Comunidades


Periódico Judío Independiente
La Escuela Martín Buber celebra su 50° aniversario
Una trayectoria que sintetiza una misma concepción de la educación
La Escuela Martín Buber cumple 50 años y para celebrarlos, realizará un festejo -en vísperas de Rosh Hashaná- el jueves 29 de agosto, a las 19, en su sede de Charcas 4145, ciudad de Buenos Aires.

La ceremonia -que reunirá a directivos, docentes, alumnos, padres y egresados- forma parte de las diversas actividades organizadas para conmemorar el 50° aniversario de la institución que -por su trayectoria, principios y compromiso con la educación y la formación de ciudadanos- se ha convertido en una escuela emblemática, del barrio porteño de Palermo y de la comunidad judía argentina.

El festejo promete ser mucho más que un mero acto escolar: la historia de la institución sintetiza un espíritu y una concepción de la educación que une a dos generaciones de directivos y docentes; y porque el vínculo de esta escuela con su comunidad trasciende la jornada de clase.

“Siempre decimos que es una escuela y mucho más que escuela. Contamos con una oferta de extensión educativa, talleres para adultos, talleres extraescolares y otras muchísimas actividades que se suceden después del horario escolar destinadas a profesores, alumnos, padres y para la comunidad en general”, destaca la Directora General, a cargo de la conducción pedagógica de la escuela, Erica Herszkowich.

Esto no implica que se desdibuje el rol central de cualquier institución educativa. En ese sentido, Herszkowich es muy clara. “Lo más importante de las escuelas son los docentes y sus alumnos. La riqueza está en las aulas, es ahí donde se juega la escuela, donde se construye en conjunto el proceso de aprendizaje. Partiendo de esa centralidad, nuestra escuela invita a pertenecer, formar parte y quedarse”, indicó y continuó: “Tanto es así que los alumnos se apropian de la escuela que se constituye en punto de encuentro y los docentes cuentan con instancias de formación continua”.

“Es que desde un principio nos planteamos ser una comunidad de aprendizaje en la que permanentemente se crean espacios de intercambio de ideas y estudio. Es una línea institucional que se ha mantenido durante cincuenta años. Quien ingresa a la escuela entra a formar parte de un equipo con el que planifica, comparte, propone e innova y esto es un rasgo en común en los tres niveles educativos que tiene la institución. Por eso, la mayoría de nuestros docentes y directivos se han ido formando y crecieron en la escuela”, cuenta Jaia Rubin, quien fue la directora fundadora de la institución allá por 1963 y hoy transmite su experiencia de “hacer escuela”.

En 1963, en una casona de la esquina de Aráoz y Güemes, empezó a funcionar el Jardín de Infantes Nitzanim, con 60 alumnos y una propuesta educativa de vanguardia que rápidamente creció y exigió continuidad. “Como tiene que ser, pusimos todos nuestros esfuerzos intelectuales, físicos y emocionales en el jardín. Ni siquiera nos imaginábamos que terminaríamos siendo una institución con primaria y secundaria”, confiesa Rubin. Y recuerda que la demanda de los padres los animó a pensar en expandirse.

“En ese momento, en el barrio de Palermo no había ninguna escuela de la comunidad judía, los chicos viajaban a otros barrios. Por eso, los papás de nuestros nenes nos pedían que agregáramos el nivel primario. Nos tomamos un año y medio para buscar los profesionales, definir nuestro modelo de establecimiento, prepararnos. Y, finalmente, en 1968 abrimos la Escuela Primaria Martín Buber”, detalla Rubin, sin ocultar la mezcla de orgullo y emoción.

“Desde un principio, somos una escuela judía pluralista, democrática, con fuertes raíces en nuestro país y comprometida con el Estado de Israel, pero no somos una institución religiosa”, aclara Herszkowich. No obstante, remarca que la identidad de la comunidad tiene una presencia fuerte. “El judaísmo se aborda desde el punto de vista de las tradiciones, la cultura, el idioma hebreo y las costumbres del pueblo judío; se va trabajando con los docentes del área judaica desde el jardín hasta la secundaria”, comenta.

