Vivo en casa de departamentos desde l967 . En todos ellos tuve relaciones comunes de co-propietaqrios de consorcio. Por supuesto, debe saberse que soy judio, por mi apellido, por la recepción de los periódicos judios, etc. Viven otros judios (lo supongo por los apellidos) , parejas nixtas, algunos religiosos modernos, etc. Hay médicos, abogados, empresarios, empleados, etc.
Nunca tuve problema hasta ahora por mi ascendencia judia, (en ese ámbito), por lo menos manifiesto,.ni tuve noticias que los haya habido con otros copropietarios. .
Pero sucede que en el día de hoy, el portero, a quien podría calificar de amigo, por la mañana, con prudencia y candor, me pregunta; doctor, disculpe, ¿ ud. es judio.? .Le digo que sí y me vuelve a preguntar, con más sigilo; qué pasa en los consorcios con los judios .
Pienso que millones de argen tinos, sobre todo jóvenes, y ni que hablar los matrimonios mixtos, deben haberse sentido incómodos y sorprendidos y sin respuesta frente a la denuncia de la DAIA, hecha con bombos y platllos - después de un año de intensas actividades sociales - sobre la existencia de una arraigada prevención, y hostilidad contra la condición que ellos , de algún modo, encarnan. Pienso que esta publicidad es inoportuna y contra-producente, y sobre todo ajena a la realidad social actualizada de lo que aún puede llamarse comunidad. .
Basta ver la lista de legisladores de la Ciudad de Bs.Aires y de los candidatos a los recientes comicios pàra todos los cargos; los nombres judios (eso no significa que lo sean ) en cargos públicos en el oficialismo y la oposición, los dirigentes estudiantiles con apellidos judios, etc, para constatar - que la conunidad judia de l936, cuando surgía el nazismo y el Comité de lucha contra el racismo y el antisemitismo para lanzar el boicot contra los nazis., no es la de hoy, cuando el 50% de las uniones conyugales , son con gentiles, proporción que en el Interior es muy superior . En ese contexto , uno puede suponer que parte de los encuestados eran hijos de mixtos o ellos mismos…
Por supuesto, estan exluídos los judios observantes, reserva del judaismo..
No hace falta encuestas para saber que aún persiste el prejuicio antisemita arraigado durante siglos por la caricatura desvalorizante del judio y no hay que escarbar mucho para activarlo en algunos sectores. Pero el hecho concreto es que ningun partido político organizado, ninguna bancada parlamentaria en todo el pais, ningun medio radial o televisivo , osa atacar u ofender a los judios como tales y violar la ley anti-discriminatoria.
Borrado por la Igleia el cargo de deicidio (aunque no borrado de las mentes) la tradicional judeo-fobia gira en torno a Israel; y aunque la agitación anti-israelí (con participación de muchos con apellido judio) no sea específicamente anti- judia, termina fatalmente engendrando sentimientos englobados en aquella.
La DAIA existe para luchar contra el antisemitismo pero su dirigencia no està obligada , para justificar su existencia , a publicitar encuestas que debieron ser materia de debate de gabinete e ignorar el contenido principal, de la realidad judia, que es la presencia luminosa, inquietante, de Israel,, que en representación del pueblo judio , guste o no, es hoy en día – y los judios lo perciben – una especie de póliza de seguro de su dignidad y de su pertenencia..
Creo que la DAIA no centralizó bien el problema; luchar contra el antisemitismo, hoy en día, significa enfrentar, con personal experto en relaciones mediáticas , la campaña de demonización de Israel. Se ha silenciado la visita de Shimon Peres ; se ha silenciado la solidaridad con Israel cuando la acción en Gaza y, en general, se guarda silencio ante los ataques contra Israel.,porque es difícil solidarizarse con el demonizado… y cuando desde el gobierno, que nadie puede sospechar de antisemita, se habla de diàlogo con Iran, que responde negando nuevamente el holocausto y silenciando el crimen contra la sede la AMIA, no puede ni debe faltar la palabra esclarecedora de la DAIA. No estamos en l936; estamos en vísperas del 2012
Esa encuesta y el redundante repìqueteo actuaron como un revulsivo innecesario de prejuicios que pueden anidar en millones de personas, no judios y medio judios, pero que tienen inhibidos exteriorizarlo, porque se ha desarrollado una conciencia colectiva contraria a cualquier tipo de discriminación en general.
Las denuncias, la mayoría sobre Internet , no son medida de un clima social. Eso no significa ignorar la fiebre tapando el termómetro ni debe impedir conocer los síntomas y la forma de enfrentarlos, pero sin dejar de atender a la realidad social y demográfica antes señaladas.
Bajo la intención de combatir una mentira o un prejuicio, no hay que aplicar técnicas que las difunden y popularizan,
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