manos de los rusos. Los que antes de la guerra tenían sus hogares en los terrenos de la Polonia Oriental, ahora anexada por la Unión Soviética, fueron dejados en libertad. En poco tiempo, fueron incorporados al Ejército Rojo.
Los oficiales del Ejército Polaco, incluído aquellos de origen judío, fueron deportados a los campos de prisioneros en Kozielsk, Starobielsk y Mednoje, entre otros. En la primavera de 1940 fueron ejecutados por la NKWD en el deshonroso “Crimen de Katyn” por orden personal de Stalin, de Beria y los miembros de la Oficina Política. Entre los asesinados se encontraban cerca de 450 oficiales de origen judío del Ejército Polaco.

Los judíos en las formaciones de las Fuerzas Armadas Polacas fuera de las fronteras de Polonia

Ejército Polaco en Francia
El principal objetivo del gobierno en exilio creado en Francia, a pesar de la derrota de septiembre fué la continuación de la lucha contra los alemanes. La intención de este gobierno era presionar a los aliados durante las negociaciones luego de la victoria. Esto seria factible solamente si Polonia se comprometía a ser compañero militar activo. Por eso, el primero de enero de 1940 se firmó el acuerdo francés-polaco para crear el Ejército Polaco en Francia. Este ejército fue organizado por el General Wladyslaw Sikorski, jefe del Gobierno Polaco en el Exilio.
En Francia vivían alrededor de 400.000 emigrantes polacos, 50.000 de ellos eran judíos polacos. Muchos estudiaban en las universidades francesas.
Los judíos con entusiasmo recibieron la noticia de reclutamiento para nuevas unidades del Ejército Polaco en Francia, pero a pesar de la situación política en Europa y del inminente peligro de invasión de Alemania a Francia, las autoridades de reclutamiento polacas en Francia, trataban con antipatía a los judíos polacos.
Los judíos se presentaban voluntariamente para formar parte del ejército, pero las comisiones polacas de reclutamiento rechazaban sus pedidos.
Luego de la intervención personal del General Sikorski, el trato hacia los judíos mejoró. A pesar de esto, muchos de los que no fueron aceptados en las filas del Ejército Polaco, entraron en la Legión Extranjera Francesa y en otras brigadas internacionales.
Cuando los alemanes atacaron Francia, el Ejército Polaco contaba con alrededor de 80 mil soldados. De acuerdo a las estimaciones de Hospitiler, en el Ejército Polaco en Francia había alrededor de 14 .000 judíos, y dentro de este mismo grupo, 49 tenían rangos oficiales.
En mayo de 1940, en vísperas de la invasión alemana, las tropas polacas, inglesas y francesas, luchaban en la batalla de Narvik en Noruega. En ella murieron 150 soldados de la Brigada de Infantería de Montaña (Samodzielna Brygada Strzelcow Podhalanskich), entre ellos algunos soldados judíos. Estos fueron enterrados en el cementerio militar en Narvik.
El 15 de junio de 1940, 80.326 soldados y oficiales prestaban servicio en el Ejército Polaco en Francia y en la defensa de este país sufrieron muchas bajas. También murieron gran cantidad de soldados de origen judío. Muchos de ellos recibieron importantes condecoraciones polacas y francesas.
Luego de la caída de Francia 27.083 soldados polacos pasaron a Inglaterra por Dunquerque, entre ellos alrededor de mil judíos. La Segunda División de Tiradores de Infantería Polaca, fue detenida en Suiza. El resto de los soldados polacos, luego de la derrota, pasó a España y terminó en campos de prisioneros de guerra, como por ejemplo “Miranda”.
Parte de los judíos apresados fueron liberados por los alemanes y corrieron la suerte de sus compatriotas en la Europa ocupada por los nazis.
Los judíos polacos participaron en el movimiento polaco de resistencia en Francia. Muchos de los combatientes judíos fueron honrados con las más altas condecoraciones polacas y francesas, como Aleksander Blum, condecorado con La Cruz de la Legión de Honor, Aleksandrowicz L. condecorado con La Cruz de Guerra (murió durante la batalla), Meir D. Majerczak condecorado con La Cruz de Guerra (murió durante la batalla) y Berta Speizer, oriunda de Lodz y una de las más grandes héroes del maquis en Francia. Está enterrada en el Cementerio Israelita de La Tablada con la foto de las 6 altas condecoraciones que recibió de Francia y del gobierno polaco en exilio.


