La guerra de los árabes (auto identificados como palestinos desde 1964) contra los judíos habitantes de Israel comenzó hace casi 100 años, el uno de marzo de 1920. Ese día, turbas árabes asaltaron Tel Jay, (que hoy los medios de comunicación llamarían "asentamiento") cerca de la frontera con el Líbano. En la pelea murieron Joseph Trumpeldor y siete de sus compañeros.
Los disturbios árabes, incluyendo terror y asesinatos, continuaron durante toda la década de los años 20. Amin al-Husseini, nombrado Gran Mufti por los ingleses, inició una campaña de incitación que culminó en agosto de 1929 con masacres de judíos, la mayoría de los cuales no eran recientes inmigrantes sionistas sino judíos que, desde muchos siglos antes residían en Hebrón, Safed, Tiberias y Jerusalén. Los británicos, en vez de castigar a los árabes, obligaron a los sobrevivientes de la comunidad judía de Hebrón, ciudad donde habían residido desde el reinado del rey David, a abandonar la ciudad. Así terminó la presencia judía de 3,000 años en Hebrón, que recién se reanudó después de la Guerra de los Seis Días. El Gran Mufti unos años después escapó a Alemania donde cooperó con los nazis y les propuso construir, si el general Rommel conquistaba el Medio Oriente, un campo de exterminio en Nablus para matar a todos los judíos de palestina.
La actual ola de asesinatos está siendo motivada por la incitación religiosa de los líderes palestinos, especialmente del Presidente Mahmoud Abbas, (declaró que "los judíos profanan la Explanada del Templo con sus pies sucios"). Mencionan el libelo inventado en 1928 por el Mufti Mohammed Amin al-Husseini, ("los judíos quieren destruir la mezquita El Aqsa"), que lo utilizó para incitar a las turbas musulmanas a golpear, apedrear y matar a los judíos que rezaban ante el entonces llamado "Muro de los Lamentos", hoy denominado Kotel HaMaarabi, "Muro Occidental".
El acto terrorista del miércoles 3 de febrero en la Puerta de Damasco, en Jerusalén, en el cual una joven policía israelí fue asesinada y otra fue herida de gravedad, fue muy distinto de la mayoría de asesinatos realizados por palestinos, casi diariamente, desde mediados de setiembre del 2015.
Hasta ahora la gran mayoría de los asesinatos e intentos de asesinato fueron realizados por individuos y no por grupos organizados. Los tres terroristas de ayer, que fueron "neutralizados" (i.e. matados por la policía), estaban armados de cuchillos, armas de fuego y bombas, lo cual sugiere que formaban parte de una célula de terror. Si ese fuera el caso estamos enfrentados a una nueva campaña de terror organizado, la Tercera Intifada, similar a la Primera (1987 a 1993) y a la Segunda (2000 a 2004).
La actual campaña de terror continuará si la Autoridad Palestina, Hamás, el Movimiento Islámico en Israel y los parlamentarios árabes en la Knesset sigan expresando sus calumnias e incitaciones, mientras continúen indoctrinando odio, mientras personalidades como el Secretario de las Naciones Unidas continúen justificando el terror, mientras la Unión Europea y algunos países europeos continúen financiando organizaciones cuyo objetivo es la destrucción de Israel.
La paz llegará sólo cuando los árabes entiendan que los judíos han regresado a su hogar ancestral y que no existe amenaza, sean los 150,000 cohetes de Hizballah, los miles de cohetes de Hamás, la bomba nuclear con la que Irán intenta borrar a Israel del mapa, los suicidas bombas en los buses y centros comerciales, o los terroristas con cuchillos en las calles de las ciudades, que logren el objetivo deseado por los árabes: la desaparición del Estado de Israel.
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