La novela cuenta su historia desde la perspectiva de Valeria, una periodista de espectáculos, que creyó fervientemente en los ideales de un mundo mejor y en las exigencias del compromiso. La protagonista, judía y defensora de los valores éticos propios del judaísmo, no ceja en su denuncia respecto de los totalitarismos y del incremento alarmante de la judeofobia.
Los protagonistas, a medio escalar su ascenso interior, logran encontrarse, superando el tráfago cotidiano. Pertenecientes a la generación de los 60 y 70, una generación empeñada en transformar el mundo, se abocan, hoy en día, a la búsqueda de valores éticos en sus vidas privadas.
Cuestiones esenciales de la condición humana como la muerte, la violencia, la libertad, son las que los preocupan con sinceridad e intensidad, sin dejar de lado lo que tanto ha tenido que ver con estos tiempos como la dictadura militar, los desaparecidos, el exilio, la amenazante presencia, en la actualidad, del autoritarismo, siempre desde una historia particular que no puede desentenderse de una historia general.
El título de la novela se inspira en la película norteamericana del mismo nombre, basada en la biografía de la cantante de ópera, de origen australiano, Marjorie Lawrence, recreada por el cine en 1955. Como la mujer que abandonó la granja de sus padres para estudiar canto, Valeria, protagonista de la novela, partió de su provincia natal para estudiar danzas intención que fue interrumpida por una violenta caída por las escaleras de su casa al enterarse del Golpe de Estado, transmitido en cadena nacional.
A partir de ese hecho, queda con una imperceptible dificultad para caminar que no le hace obstáculo para llevar una vida normal. De todas maneras,
esa dificultad aparece desde el primer capítulo, en el que conoce al hombre
que la ayudará a cruzar la calle (un lazarillo para mi pierna ciega, piensa).
Sin embargo, avanzando en la novela, este sujeto, integrante de un grupo
para-policial, había sido el elegido para eliminarla. Los que la perseguían,
tenían la certeza de que ella seguía vinculada con una ex pareja suya, periodista, que investigaba la conexión entre el negocio inmobiliario y el
tráfico de drogas, y que iba a hacer pública la cuestión en un libro de su
autoría.
La historia mezcla situaciones de suspenso con otras de un sincero amor entre Valeria y Esteban, coprotagonista de la novela.
La influencia del cine, se encuentra también en los títulos de los capítulos de la novela. “Cría cuervos”, “Teorema”, “Ese oscuro objeto del deseo”, “Los paraguas de Cherburgo”, “La Traviata”, Pasaron las grullas” y “Promesas del Este”, revelan los temas en los cuales la novela, va adentrándose hasta llegar al desenlace final.
Susana Grimberg
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