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            | La República Argentina es un país de gran belleza y digno de muchos  interrogantes que no son fáciles de  responder. Se trata de un país enigmático y  misterioso, contradictorio e impredecible.   Los argentinos solían ser gente muy culta y consciente de su situación, valoraban sus recursos y más de una vez dieron al mundo  un ejemplo con su profunda cultura y su  espíritu abierto a todo tipo de diálogo. Cosas que hoy, en pleno siglo XXI han desaparecido sin explicación racional  alguna.  La vida en la Argentina se ha transformado  en algo riesgoso y delicado, algo parecido al  “farwest”.  La economía no encuentra un rumbo creíble y la estabilidad política, hoy una vez más,  está seriamente comprometida como consecuencia  de los recientes y sucesivos gobiernos  corruptos e indolentes. El robo, el vaciamiento del Estado a través de las privatizaciones, la inestabilidad monetaria, el desmantelamiento de sus sistemas de  defensa nacional, el muy bajo presupuesto  para la educación y la salud pública, la emisión desmedida de moneda, el  enorme déficit fiscal encubierto por el gobierno y las estructuras mafiosas que hoy tienen el  poder, hacen que no podamos ver en la Argentina más que desconfianza y descreimiento. Ha dejado ya de ser un país creíble y confiable; su contradictoria  política  exterior (acercamiento peligrosamente comprometido con Venezuela , Ecuador , Cuba  y China ) disgusta sobremanera a aquellos  países de la UE que hasta no hace mucho albergaban esperanzas de que la Argentina  fuera un país en  serio.
 Ni siquiera los medios de comunicación argentinos informan la verdad de lo que está aconteciendo: incremento desenfrenado  de la inflación, suba cada vez mayor de sus  monedas referentes (dólar y  euro), imparable tasa de desocupación y subempleo, ingresos cada  vez más bajos o  estancados en estructuras de  paridad propias de hace diez o quince años  atrás, y ahora la enorme crisis  productivo-institucional del único  sector verdaderamente productivo de país: la agricultura. Argentina nunca fue un país industrial; su única y verdadera fuente de  subsistencia fue la   producción agropecuaria y la exportación de  productos primarios.  El  actual  gobierno argentino no representa ni en sombras los ideales iníciales del mítico gobernante de los años ´40, General Perón.
 Los gobernantes actuales pertenecen a un  reducido grupo de terroristas de  ultra izquierda muy activos en los años´70 que han instaurado hoy en dicho país un modelo autoritario y meramente electoralista, basado en la  corrupción político-sindical que está  llevando a este país sudamericano al límite  de su propia autodestrucción.
 La violencia está latente en cada sector  que se ve perjudicado por el accionar  del gobierno de la Sra. Kirchner , es quien  domina la economía y los grupos sindicales y gremiales que operan de forma mafiosa a  través de pactos y Ya es sabido que el gobierno de la Sra. Kirchner no llegará a su término  y  será violentamente   despojada de su cargo a corto plazo  por fuerzas civiles integradas por  ciudadanos comunes y miembros activos del  sector agropecuario. Lo más impactante de  toda  esta situación, es  que los sectores productivos del agro que  hoy protestan contra las usurarias y despiadadas retenciones, son grupos que  están armados, tan armados como si fueran  paramilitares o guerrillas urbanas y de  los grandes cordones verdes de las grandes   ciudades de ese país ( Buenos Aires , Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario , Santa Fe,  Mendoza y la Patagonia), así como también  están armados los grupos leales a la familia gobernante, lo cual nos hace sospechar que el futuro estallido social que se avecina en un corto y mediano plazo entre los argentinos será cruento y  sangriento. Es más que evidente que la Argentina deberá  enfrentarse a su propia circunstancia, algo trágico y devastador, algo que los mismos  argentinos ignoran porque ni sus propios medios de comunicación se los informan. Y no hablamos de golpe de estado ni de dimisión, sino de rebelión social y civil de sectores que ya muestran cada vez más su  comprensible hartazgo e   impotencia; sectores que en épocas  anteriores pertenecían a la clase media;  sectores que fueron los verdaderamente  productivos en épocas pasadas y que hoy se  encuentran totalmente desprotegidos y  atacados sin motivo racional alguno.
 Desde la UE observamos con preocupación la  paulatina y lenta disolución de la Argentina y su trágica desaparición (que incluye también la ampliación de la zona de exclusión de las Islas Malvinas, lo cual  produciría la pérdida de       importante territorio del suelo argentino  en la Patagonia , y tal plazo venció el 9 de mayo de 2009).
 De ahora en adelante sólo el pueblo argentino tiene en sus manos la decisión de  cómo afrontar los acontecimientos que  vendrán.
 Artículo   del diario 'Berliner Tageblatt', escrito por Ingeborg Hellige Traducido por Jordi   Serra, Barcelona
 
 LA VOZ y la opinion
 
 
 
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