Respetado Rabino Dr Szlajen
Somos seguidores de su obra y respecto de su artículo sobre la teshuvá ( Comunidades edicion 550) y a la luz de lo acontecido nos decidimos escribir esta carta .
Si bien yo soy el que escribe, lo hago en nombre de nuestro grupo de amigos y por eso la redacto en plural. Queremos reconocerle y agradecerle la precisión con la que usted nos ha tocado en lo más profundo de nuestro ser como judíos, y desde ya por su acostumbrada profundidad reflexiva y metodología académica, no cayendo en los desidiosos lugares comunes y trillados anualmente reiterados hasta el hartazgo durante estas celebraciones. Hemos encontrado en su artículo una explicación del significado e importancia de la teshuvá que nos ha satisfecho en nuestras dudas y sin escapatoria tuvimos la obligación de actuar para al menos ser coherentes entre nuestros pensamientos y acciones. Debemos confesarle que al leerlo reiteradas veces hemos compartido un escalofrío, no se muy bien ¿por qué? pero fue una sensación repentina de angustia pero conjunta a otra de reparación. Realmente fue muy fuerte, y más siendo ya nosotros gente grande con varias callosidades en el alma como para sensibilizarnos fácilmente. Sinceramente es la primera vez que nos hemos propuesto y hemos ayunado y cumplido con las tefilot acorde a la halajá en un shil al que jamás habíamos ido pero que sinceramente, siempre mirábamos de reojo. Y es de persona honorable reconocer, no solo yo sino en nombre de quienes escribo también, que todo lo que creíamos saber hasta ahora sobre judaísmo, y bien digo “creíamos saber”, aprendiéndolo del llamado tradicionalismo, y sin ofender a nadie, está muy lejos de lo vivido en este Kipur. Si bien no sé mucho de halajá, tampoco me hizo falta para darme cuenta de la diferencia entre este Iom Kipur y los que hacíamos hasta ahora, pero confieso que lo que pasa es que resulta muy duro saber que se ha vivido tanto tiempo entre disfraces y fantasías, y que hay que comenzar de nuevo. En otras palabras, es difícil bajarse del caballo equivocado cuando ya se ha recorrido un largo trecho. Hemos experimentado en este Iom Kipur otro mundo, el de la Tora, sin lavajes, sin simbolismos ni modificaciones cómodas para beneficio personal, sin discursos de ocasión ni demagogia, sino la verdadera conjunción del ayuno y las tefilot, comprendiéndolas y en su totalidad, con la carga que todo ello impone. Viviendo este Kipur como tal, le aseguro rabino y maestro Szlajen, que en lo particular me he sentido en tal vergüenza por mis transgresiones y con un pavor inexplicable que doy todo para jamás volver a sentirme de esa forma, llorando de forma incontenible. Es como si se me hubiera venido toda la vida encima hasta el punto que en este momento cuando le escribo, tengo la piel de gallina. Recién ahora entiendo lo que usted nos dijo una vez cuando le comentamos que nos habíamos alejado del judaísmo dado que en estos tiempos corruptos, en todos los ámbitos y para todos los atuendos y cargos religiosos sin excepción, ya no se puede confiar en nadie y veíamos allí las mismas falsedades. vacuidades, intereses e hipocresías que en cualquier otro lado. Ante esto usted nos dijo que no hay que hacer personalismos ni producir o seguir a figuras de niguna clase, sólo ser fiel a Dios rindiéndole culto cumpliendo la Halajá y así cumplir nuestro deber como judíos viviendo como tales. Y aunque en su momento no le dimos la importancia que debía a lo que nos había dicho, eso fue lo que exactamente hicimos esta vez. Aparentemente todo llega. Le puedo asegurar, estimado rabino y maestro, que al menos yo, cuando no varios del grupo en nombre del cual le escribo, hemos aunque tal vez un poco tarde, iniciado el camino como usted dice, de regreso a casa, a la Torá, cumpliendo y estudiando para seguir cumpliendo. Por todo esto, y como somos personas honorables, no podemos otra cosa que pedirle disculpas por no haber sabido captar su mensaje en aquella oportunidad y habiéndole discutido vanal e infantilmente, lo que nos hizo perder todo este tiempo hasta ahora. Pero ya nos depertamos, y por eso queremos agradecerle por mostrarnos qué es el judaísmo, libre de toda supuesta representatividad personalizada. Y como somos gente de bien, estas disculpas y a la vez agradecimiento, no son una formalidad sino un compromiso frente a una deuda que cumpliré en lo que a mi respecta con mi proceso de teshuvá. Rabino Szlajen, le deseamos de todo corazón que Di-s le otorgue larga vida y resguarde su sabiduría para seguir sembrando en la gente como lo hizo con nosotros, aunque los frutos tal como en nuestro caso sean un poco tardíos. Muchas gracias .
Marcos Ariel Spigel y otros
CABA
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