La Brigada de los Tiradores de Infantería de los Cárpatos (Samodzielna Brygada Strzelców Karpackich)

Conducida por el General Kopanski se formó en Siria y dependía de las autoridades militares de Francia. Después de la caída de Francia en 1940 la brigada cambió de mando y pasó a depender de la Jefatura Británica en el Cercano Oriente.
La brigada luchaba fuertemente en las sangrientas batallas de Africa del Norte contra el ejército alemán e italiano comandados por el Feldmarschall Rommel en Tobruk y Gazela en Cyrenajka.
En la brigada los judíos luchaban con valentía. Muchos de ellos murieron y están enterrados en los cementerios militares británicos en Tobruk y Aleksandria en Egipto.
Luego de las victorias en Africa del Norte en 1942, la brigada fue enviada a Cercano Oriente y quedó bajo el mando del General Anders, jefe del Ejército Polaco en Cercano Oriente.

El Ejército Polaco formado en la Unión Soviética - 1941 – El Ejército del General Anders
El 22 de junio de 1941 los alemanes atacaron a la Unión Soviética. Esta invasión cambió la correlación de fuerzas entre las partes involucradas en el conflicto armado. La Unión Soviética, aliada de Alemania en el pasado y compañera en la repartición de Polonia en septiembre de 1939 (de acuerdo con el pacto Ribentrop-Molotow, o sea entre Stalin y Hitler) se encontró de repente en la situación de aliado de Polonia en el grupo de la alianza. Esta nueva situación obligó al Gobierno Polaco en Exilio en Londres, comprometido con el pacto de amistad con Gran Bretaña y en estado de guerra con la Unión Soviética, a cambiar de posición. Esta situación exigía la mejora de las relaciones con la Unión Soviética.
Desde el punto de vista político la decisión de firmar el acuerdo con la Unión Soviética parecía muy peligrosa para el futuro de Polonia. Pero, el General Sikorski, jefe de gobierno, llegó a la conclusión de que esta era la única salida para permanecer en el bloque de los aliados. A la Unión Soviética también le interesaba mejorar las relaciones con el gobierno de Polonia por motivos políticos. Esta mejora de las relaciones eliminaba la sensación de colaboración con Alemania en la derrota y repartición de Polonia.
A pesar de la falta de confianza entre la Unión Soviética y el Gobierno de Polonia en Exilio, el 30 de julio de 1941, luego de la mediación de Churchill se firmó el acuerdo en Londres. En el marco de este acuerdo el gobierno soviético reconoció al Gobierno Polaco en Londres y liberó a todos los ciudadanos polacos prisioneros en los campos, (gulag) y cárceles.
Después de las negociaciones, el 14 de agosto de 1941, se firmó el acuerdo entre Stalin y el General Sikorski. Este acuerdo definía las normas para formar el Ejército Polaco en la Unión Soviética. Este debía ser parte integral de las fuerzas militares polacas en el Este. Tenía que luchar al lado del Ejército Rojo y de otros ejércitos aliados.
Cerca de 500.000 ciudadanos polacos judíos se encontraban en los campos de trabajo (gulag) de la Unión Soviética. La mayoría de ellos eran exiliados de Polonia del Oeste.
Liberados de los campos de trabajo en Siberia y en la república Komi y otros lugares lejanos, los judíos polacos, con entusiasmo se alistaban en el recién formado Ejército Polaco. Pero las autoridades polacas abiertamente mostraban la enemistad hacia ellos. Las comisiones de reclutamiento hicieron uso de la “cláusula de cantidad”. Al finalizar 1941, el 90% de los voluntarios judíos no fueron aceptados en el ejército. La excusa fue: “Razones de salud”.
A medida que el ejército crecía, se multiplicaban los conflictos entre las autoridades soviéticas y la jefatura del ejército.
La falta de noticias sobre la suerte de cerca de 15.000 oficiales (entre ellos una gran cantidad de oficiales judíos) apresados en septiembre de 1939, empeoró la falta de confianza de los polacos hacia las autoridades de la Unión Soviética.
Bajo la influencia de Churchill se decidió que el Ejército Polaco abandonase la Unión Soviética. La evacuación del Ejército del General Anders a Irán terminó en septiembre de 1942. 114.000 ciudadanos polacos fueron evacuados de la Unión Soviética, entre ellos 3.588 judíos (3.1%).


