Hay diferentes categorías de mentirosos, y los peores son los que se mienten a si mismos. El Presidente Obama pertenece a esa categoría.
En la visión del mundo de Obama anular o reducir las sanciones económicas a Irán persuadirá a los fanáticos ayatolas a que no continúen en su carrera de producir armas atómicas para borrar del mundo a Israel, y dominar a los países vecinos.
En el mundo real las sanciones económicas a Irán son el único medio para demostrar a los ayatolas de que el Occidente se opone a que un régimen fanático islámico se arme con bombas nucleares. En vez de reducir las sanciones deberían aumentarlas. No hay otra posibilidad ya que Obama, al no cumplir con su amenaza de castigar a al-Assad por usar armas químicas, ha declarado tácitamente que nunca usará la fuerza contra Irán.
En la visión del mundo de Obama es preferible que fanáticos islámicos de la Hermandad Musulmana gobiernen Egipto y no regimenes seculares como el de Mubarak, leal aliado de los EE.UU. durante tantas décadas, o como el actual régimen del General Khalil al-Sisi.
En el mundo real los Hermanos Musulmanes, cuyo objetivo es la dominación islámica del mundo, son acérrimos opositores de los EE.UU. y del Occidente. Es absurdo y va contra los intereses de EE.UU.y del mundo fortalecer a los fanáticos islámicos.
En la visión del mundo de Obama mañana mismo podría haber paz entre israelíes y palestinos si los israelíes aceptasen todas las demandas palestinas.
En el mundo real, "gracias" a Obama, quien fue el primero en exigir su congelamiento, los palestinos usan la construcción en los asentamientos (que no está prohibida en los Acuerdos de Oslo y que no fue obstáculo para Arafat para negociar con Israel) como excusa para explicar el fracaso de las negociaciones.
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