Hace pocos meses, el Asesor del Contra-Terrorismo de la Casa Blanca, John Brennan dijo “Los islamistas y los jihadistas no son nuestros enemigos” . En respuesta, escribí un artículo de opinión, en el Jerusalem Post, que explica que, esos líderes árabes moderados, saben que los jihadistas y los islamistas son el enemigo. Al decir que, los islamistas y los jihadistas no son el enemigo, EEUU- los que encabezan la sociedad occidental y protegen los valores liberales en el mundo- está enviando un mensaje confuso a sus aliados de todo el mundo.
En la competición, entre el eje iraní y el eje pragmático, está ganando el eje iraní. Hezbollah se está fortaleciendo en Líbano y, Hamas, está ganando poder y puntuación en Gaza a favor del eje iraní. También, la decisión de Turquía de elegir el eje iraní se está haciendo bastante evidente.
La Dra. Condoleezza Rice dijo que, su próximo libro, se va a referir a un pilar de la política extranjera americana: la introducción de la democracia en el mundo musulmán. Mi próximo libro tratará exactamente lo contrario. Será acerca de cómo los terroristas y fundamentalistas están abusando del aparato democrático del Estado a fin de promover sus objetivos. Cuando los fundamentalistas ganan en las elecciones democráticas, es una persona, un voto, una vez.
Una Guerra dentro del Islam
¿Cuál es la conexión entre el terrorismo y los procesos que estamos viendo en el mundo musulmán? Esos son independientes, tienen muchos denominadores en común e influenciarán, uno a otro, en los próximos años. La Tercera Guerra Mundial está ocurriendo justo ahora. No es sólo una guerra de ideas. Es una guerra religiosa. No es una guerra entre religiones, entre el Islam y el resto del mundo sino, primero y principal, es una guerra dentro de la religión del Islam; es una guerra de la cultura del radicalismo islámico contra el resto del mundo, que incluye a la mayoría de los musulmanes del mundo.
Esencialmente, los musulmanes tienen la responsabilidad de tratar con aquellas malas semillas que están proviniendo del Islam. La ecuación del terrorismo involucra dos factores: motivación y capacidad operativa. Cuando un grupo de personas tiene motivación para llevar a cabo ataques terroristas y, además, la capacidad operativa para hacerlo, van a ocurrir ataques terroristas.
En la ecuación del contra-terrorismo, se necesita reducir la motivación o la capacidad operativa. La solución máxima es tratar, al mismo tiempo, con ambos factores. En la literatura del contra-terrorismo hay solo un modo de reducir la capacidad operativa de los terroristas y es mediante el ataque. Una vez hecho eso, se eleva su motivación a tomar represalias.
Israel es el mejor ejemplo en el mundo de un Estado que comprende la necesidad de combatir la capacidad operativa de los terroristas y logra hacerlo en base a una labor de inteligencia muy eficiente, así como capacidades defensivas (por ejemplo, la valla de seguridad de la Margen Occidental).
Al mismo tiempo, mucho más se puede (y debería) hacerse en las últimas dos décadas en cuanto al entendimiento y a contrarrestar las motivaciones que conducen al terrorismo tales como, por ejemplo, actividades e interacción interpersonal. Entre los palestinos, muchos nos odian pero, muchos, comprenden al mismo tiempo que nacimos para vivir con el otro y que es crucial superar los obstáculos personales. Eso nunca sería una sustitución para finalizar un conflicto y resolver una disputa política, sino, incluso, en tiempos de disputa, es crucial reducir las llamas del odio y establecer la plataforma necesaria para el próximo paso: construir una solución política.
El Fortalecimiento del Eje iraní
Durante la última década en Medio Oriente, hubo competencia entre dos jugadores: el eje iraní y el eje pragmático. Desafortunadamente, el eje iraní está ganando, punto por punto. Hezbollah se fortalece en Líbano, que en el futuro podría convertirse en un Estado islámico radical Shia. Vemos el mismo proceso en Gaza, y algunos podrían decir, a través del ámbito palestino. Hamas está ganando poder y sumando puntos para el eje iraní. También, la decisión de Turquía de elegir el eje iraní se está haciendo bastante evidente.
El malestar actual en Medio Oriente no fue un resultado directo de cualquier iniciativa americana sino que los americanos son, de alguna manera, responsables, debido a su obsesión con la democracia. La Dra. Condoleezza Rice dijo que, su próximo libro, se referirá a un pilar de la política exterior americana: la introducción de la democracia en el mundo musulmán.
Mi libro dirá exactamente lo contrario. Se tratará sobre cómo, los terroristas y los fundamentalistas, abusan del aparato democrático de Estado a fin de promover sus objetivos. Cuando los fundamentalistas ganan en las elecciones democráticas, es una persona, un voto, una vez, y no hay modo de deshacerse de ellos excepto a través de la violencia.
La democracia no es solo elecciones libres ni son, las elecciones libres, la parte más importante de la democracia. La democracia es un estado mental y un conjunto de valores. La democracia son derechos humanos y derechos de la mujer. Cuando uno toma un pueblo que, durante años, fue expuesto a la incitación y el adoctrinamiento, automáticamente los lleva a creer que convertirse en shahid, atacante suicida, es el objetivo más importante de todo joven patriota palestino. De manera que a no sorprenderse si, cuando les imponen elecciones libres, votan por Hamas.
