El presidente de la DAIA, Julio Schlosser, dialogó con Comunidades y realizó un balance del saliente año No solo se refirio al aumento del antisemitismo y la repercusión en nuestro país de la guerra en Gaza y el conflicto con los palestinos , sion que analizó las divisiones comunitarias y el memorándum de entendimientocon Irán que está próximo a cumplir dos años de magra existencia.
Por Luciano Stilman, especial para Comunidades
- ¿Cuál es el balance del año?
El 2014 para la comunidad judía ,y también para la DAIA ,fue un año difícil, duro, que vivió todos los sinsabores de la guerra de Gaza, notandose en nuestro país un rebrote de un sentimiento antisemita disfrazado bajo la forma de antisionismo con grupos xenófobos que, como siempre, intentan transpolar conflictos internacionales a la sociedad argentina. Esto obligó a la DAIA a redoblar sus esfuerzos y creo que más allá de todo esto fue un año de trabajo donde intentamos volver a posicionar a la comunidad judía dentro del espectro de
nuestro país como una sociedad inclusiva ; como una comunidad que lucha contra toda forma de discriminación y xenofobia, y como consecuencia de eso también contra el antisemitismo.
En 2014 se vieron muchos casos contra la comunidad judía en diferentes partes del país, ¿cree que esto solo se debe a la última guerra en Gaza o hay un antisemitismo latente que no se puede erradicar?
Hay un antisemitismo latente con células dormidas que rebrotan cuando se da un conflicto
en Israel. La existencia de este tipo de organizaciones es algo peligroso, porque están prestas descargar su carga de odio y de veneno en todo momento. Ahora lo vienen haciendo cuando se producen conflictos, pero pueden aflorar aún en épocas de paz porque también les interesa, al igual que en el orden internacional, boicotear cualquier proyecto de paz.
- ¿Hay una determinación de la Justicia para ponerle límites a este tipo de organizaciones y de hechos de antisemitismo o te parece que no hay sentencias duras para acabar con estas manifestaciones?
En el caso particular de Fernando Esteche (el líder de Quebracho logró la libertad condicional a mediados de diciembre sin haber cumplido siquiera un 25 % de la pena por los tres delitos por los que fue condenado, entre ellos un escrache frente a la Embajada de Israel en el año 2006 ) se cumplieron las pautas procesales. Tal vez uno puede tener un pensamiento diferente de cómo debería ser la ley, pero en el caso de Esteche, lamentablemente, como muchos de
los delincuentes por este tipo de delitos, se benefician con leyes que son permisivas que benefician más al delincuente que a la víctima.
- Estamos próximos a cumplir un nuevo aniversario del acuerdo firmado entre Argentina e Irán y otro fin de año sin justicia en el atentado contra la AMIA. ¿Cuál es tu pensamiento al respecto?
Para nosotros la realidad de los hechos ha demostrado que el memorándum no fue el elemento que sirviera para el avance de la causa, por eso nosotros insistimos ante la fiscalía y los tribunales competentes que progresen en la causa en la búsqueda de justicia, porque este memorándum ni siquiera está en vigencia porque no ha sido ratificado. Por otra parte, hemos presentado nuestro proyecto de revocación del memorándum, hemos logrado la declaración de inconstitucionalidad, y como un aporte al avance de la causa hemos presentado lo que nosotros llamamos la “Ley DAIA” mediante la cual proponemos para todos los crímenes de lesa humanidad el juicio en ausencia. No podemos seguir indefinidamente sin juzgar a los culpables, y sabemos que la República Islámica de Irán con o sin memorándum no los va a entregar, por eso proponemos el juicio en ausencia como una manera de que el crimen no quede impune aún cuando sus perpetradores estén en libertad.
- ¿Crees que a pesar que Irán nunca lo ratificó y que fue evidente que el acuerdo no sirvió para avanzar en la causa, el Gobierno Nacional no quiere dar el brazo a torcer en este sentido?
Más allá de lo que pensemos y de lo que piensen las autoridades hay una realidad que es que Irán nunca lo ratificó y para nosotros, como lo dijimos desde un primer día, el instrumento no es apto y el interlocutor no es válido. Una nación que lo único que hace es negar toda participación en el atentado sin someterse a la justicia, negar la existencia de la Shoá, y promover que desaparezca de la faz de la tierra el Estado de Israel no es un interlocutor válido.
Nosotros seguimos reclamando justicia y buscamos que los muertos de la AMIA descansen en paz.
- ¿Puede haber avances en la causa AMIA en 2015?
Quiero creer que los va a haber en todos los caminos que nos lleven a la justicia, porque si no lo creyera así me habría quedado sin esperanzas, pero la comunidad judía toda tiene la esperanza muy firme que va a llegar el día de la justicia. Hay un dicho que es “quien no espera vencer, ya está vencido” y en esta lucha nosotros no estamos vencidos, por eso pensamos vencer.
- ¿Durante el 2014 observó una comunidad judía más unida o con diferencias más marcadas que las que se vieron en años anteriores?
Hay que separar por un lado los dirigentes y por el otro la comunidad. Tal vez se han acentuado por diversos motivos divisiones en la dirigencia comunitaria que en nada favorecen a la búsqueda de una comunidad fuerte y unida. En DAIA hemos intentado esta unión comunitaria y estamos convencidos que de alguna forma más o menos rápido, la comunidad judía va a dar muestras de una preparación y de una capacidad de entender la problemática que aqueja al mundo judío para no tolerar divisiones. Dentro del seno de la DAIA tenemos gente de diferente ideología política y las decisiones siempre se han tomado en forma unánime, lo que demuestra que estamos dispuestos a disentir entre nosotros, como lo
hacemos hacia fuera cuando debemos hacerlo con algún poder del Estado, pero no estamos dispuestos a confrontar. Las instituciones comunitarias deben hacer los esfuerzos necesarios para seguir el camino de la unidad comunitaria, y esta es una tarea que está en cabeza de los dirigentes que deben acentuar sus esfuerzos en busca de la unidad y dejar de lado algunas cuestiones que en definitiva resultan mezquinas y dañinas para la comunidad.
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