En algunos videos que se difunden por Youtube y en páginas web de la Jihad global se pueden ver a los combatientes sunnitas de Al Qaeda, en ciertos países árabes como Siria, que van en jeep o camionetas Toyota mientras ametralladoras pesadas montadas en el chasis apuntan sus caños hacia el entorno que los rodea. En videos más crueles se ven a sunnitas secuestando shiitas, torturandolos y hasta mutilándolos.
Durante muchos largos años estas dos ramas islámicas dejaron de lado sus diferencias en el marco de la lucha contra Israel. Países como Irán, Irak, Siria, Egipto y Libia, que conocieron crueles guerras internas, decidieron dejar de lado sus diferencias y destinar sus recursos a luchar contra Israel.
En los últimos dos años, con la caída de los regímenes en Tunez, Egipto, Libia y los cambios en Yemen, resurge el conflicto entre shiitas y sunnitas teniendo como marco la mal llamada Primavera Arabe.
La guerra entre ambas concepciones islámicas comenzó de hecho con la sucesión espiritual de Mahoma. Los shiitas sostienen que ya en vida Mahoma designó a su primo y yerno Alí como su sucesor y todo aquel que no acepta esta idea es considerado por la rama como un hereje que reniega contra Mahoma.
En la batalla de Karabalah fue asesinado el hijo de Alí, yerno de Mahoma. Este hecho agigantó el abismo entre las dos corrientes.
Hay 1500 millones de musulmanes en el mundo y solo un 10 % son chiitas. A pesar de la baja cantidad, aún hay lugares en los que el shiismo en predominante. Irán es el principal centro. Le sigue El Líbano siendo allí muy fuerte el Hizbollah. Irak es el tercer centro. También en Bahreim hay una minoría en un mar de sunnitas.
Con la Primavera Arabe se desató una confrontación y aumentó la tensión entre los diversos grupos islámicos. Según un informe del Centro de Estudios Estratégicos de EE.UU., el 53 % de los sunitas musulmanes consideran a los shiitas como no musulmanes. El informe encuesta a unos 38.000 musulmanes y demuestra el abismo ideologico existente. En la mayoría de países en los que se hizo la encuesta un 40 % de sunnitas no aceptan a los shiitas como hermanos de fe.
" Irán, como principal centro shiita, radicaliza a otras concentraciones similares ", dice el orientalista Mati Steinberg. " Mientras quiera seguir sosteniendo un dominio regional, la tensión con los países vecinos sunnitas se va a incrementar. Es el colmo de los absurdos que cuando los norteamericanos derrocaron a Saddam fortalecieron a los shiitas irakíes y generaron una unión territorial de facto que tanto Irán deseaba. Esto llevo a que los sunnitas busquen un sustituto que defienda sus derechos y es allí donde se introdujo la Jihad Global y Al Qaeda. El objetivo actual de esta organización es establecer un estado radical islámico en Irak y luego en Jordania y Palestina ",dice.
La interminable guerra en Siria y el debilitamiento del gobierno de Assad, mano derecha de Irán en la región, abrió las puertas a Al Qaeda ya que desean instalar la ley islámica en una Siria desgarrada. Los combatientes entran a Siria vía Turquía. También han llegado combatientes de Afghanistan, Pakistán y Yemen.
Steimberg agrega entre los grupos sunnitas en Siria a la Hermandad Musulmana. " Esta agrupación, como en Egipto, es el cuerpo político central opositor que funciona en Siria. La Hermandad fue golpeada en Siria pero se recupero".
Jordania también esta influenciada por los cambios regionales aunque en este país la tensión es menor porque no hay población sunnita pero la Hermandad es muy activa en Jordania en sus protestas contra el rey.
Un nuevo giro de tuerca es el involucramiento de Arabia Saudita en Jordania debido a los sucesos de Siria. " Hay material militar saudí en la frontera jordana y también hay ayuda humanitaria para los refugiados que escapan de las masacres del regimen sirio que es alawita, una rama menor de los shiitas ",dice Steinberg.
Jordania ha intentado zafar de las convulsiones regionales estrechando sus vínculos con Arabia Saudita. " Jordania es un país pobre y la situación empeora ", dice el especialista. " Sus zonas fértiles son muy escasas y el gobierno siempre espera lo peor. Las manifestaciones de la Hermandad contra el rey lo hicieron llegar a la conclusión que tienen que reclutar aliados como los saudíes que aparecen como los grandes rivales árabes de Irán. Ambos países se necesitan. Arabia necesita de Jordania para garantizar su estabilidad y la ayuda económicamente. En la misma Arabia cada tanto hay incidentes entre la mayoría sunnita y la minoría shiita. Si bien esta es pequeña viven en lugares estratégicos en donde hay pozos petroleros. Por eso el gobierno saudí no tiene concesiones hacia ellos".
En El Líbano los shiitas estan fortalecidos por Hizbollah. En la medida que Assad se debilita más se le complica el panorama a esta organización terrorista. En El Líbano existe una convivencia tensa entre la minoría cristiana, los sunnitas y los shiitas. Cada tanto, como un espasmo, hay atentados de un lado y del otro. Hay que recordar que entre 1975 y 1989 hubo una cruel guerra civil en El Líbano y por lo tanto cualquier tensión étnica puede dispararla nuevamente. Luego de que por muchos años el Hizbollah llevara la voz cantante en el país, ahora los imanes sunnitas se atreven a abrir la boca y empiezan a preguntarse en voz alta porque el Hizbollah no deja las armas. La organización terrorista justifica su armamentismo en la lucha contra el " ocupante " israelí.
" Tenemos que terminar con el gobierno de Hizbollah ", dice el sheij Ahmed Asair Abius, de 44 años, originario de Sidón que en otros tiempos hubiera callado por temor a perder la vida.
Abius quiere reanudar las protestas antisirias y antishhitas que se dispararon en el 2005; protestas que llevaron al fin del regimen pro-sirio y la retirada de los soldados sirios del país que estaban presentes desde 1975 y el asesinato del presidente libanés, Rafic Hariri, a manos del Hizbollah.
La visita que hace meses realizara a Irán el presidente egipcio Muhamad Mursi al encuentro de las naciones No Alineadas, generó protestas en Israel y Occidente. Por su lado los shiitas egipcios bendijeron la visita. Fue la primera de un presidente egipcio a Irán desde 1973. Sin embargo, durante el último conflicto entre el Hamas e Israel, en noviembre pasado, apareció Egipto como patrocinador de la tregua distanciandose de Irán que apoyó a los grupos radicalizados.
"Hay un abismo muy grande entre los musulmanes sunnitas y los iraníes shiitas",dice Steinberg. " Mientras Irán siga teniendo pretensiones hegemónicas en un Medio Oriente sunnita, las relaciones con Egipto no serán completas ",dice Steinberg.
Ante el retroceso shiita en toda la región, Irán intenta embanderarse en defensa de la causa palestina frente a la " amenaza " sionista.
Así las cosas, el Medio Oriente es una caldera en ebullición donde convergen y divergen distintos intereses casi siempre contrapuestos entre si.
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