En ocasión de la presentación en Amia de la 1º Investigación Comunitaria sobre Adicciones, Comunidades converso con el presidente de Fundación Maor, Sr. Carlos Nisenbaum y el Lic. Gabriel Anapolsky, director de la institución.
¿Qué motivos los impulsaron a llevar adelante esta importante iniciativa?
Gabriel Anapolsky. Hace 20 años que Fundación Maor trabaja con el tema de las adiciones y con el relato de los pacientes y sus familias fuimos observando que, el tipo de relación que las instituciones comunitarias entablaban con esta problemática, no se correspondía con la gravedad que estaba adquiriendo. Parte importante de nuestro trabajo consistió en empezar a cambiar la percepción que tenían entonces escuelas, templos y socio-deportivas, que veían las adicciones como un problema “de afuera”, apenas presente dentro de la comunidad.
Era central, para poder seguir desarrollando nuestra tarea, contar con información objetiva que visibilizaran la profundidad del problema y permitieran analizar la relación existente entre los jóvenes de la comunidad judía y las adicciones.
La Investigación nos brindó los datos fehacientes que precisábamos para desarrollar más y mejores programas de prevención y fortalecer el compromiso de las instituciones con esta problemática
¿Qué posición observan que toman actualmente los dirigentes comunitarios y las instituciones en relación con las adicciones?
Carlos Nisenbaum. Las instituciones están tomando conciencia de la magnitud del problema y son los dirigentes los que promueven distintos espacios de trabajo que son coordinados por profesionales del Departamento de Prevención. Las socio-deportivas y sobre todo FACCMA, como federación, son quienes encaran el tema con mayor firmeza, intentando responder a las inquietudes de los padres de los asociados que solicitan ayuda y dar un marco de contención a los deportistas jóvenes. Con tal fin se están desarrollando programas de capacitación, de asistencia obligatoria, para los integrantes de los equipos de las distintas disciplinas y sus profesores.
¿Cuáles son los datos centrales que se desprenden de la “1° Investigación Comunitaria sobre Adicciones en jóvenes de 18 a 30 años” ?
GA. Desde el punto de vista cuantitativo y comparando con los datos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y del Sedronar, se constata que la situación y niveles de consumo son similares dentro y fuera de la comunidad: el 53% de los encuestados ha consumido alguna vez marihuana y más de un 80% considera que no es dañino o puede contraer consecuencias. A su vez, el 90% no encuentra dificultades para conseguirla y consideran al tabaco más peligroso que esta sustancia.
Respecto a la cocaína, sólo el 4% de los entrevistados indican haber consumido alguna vez y el 90% la considera altamente peligrosa.
Para pensar estas cifras es preciso considerar que el 63% de los encuestados participa o participó en instituciones judías, lo que permite reflexionar sobre el mito de que “dentro de la comunidad no se consume”.
¿Qué reacciones esperan, desde Fundación Maor, a nivel comunitario en respuesta a los datos obtenidos?
CN. Esperamos que estos datos, que ratifican nuestro compromiso con el tema, sirvan para que se siga tomando conciencia en relación con la gravedad de la problemática.
Apuntamos a incrementar nuestra difusión y posicionamiento a nivel comunitario para poder llegar a todos aquellos que nos necesiten, ya sea mediante tratamientos o armando espacios de reflexión para jóvenes, profesionales y familias con dudas y preocupaciones que pueden ser pensadas conjuntamente con el staff de profesionales de Fundación Maor.
Maor va camino a su 20° aniversario. ¿Qué se proponen como institución y que ayuda necesitarían por parte de la comunidad?
CN. Nos proponemos seguir cumpliendo con esta Mitzva, prestando los servicios de salud relacionados con la prevención y asistencia de las adicciones a toda la comunidad.
El contexto, reflejado en la investigación, nos obliga a redoblar nuestros esfuerzos en la tarea que nos propusimos.
A nivel comunitario precisamos que en simultáneo con el fortalecimiento del compromiso con el tratamiento de la problemática se pueda crear un incremento en los recursos económicos de los que dispone la fundación, para profundizar nuestro trabajo.
Como organización sin fines de lucro y autónoma, es decir, no dependiente de ninguna otra institución central, no contamos con un ingreso fijo, lo que dificulta el desarrollo de nuestra tarea. Afortunadamente viene en aumento la cantidad de gente e instituciones que nos apoya mensualmente.
Para todo aquél que quisiera hacer colaboraciones o donaciones, se puede contactar con nosotros a través de nuestro nuevo sitio web: www.maor.org.ar
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