El logotipo de la División de Operaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel adorna el gris edificio de un solo piso en el centro de la base militar de Kirya en Tel Aviv, sin ofrecer ningún indicio del secreto al que conduce – una de las instalaciones más altamente clasificadas en el sistema de seguridad de Israel, diseñado para proteger el liderazgo militar y político del país en tiempos de guerra, incluidos los de la amenaza de las armas inteligentes o misiles nucleares.
Las autoridades le permitieron al periódico israelí Yediot Ajaronot una autorización poco habitual, el ingreso y el reporte sobre el llamado “pozo”, el búnker del mando central.
Viejos tramos de escaleras nos llevan hacia abajo en las entrañas de la tierra. El número de niveles por debajo del suelo sigue siendo clasificado; pero sin ascensor, usted puede estar seguro de que los soldados que sirven allí a menudo sudan en su camino hacia y desde el trabajo.Hoy en día, los combates en Gaza o en el Líbano pueden ser orquestados en vivo desde las profundidades bajo tierra en el centro de Tel Aviv, desde el Alto Mando, con la ayuda de enormes pantallas que proporcionan vistas en tiempo real de todos los lugares en todas las zonas de conflicto, con cámaras de vigilancia y satélites. A partir de aquí, el jefe de personal también puede realizar llamadas de vídeo con los comandantes de alto nivel en el campo de batalla y con el liderazgo político.
El lugar estuvo trabajando a pleno rendimiento durante todo el día por 81 días el verano pasado, por más tiempo que nunca antes.
En tiempos de calma, como ahora, el búnker opera también 24/7, pero en un nivel reducido.
Funcionando al máximo, el búnker tiene un contingente de más de mil soldados y oficiales. Los jefes de los comandos Sur, Central y Norte de las FDI sirven allí como enlace entre el bunker y el jefe de personal; y son responsables de la transmisión de la información sobre todos y cada uno de los incidentes que ocurren en los diversos sectores, entre ellos incidentes civiles que pueden requerir la ayuda de los militares, como el colapso de un edificio o las condiciones climáticas extremas.
El búnker es también el lugar en el que se determinan los nombres de las guerras y de las operaciones militares. El mito de que una base de datos informatizada de nombres selecciona al azar los nombres de las operaciones se disipó poco después nos reunimos con el jefe del sector central, el teniente coronel S., y su homólogo del sector sur, Teniente Coronel Y.
“A principios de julio, cuando se hizo evidente que nos dirigimos hacia una operación en Gaza, empecé a pensar en un nombre para la operación”, dice el teniente coronel Y., de 41 años, padre de seis hijos.
Fuente: Yediot Ajaronot - Traducción HebreosNet
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