En 1969, el espacio quedó chico y la escuela se trasladó a su actual edificio de la calle Armenia. La creación de la Escuela Secundaria, en 1989, fue la continuidad obligada y lógica de aquel compromiso asumido con la comunidad por sus fundadores, que planteó nuevos desafíos.

“Un rasgo distintivo de nuestra secundaria, desde que se abrió, es la presencia de tutores. Cada división tiene su tutor –remarca Herszkowich-. La tutoría nos permite realizar un acompañamiento más personalizado de los chicos y detectar problemas o determinadas situaciones que requieren atención”.

“Por el buen resultado obtenido en la secundaria y debido a la crisis del 2001 cuando muchas familias pasaron por distintos conflictos sociales y económicos, que inevitablemente repercutieron en los chicos, se decidió incorporar la figura de tutor en cada grado de la primaria, como otro sello de la Escuela Martín Buber”, añade.

“Cada grupo tiene un espacio y un tiempo dedicado al trabajo en tutoría, se abordan conflictos, temas del grupo y también se acompaña a los chicos en los distintos momentos que están viviendo”, precisa Rubin y advierte que esta tarea de los tutores, que tienen mucha formación y experiencia en ese rol, se complementa con el trabajo con las familias.

“Algunas veces los problemas se visualizan en la escuela antes que en la casa y, otras, es al revés. Por eso el trabajo conjunto es muy importante. En ese sentido decimos que somos muy retentivos; nuestro principal objetivo es que nuestros alumnos permanezcan en la escuela y concluyan con éxito sus recorridos educativos”, añade.

Además, la Escuela Martín Buber trabaja con asesores y especialistas externos. Son maestros de maestros, tanto de la Universidad de Buenos Aires, como de nuestra escuela de formación permanente, que nos ayudan a aprender y enseñar junto a nuestros alumnos”, cuenta Herszkowich.

Mucho más que un nombre

La escuela fue bautizada Martín Buber no por azar. Las ideas humanistas de este filósofo, cuyo pensamiento se basa en la noción de diálogo, la apertura hacia el otro para escuchar su voz y reflexionar, guían desde un principio el hacer educativo de la institución.

Y para evitar confusiones, Herszkowich se apresura a puntualizar: “Nos definimos como una escuela humanista y somos una escuela humanista, pero eso no significa que enseñemos sólo Ciencias Sociales o Humanidades; sino que nuestra visión del mundo es humanista. Einstein fue un gran humanista y, sin embargo, se dedicaba a las ciencias duras”.

La propuesta humanista de la escuela tiene que ver con el abordaje pedagógico. “Es una forma de abordar la realidad, de pensar que todo lo que pasa en la realidad no puede ser ajeno a la escuela, que lo que pasa en el exterior tiene que entrar en la escuela y que la escuela tiene que salir al mundo”, sintetiza la directora.

Número 550
Página Principal
Nros. Anteriores
Imprimir Nota

Comunidades
Periódico Judío Independiente

www.comunidades.delacole.com
E-mail: periodicocomunidades@gmail.com

Editores y Directores
Dr. Alberto J. Rotenberg - Prof. Natalio Steiner

Domicilio Postal
Casilla de correo Nro. 49 - (1872) Sarandí - Prov. de Bs. As

Teléfonos
4864-8738 (por la tarde)

Representantes en el Interior
Villa Angela (Chaco): Jacobo Garber - Moisés Ville (Santa Fe): Pedro Balhorn. Tel.: (03409) 42-0189.
Rosario: Saúl Bloj. Tel.: (0341) 433-1254. - Concordia: Batia Enguelberg. Tel.: (0345) 421-9822

Difundimos gratuitamente todas las actividades comunitarias.
Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial de los artículos de este periódico sin mencionar su origen.
La notas firmadas no representan necesariamente el modo de pensar de los Directores.

Registro Propiedad Intelectual
Nro. 206.708