Mi disertación de Doctorado se llamaba: “La Estrategia israelí del Contra-Terrorismo: Eficiencia versus Valores Democráticos Liberales”. Por supuesto hay una contradicción integral entre valores democráticos y seguridad. Encontrar el equilibrio correcto es el dilema del contra-terrorismo de todo Estado democrático liberal.
Rebeliones Populares en Medio Oriente
El actual malestar en Medio Oriente no fue pre-planeado. Esta fue una rebelión popular genuina contra esos regímenes. Hay una conexión entre éstos porque hay, funcionando, un efecto epidémico. Si uno es un joven frustrado que mira Al Jazeera- que juega un rol negativo en todo el proceso- y ve que otros lo logran, entonces hará lo mismo.
Las revoluciones islámicas se comportan de acuerdo a dos modelos diferentes. Uno es el modelo iraní (revolución rápida). Llevó solo 36 días allanar el camino desde el gobierno de Shapour Bakhtiar, -quien reemplazó al régimen del Shah- hasta tomar el control por parte del Ayatollah Khomeini. El segundo, el de Hezbollah y Turquía (camino más lento). En Líbano, la revolución radical islámica de Hezbollah tuvo lugar durante 15 años.
Turquía está, también, en el medio de un proceso a largo plazo. En Turquía, los islamistas están comenzando desde un punto diferente que el de los países árabes, tomando a gente que no es fundamentalista e incrementando el lavado de cerebro mediante el cambio de mensajes en el sistema educativo, modificando la Constitución, reduciendo el poder de los militares, y poniendo a su pueblo en la Corte Suprema. De manera similar, los iraníes eran una de las poblaciones más pro-occidentales, pragmáticas y no-radicales, antes de la revolución de Khomeini. El pueblo iraní no era, en esencia, fundamentalista.
Aun hay una cuestión de si, el resultado de la revolución en Egipto, llevará a un gobierno más democrático. Incluso si los egipcios eligen, en una elección libre, a la figura más liberal y moderada por la que puedan votar, ¿Alguien piensa que esa persona tiene la capacidad de cumplir con las expectativas del pueblo egipcio para cambiar la actual condición de la sociedad egipcia, y modificar el hecho que, cada año, nacen un millón de bebés en Egipto? Tiendo a pensar que llegará la frustración luego que, su nuevo gobierno electo, no logre mejorar su bienestar y la vida de ese gobierno podría llegar a su fin con un muy claro mandato para la opción islámica radical de la Hermandad Musulmana. EEUU es, hoy, más débil en la región que lo que fue hace unos pocos meses atrás. Egipto fue un aliado crucial de EEUU pero no será tan amigable y cercano como solía serlo. Incluso, si el régimen quisiera, no podrían. Desde el punto de vista de EEUU, esa es una tendencia negativa.
¿Qué debería hacer Occidente?
¿Hay algo que podamos hacer a fin de cambiar este resultado negativo? Llamaría, de inmediato, a establecer un segundo Plan Marshall, de manera similar a lo ocurrido después de la Segunda Guerra Mundial, para aquellos nuevos regímenes que están siendo establecidos en el mundo musulmán. Ese Plan Marshall debería ser, además, usado para apoyar a otros regímenes pragmáticos que aun no afrontaron revoluciones internas. El dinero debería provenir de fuentes musulmanas, desde Arabia Saudita y los países del Golfo. Aquellos regímenes pragmáticos tendrían que ser ayudados para mejorar el bienestar de su nación e introducir los valores de la democracia. Dado que la imposición de la democracia, en esas sociedades, podría ser contraproducente y peligrosa, debería haber un proceso gradual-utilizando un enfoque educativo.
Necesitamos tener en mente cuál sería el enfoque educativo musulmán, con la ayuda y guía positiva de Occidente. Al fin y al cabo, solo los musulmanes pueden y deben educar a los musulmanes; solo los musulmanes pueden y deben interpretar el Islam en un modo pragmático y moderado.
Finalmente, el gobierno de Israel no debe de apoyar la cómoda situación de status quo. Israel necesita sustentar elementos palestinos pragmáticos. Abbas y Fayyad tiene un interés común con el eje pragmático y, eso es nuevo porque Israel, los palestinos, Egipto, Jordania e, incluso, Arabia Saudita tienen, hoy, muchos intereses en común (que no tenían antes) y también enemigos en común.
Actualmente Israel está gozando de un periodo de relativa calma. Sin duda las capacidades de inteligencia de Israel son mejores que lo que solían ser, pero hay, en marcha, otros dos elementos importantes. El primero es el entendimiento, por parte de Abbas y de Fayyad, que el terrorismo es contraproducente para los intereses nacionales palestinos, algo que Arafat nunca comprendió. El segundo es el entendimiento, por parte de Hamas, que, justo ahora, es contraproducente dejar que la situación se deteriore hacia una guerra general porque, Hamas, está ávido de obtener la legitimidad internacional o la rehabilitación, y de levantar el sitio a Gaza. Los ataques terroristas no van a promover los objetivos inmediatos de Hamas.
**El Dr. Boaz Ganor es Decano Interino de la Lauder School of Government and Diplomacy en el Centro Interdisciplinario en Herzliya así como el fundador y Director Ejecutivo del Instituto Internacional de Contra-Terrorismo (ICT). Es miembro del Comité de Tecnologías de Seguridad Nacional y del Equipo Asesor Internacional del Instituto Manhattan del Departamento de Policía de Nueva York.
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