El Ejército Polaco en el Este - Segundo Cuerpo

Luego de abandonar la Unión Soviética e Irán a fines de 1942, en el Cercano Oriente, y bajo el mando del General Anders, se formó el Ejército Polaco en el Este.
En agosto y septiembre de 1943 el Segundo Cuerpo de Anders fue trasladado a Palestina. Las fuerzas polacas en este cuerpo contaban con 60.000 soldados.
El Ejército Polaco en Oriente fue trasladado al frente italiano donde en mayo de 1944 el Segundo Cuerpo Polaco con valentía y dedicación participó en la sangrienta batalla de Monte Cassino, y otras batallas de Italia. 850 judíos participaron en esta batalla, entre ellos 123 oficiales. 28 murieron y 62 fueron heridos. 136 oficiales y soldados de origen judío fueron condecorados con las medallas polacas militares, 6 recibieron Virtuti Militari, 68 Cruz de Guerra y 52 recibieron la Cruz al Mérito.


El Ejército Polaco en Gran Bretaña – Fuerzas Militares Polacas en el Oeste

Las formaciones del Ejército Polaco en Gran Bretaña estaban compuestas por ciudadanos polacos que en su mayoría venían de unidades del Ejército Polaco que luchaban desde antes fuera de las fronteras de Polonia.
Desgraciadamente, era casi imposible identificar a los judíos del Ejército Polaco en Gran Bretaña, especialmente a los que participaron en la operación de desembarco de los aliados en Normandía y fueron abatidos ahí mismo, o murieron como consecuencia de las heridas recibidas en batalla.
Según los cálculos alrededor de mil judíos polacos se alistaron en el Ejército Polaco en Gran Bretaña. 28 soldados y oficiales que declararon su origen judío, estuvieron en servicio en la Primera Brigada Polaca Independiente de Paracaidistas, y con valentía participaron en la batalla de Arnheim. Algunos de ellos fueron abatidos en combate.
Muchos judíos polacos prestaron servicio en la Fuerza Aérea Polaca. Algunos de ellos murieron y otros fueron condecorados con medallas polacas y británicas. Entre ellos, Samuel Falc de Kutno, Stanislaw Rapaport, que fueron condecorados con la medalla Virtuti Militari.
El Primer Cuerpo Polaco bajo el mando del general Maczek participó en el desembarco de Normandía el 6 de junio de 1944 y en las batallas para liberar a Francia, Bélgica, Holanda y Alemania, sufriendo fuertes bajas. Los soldados judíos se encontraban entre los muertos, desaparecidos o heridos.

Ejército Polaco Popular en la Unión Soviética (1943-1945)
El 9 de mayo de 1943 oficialmente se informó que el gobierno soviético tomó el pedido de la Organización de Los Patriotas Polacos en la Unión Soviética. Este pedido se refería a la formación en tierra soviética de la primera división polaca.
La Primer División Polaca Tadeusz Kosciuszko lucharía junto con el Ejército Rojo contra los alemanes para liberar a Polonia.
El coronel (mas tarde General) Zygmunt Berling, quien era el comandante de mi amigo Ricardo Peterson, fue designado como jefe de la división y después del Iº Ejército Polaco.
Los judíos ciudadanos polacos, que vivían en la Unión Soviética, con entusiasmo se presentaban para enrolarse en la división.
Como en los casos anteriores, fueron rechazados por las comisiones de alistamiento. El pretexto oficial era “asegurar el carácter polaco de la división” (de acuerdo con el historiador polaco Podgorski).

