Desde comienzos del mes de Elul el sonido del Shofar ,día a día, comienza a estremecernos y nos trae a la memoria los viejos recuerdos de los días de antaño cuando al lado de nuestros padres, en la sinagoga, buscábamos cobijo ante un sonido tan fascinante como atronador. Ya en Iamim Noraím elevábamos nuestras plegarias al Creador por un venturoso año venidero y por su perdón completo. Hasta el más laico de los judíos siente en los Iamim Noraím ( Días Temibles) un reacercamiento al judaísmo que le es difícil experimentar en otras circunstancias.
En Rosh Hashana festejamos el nacimiento de Adam, el primer hombre, del cual descendemos.Dejamos para otro año la polémica con Darwin. De acuerdo con los textos de la Torá el hombre fue creado con polvo de la tierra y hálito divino. Materia y espíritu. Es en estos días del mes de Tishrei donde lo divino pugna por vencer la materialidad que nos agobia el resto del año.
La palabra hebrea Shana proviene del hebreo Leshanot ( cambiar ), cambio que debiera producirse luego de una profunda y sincera introspección. Año tras año manifestamos en la plegaria nuestra voluntad de cambio pero pocas cosas le son tan difíciles al hombre como cambiar. La influencia del entorno, los problemas cotidianos, la rutina, las necesidades materiales siempre presentes, empujan el cambio para “ más adelante”, hasta el próximo Rosh Hashana. Pero si no podemos cambiar y hacer Teshuva plena ( arrepentirnos en profundidad ) de todo aquello que se nos exige, resulta urgente intentar cambiar por lo menos algunos aspectos para modelar más el espíritu que el cuerpo. ¿ Acaso no es ahora en Rosh Hashana donde debemos preguntarnos por qué nuestros hijos muchas veces no nos escuchan ?. ¿ No debiéramos pensar que quizás no escuchan no por los sonidos multimediales de la parafernalia tecnológica sino porque no les estamos diciendo cosas relevantes ? . ¿ No es hora que pensemos con el Rosh ( cabeza) para que haya Shana ( cambio ) ? .
¿ No habrá llegado el momento de preguntarnos sino podemos hacer más por nuestra Kehilá, nuestra escuela judía, nuestra sinagoga o movimiento juvenil ?. ¿ Cómo esta el debe y el haber en ese sentido ? . Así como nos interesamos por cada detalle ritual de la plegaria ,¿ no habrá llegado la hora de interesarnos mucho más por la vida cotidiana de los que menos tienen y por ende más nos necesitan ?. ¿ No será Rosh Hashana el día en que el precepto de amar al prójimo como así mismo deje de ser un acto declamativo para ser una incondicionalidad ?. ¿ y qué hay del destino de nuestros hermanos en Israel vituperados a espaldas de nuestro silencio diásporico ?.
El toque del Shofar nos estremece y sacude porque nos pega en lo hondo de nuestra conciencia y corazón pero, ¿ a qué llama el Shofar ? A Leshaper ( mejorar ). Estamos en las puertas de un año que si Di-s quiere nos deparará más alegría que tristezas siempre y cuando entendamos la magnitud de lo que el Creador nos exige. De acuerdo al Talmud el primer hombre fue juzgado en Rosh Hashana por su transgresión.Todo sucedió el mismo día ;el desacato a la orden divina y el castigo recibido. ¿ Por qué ?. Para mostrar la finitud de la vida; la importancia de actuar ya ante un tiempo que se nos escurre de las manos.
El precepto más importante de Rosh Hashana es escuchar el toque del Shofar. ¡ Cuanta vigencia mantiene esta idea ¡. En un mundo aturdido por los ruidos debemos tan solo escuchar a que llaman la Tekía, la Terua, el Shevarim ( distintos sonidos del Shofar )… sin hablar, dejando de lado nuestros ruidos cotidianos.
La Torá nos propone alternativas simples para ayudarnos aunque no siempre nos educamos por medio de conceptos claros. Preferimos dejarnos llevar por los dislates de los falsos profetas del pos-judaísmo y pos-sionismo.Complejidades y sofisticaciones que solo buscan encubrir asimilación y desjudaización.
De la palabra hebrea Shana se desprenden dos acepciones. La palabra Shinui, cambio, y la palabra Sheina, letargo.Una misma palabra resume los dos conceptos antagónicos coexistiendo en ella.
Que este año que se inicia nuestro Rosh elija el cambio y no el letargo. Gmar Jatima Tova; que solo gocemos de paz y serenidad en nuestras vidas.
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