Parafraseando a Shakespeare…, con respecto a la seguridad de nuestras instituciones comunitarias, bien cabe decir: ¿EVACUAR, O NO EVACUAR? … ESA ES LA CUESTIÓN.
Esto viene a cuento de…, que muy a finales del pasado mes de Noviembre ’12, un corto llamado telefónico dio cuenta de la presencia de una bomba dentro de la escuela J. N. Bialik de Villa Devoto . La alarma fue falsa…, pero resultó en una evacuación masiva.
¿Porque se decidió evacuarlos?
La respuesta obligada es, UNA SEGURIDAD RETACEADA…, que llega hasta un muy borroso límite marcado por el economicismo de nuestros dirigentes institucionales.
Ese economicismo llega al absurdo de no proveer todos aquellos medios tecnológicos que se requieran, y a no contratar a todos los protectores que se necesiten…, conforme a la estructura y real operación de cada instalación.
Más aún, dicho retaceo incluye el no brindarle a bitajón los debidos poderes…, de modo de facilitarle un actuar cotidiano, bajo el método más adecuado a cada caso.
Solo sabiéndose atado de manos, se comprende que el Jefe de Seguridad de tal entidad no desestimara dicho llamado…, una actitud que hubiera evitado:
1º) los lógicos nerviosismos que éstas situaciones conllevan, especialmente en adultos memoriosos de hechos ocurridos en ésta misma ciudad en 1992 y 1994…, hechos por los cuales no hubo ningún aviso previo.
2º) el enorme riesgo corrido por las personas, al ser expuestas a un ataque armado en plena vía pública..., algo que desde siempre se ha temido como muy posible.
Durante los últimos años, muchos de nuestros edificios comunitarios han soportado graffitis insultantes, bombas de pintura y/o estruendo, también amenazas como la que ahora sufrió la mencionada escuela. No está demás el recordar el muy largo historial judeófobo enquistado en amplias capas de la plural sociedad argentina.
Entonces… ¿Cuántas veces deberá gritar el pastorcito en espera de ayuda…, antes que aparezca el lobo y se engulla las ovejas, y a él mismo?
DENTRO DE NUESTRAS INSTITUCIONES HAY MUCHAS VIDAS EN JUEGO…, BASTA DE JUGAR CON ELLAS.
ALBERTO JORGE SILBERSZTEIN
Cdad. de Buenos Aires - Argentina
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