El siglo XX tuvo por lo menos cuatro hechos determinantes para la conformación del
mundo moderno.
Los resultados de la Primera Guerra Mundial diseñaron el mapa del Medio Oriente e implantaron la hegemonía franco-británica.
Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial determinaron la división del mundo en dos bloques claramente diferenciados representados por EE.UU. y la URSS
El año 1991 implicó la caída y derrota de la URSS y el comunismo generando la
hegemonía unilateral de EE.UU.
El 2001, con el terrible atentado contra las Torres Gemelas, marco un apogeo del
creciente islamismo radicalizado.
En este nuevo siglo XXI tardío hay varias circunstancias de política internacional que han sepultado al siglo anterior. Veamos algunos de ellos.
- El Briexit de Gran Bretaña alejandose de la Unión Europa, amenaza con disolver
la poderosa alianza económica que surgio en la pos-segunda guerra. Países
como Hungría, Polonia y otros pueden imitar ese paso. Gran Bretaña tuvo y
tiene un rol clave en la Otan, en la ONU y en el Fondo Monetario Internacional
y es un ancla para la democracia.
- Es visible un reordenamiento de poder, económico, fronteras, e ideología en
Asia, Europa y Africa. La llegada de Trump al poder generó un golpe a la
globalización liberal-capitalista para imponer un orden conservador- capitalista.
-Las fronteras delineadas en Medio Oriente luego de la primera guerra estan en declive.
El mundo árabe esta atomizado por la guerra interislamica y ello conllevara cambios geográficos.
- China Popular ha aumentado su influencia global y regional para succionar más
recursos que alimenten su voraz crecimiento. Ello amenaza a Japón, Corea del
Sur, Vietnam, Singapur y Filipinas. Su política exterior regional es agresiva.
-La Rusia de Putín ha crecido por sobre la dubitativa política exterior de Obama. Putín es partidario de una Rusia capitalista con un retorno a un sistema político similar al autoritarismo zarista y una expànsión sobre la región del Báltico. Rusia fomenta la discordia en Europa azuzando a los partidos de ultraderecha de alcance nacionalista.
-EE.UU. de Trump intenta desandar el camino de Obama. Superada la crisis del 2008, en 2016 hay un retorno hacia el conservadorismo estilo Bush pero más audaz.
Trump no acepta a la Unión Europea y la Otan en su formato actual. Desea descargar el peso de la seguridad exterior de EE.UU en aliados más confiables ( Israel ).
-La llamada Primavera Arabe que estalló en 2011 no significó mejorías democraticas para el mundo árabe sino la expansión de formas brutales del islamismo en sus versiones sunnitas y chiitas. El mapa regional esta siendo diseñado de acuerdo a esquemas tribales más que nacionales. El mundo árabe presenta crisis de liderazgo, propagación de grupos sectarios y lealtades cambiantes.
-El Vaticano esta inmerso en profunda reformas destinadas a amoldar al catolicismo a nuevos desafíos y se muestra impotente para evitar el genocidio de cristianos en el mundo islamista.
El mundo enfrenta un choque comercial que afectara las relaciones comerciales a escala mundial con y entre EE.UU., China, Rusia, Japón y otras potencias regionales.
La caída del comunismo en 1991 dejó grietas que se visibilizan.
EE.UU. quedó como única potencia mundial pero el poder de la URSS fue reemplazado por un creciente extremismo islamista que EE.UU. enfrenta desde entonces con más derrotas que éxitos. Y ello a pesar que el mundo islámico esta desgarrdo en una guerra interreligiosa que tiene en un polo a Arabia Saudita y en el otro a Irán. El primero es un aliado crítico de EE.UU. y el segundo país es un enemigo jurado.
El enfrentamiento de estos dos países se dio en Siria y generó el crecimiento del ISIS que capitalizo en un principio las frustraciones de los árabes más relegaos y que hoy se diluye en una amenaza global pero eterea.
El nuevo orden del siglo XXI nacido del colapso descripto implica el crecimiento de las desigualdades económicas y sociales, imposición de poderes oligárquicos por sobre gobiernos soberanos; crecimiento de los totalitarismos de raiz afro-asiáticos que junto a las guerras generan migraciones urbanas que Europa no puede sostener.
El tráfico de armas, de drogas, de órganos ha llegado a proporciones siderales a la luz del debilitamiento de controles internacionales y permeabilización social.
El año 2017 se asoma como un año de auge del terrorismo islamista junto al fallido califato del Isis. El terrorismo islamista nació mucho antes que la voladura de las Torres Gemelas y es una ampliación generalizada de la lucha contra Occidente.
Los llamado “ lobos solitarios” no son raras excepciones sino que cuentan y son la expresión de vastos sectores sociales. El terrorismo internacional islamista llegó para cambiar nuestras vidas y la percepción de nuestra seguridad.
Respecto a la desigualdad económica mencionada es evidente que hay una relación
clara entre mayor democracia, mayor bienestar. Si bien el liberalismo europeo no ha dado todas las respuestas a sus ciudadanos, sigue siendo un factor de atracción a escala global. El nacionalismo que se desarrolla por la irrupción de inmigrantes con escaso control ha causado una crisis humanitaria que no conocía parangón desde fines de la Segunda guerra mundial. Hay en el mundo 65.000.000 de refugiados producto de las guerras descriptas.
El conflicto palestino- israelí que tuvo por un lado un congelamiento en las
negociaciones y un aumento de un terrorismo palestino domestico con influencia del Hamas ( controlado por Israel) tenderá a endurecerse en el presente año. La llegada de Trump al poder ha robustecido argumentaciones israelíes que no se escuchaban ni tenían en cuenta en foros internacionales. Eso es positivo para Israel pero de difícil digestión para los palestinos. Igualmente Netaniahu ya ha advertido a su gabinete que “ Trump no nos ha dado un cheque en blanco “.
2017 será un año reivindicatorio para el sionismo le guste a quien le guste. En junio de este año se cumplen 50 años de la reunificación de Jerusalem como capital hebrea; en agosto se cumplen 120 años del Primer Congreso Sionista convocado por Herzl y en noviembre hay dos eventos singulares : El 100 aniversario de la Declaración Balfour y el 70 aniversario del Plan de Partición de Palestina por parte de la ONU cuya no aceptación por parte árabe- palestina llevó al pantano del conflicto actual. Quieren ahora los palestinos aquello que Israel ya no puede dar.
Por si alguno no se enteró el mundo cambió. Veremos hacia donde nos lleva su rumbo.
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