Los acontecimientos actuales que padece Egipto, Libia y otros países árabes no sorprenden al que esto escribe.Si bien desde mi posiciòn de judìo galùtico siempre tuve mis dudas acerca de estos tratados de paz con los paìses àrabes, donde Israel debe ceder tierras a cambio de un papel firmado, donde resulta por demas evidente que son ciertos gobiernos y no la calle àrabe en general, aquellos dispuestos a llegar a algùn tipo de acuerdo con el estado judìo.
Tambièn nosotros los judìos argentinos hemos sufrido dos terribles atentados terroristas de tinte islamista en 1992 y 1994 .Tambièn aquì en Bs. As. la dirigencia judìa de turno ha intentado o sido presionada para lograr un acercamiento con la comunidad àrabe en la argentina pero siempre y al final uno puede apreciar que todos los esfuerzos, comunicados y confianza depositadas en esta relaciòn concluye en un fiàsco y una verguenza. Por el contrario, y a contramarcha la comunidad àrabe en la argentina parece haberse radicalizado aùn mas. En su enfrentamiento con Israel y en ciertos casos con la propia comunidad judìa local y con algunas personas que la componen. Desde afiches en las calles, hasta programas televisisvos o radiales no se escucha desde la otra vereda ningun llamado hacia la paz. Ni con Israel ni con los judìos en general. Y reitero y por el contrario una vòmica de odio increìble es volcada hacia los medios en forma persistente y constante hasta el punto que algunos imanes o personas conocidas de la comunidad àrabe local han estrechado fuertes lazos con movimientos llamados sociales o piqueteros o grupos violentos del paìs como "Quebracho".
En los ùltimos años el antisionismo y el antisemitismo en el paìs han crecido tanto como la ola de un tsunami.En los ùltimos tiempos la bofetada final hacia la comunidad la recibiò de parte del actual gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner, quièn y de manera sorpresiva y previo (por casualidad?) a una gira por ciertos paìses àrabes e islámicos decide proclamar a los cuatro vientos que reconoce a un estado palestino independiente, y en una reuniòn de Cancilleres en Foz de Iguazù
apoyando incrementar el comercio con paìses como Siria, "Palestina" e inclusive Iràn (este ùltimo sospechado de tener participaciòn en los atentados terroritas que dejaron un saldo de mas de 100 personas asesinadas).
Encuentro cierta similitud con lo que le pasa a Israel como estado donde este, amèn de estar siempre acosado por enemigos dentro y fuera del paìs, es constantemente presionado a realizar nuevas concesiones territoriales a cambio de una paz que por el contrario cada dìa se le muestra mas esquiva. Un ejemplo serìa la decisiòn de Sharon de retirarse de la Franja de Gaza (año 2005) y evacuar los 21 asentamientos, que fuè seguida por un ràpido control de la misma por parte del Hamàs y una lluvia de misiles Kasam que cayeron sobre las localidades y ciudades vecinas y que obtuvieron como respuesta la "Operaciòn Plomo Fundido" . Si bien esta operaciòn militar tuvo exìto en acallar hasta el presente el lanzamiento masivo de misìles, no fuè suficiente para rescatar al soldado Guilad Shalit cuya suerte es incierta.
Los acuerdos de Oslo y la Hoja de Ruta en mi modesta opiniòn pueden a mediano y largo plazo resultar tan o mas peligrosos para Israel como la mas grande y peor de todas las guerras ya que al claudicar Israel en sus derechos sobre la tierra de Israel, y al no presentar el problema palestino-israelì como una disputa territorial y aceptar el argumento àrabe de la mera ocupaciòn de tierras, se esta cegando por necedad o necesidad a que el conflicto tiene otra raìz que deviene de la negativa àrabe y no judìa a aceptar la existencia del Estado Judìo como tal .
Este es el nudo del problema y de las conversaciones de paz, pues para los àrabes la paz parecerìa implicar una desmantelàmiento en comodas cuotas de la patria hebrea. Primero Gaza, y luego Cisjordania y luego Jerusalèm, y luego el Golàn.Y la pregunta es ¿ y luego què?.
Para finalizar retorno al inicio donde esta insurrecciòn masiva de los árabes tira un balde de agua frìa en la cara de Israel.Si bien a nadie le gusta la bofetada o el fracaso, en ocasiones estas situaciones pueden tener una arista positiva que podrìa ser una Israel mucho mas firme y cautelosa a la hora de negociar con los àrabes-palestinos y otros grupo o estados àrabes o islamitas negociaciones de paz que incluyan retiradas o resignaciòn de tierras que hasta el presente lo ùnico que han mostrado es que acercan los misiles àrabes a los principales poblados y ciudades judìas.
Recuerdo haber leìdo a un militar israelì que dijo en aquelos años cuando por el tratado de paz (firmado en 1979 entre Beguin-Sadat) con Egipto, se devolviò el desierto del Sinaì, que Israel perdìa con esta devoluciòn 20 cruciales minutos de respuesta militar ante un nuevo ataque militar egipcio. Obviamente la frontera se habìa acercado y no habìa tierra que ofreciera distancia o separaciòn con un paìs vecino y hostìl.
Han pasado muchos años y muchos lectores podràn argumentar que las nuevas armas y tecnologìas han modificado el arte de la guerra y las distancias interpuestas pueden ser salvadas con misiles que viajan kilòmetros hacia su objetivo. Sin ser un especialista no me queda tan claro, pero lo que si queda claro es que los àrabes han mutado los mètodos (caminos) y argumentos pero no su objetivo que es lo que proclamaba Nasser con tanta honestidad de querer arrojar a los judìos al mar. "D'os nos de su protecciòn contra los enemigos externos e internos de Israel y de sabidurìa a sus gobernantes y al conjunto del pueblo a la hora de tomar decisiones tan cruciales como definitivas sobre el presente y futuro de la presencia judìa en la tierra ancestral".
Dr Natalio Daitch
Buenos Aires
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