Se calcula que aproximadamente mil judíos, entre ellos alrededor de 125 oficiales, prestaron servicio en la I División Polaca Tadeusz Kosciuszko.
La división combatió en la sangrienta batalla de Lenino el 12 y 13 de octubre de 1943. En esa batalla se destacaron muchos de los soldados y oficiales judíos. 108 de ellos fueron condecorados con las medallas polacas y soviéticas. Murieron en el campo de batalla o debido a las heridas sufridas durante ella, 73 judíos (9 oficiales) y desaparecieron 42 (5 oficiales).
La primera división fué el embrión del Ejército Popular Polaco que luchó junto con el Ejército Rojo y liberó Varsovia, Pomerania y la costa del Báltico. Participó en las operaciones de Berlín y de Leipzig, extendiendo la lucha hasta el Elba.
El Ejército Popular Polaco contó con alrededor de 400.000 soldados de los cuales 38.490 eran oficiales.
Entre ellos se encontraban más de 20.000 soldados y 3.200 oficiales judíos.

Las bajas sufridas por los judíos en el Ejército Popular Polaco fueron:

- muertos en combate y como resultado de las heridas recibidas en las batallas – 1.406 soldados y 239 oficiales
- desaparecidos – 420 soldados y 22 oficiales.
En total eran 1.826 soldados y 261oficiales.

Conclusiones
Más de 150.000 judíos polacos participaron activamente en la lucha contra la Alemania nazi en las filas de las Fuerzas Militares Polacas en Polonia en el año 1939. Además muchos miles de judíos en los ejércitos formados posteriormente de nuevo de Polonia y de Anders en Francia, Italia, Africa del Norte, Noruega y Cercano Oriente, ayudaron en la defensa de Gran Bretaña. Participaron en la operación de Normandía y en el desembarco de Arnheim. Lucharon codo a codo junto al Ejército Rojo liberando a Polonia, conquistando Berlín y Alemania.
Los judíos polacos lucharon con coraje, valentía, y sacrificio, continuando así las mejores tradiciones de sus antepasados, los Macabeos, contra su enemigo más grande, la Alemania nazi.

Antes de finalizar, quiero mencionar a Shmuel Gorodetzki Z’L, mi amigo personal y del Sr. Peterson, quien era mayor del ejército polaco fundado en Rusia en 1943 y superior del capitán Peterson. Luchó por la liberación de Polonia y contra la ocupación de Alemania nazi. Después de la guerra fue a Israel donde organizó la 1º División de la artillería pesada y llegó al rango de mayor general. Más tarde fue presidente de la Corte Suprema Militar del ejército israelí.

Para concluir, quiero rendirle un homenaje al último ghetto de Polonia, el de Lodz. Fue liquidado en agosto de 1944, hace 60 años, y todos sus habitantes fueron deportados a Auschwitz, con excepción de aproximadamente 1000 personas. Estas, llamadas el “Aufräumungskommando”, tuvieron que limpiar, ordenar y juntar todas las cosas que todavía tenían algún valor y prepararlas para ser despachadas a Alemania. Los alemanes pretendían eliminar todos los rastros de la persecución. No estaba previsto que estas personas permanecieran con vida, sus fosas ya estaban cavadas. Por suerte, a último momento el rápido avance del nuevo ejército polaco junto al soviético cambió el destino de esta gente: Los alemanes huyeron raudamente, de la noche a la mañana, y eso permitió que salvaran sus vidas.

Buenos Aires, 4 de agosto 2004


Agosto / Septiembre 2004 - Elul 5764
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