Quiero felicitar a Comunidades por su cumpleaños Numero 25; su identificación permanente con Israel, con nuestros valores espirituales históricos que emanan de la Torá y su visión del judaísmo como pueblo unido, lo convierten en un bastión de esos ideales.
Como lector quiero señalar que lamento el achique del espacio en el cual Schvindlerman hace sus medulosos análisis sobre los problemas que afronta Israel y el entorno internacional; sin menospreciar a nadie, Schvindlerman y los editoriales reflejan la esencia del periódico.
Finalmente quiero señalar que me llama la atención de que otro periodista, en un comentario, hable, y creo que lo repite en otra pagina, de “cuatro mil judíos desaparecidos” (sin identificación de ninguno) durante el gobierno militar. Según la Conadep, hubo en total aproximadamente 8.000 desaparecidos, identificados con nombre y apellido (lo mismo el libro de Meijide) y las listas que llevaba la DAIA de desaparecidos judíos, con nombre y apellido, no superaban los 400., También la cifra de 8.000 es aterradora Es toda una población. Es toda una nutrida universidad.
Cualquiera sea el número de esas víctimas del terrorismo de estado, hubo entre ellos muchos de origen judío, integrando un movimiento con fines comunes enfrentados al mismo, que nada tenían que ver con los intereses judíos. No se asumían como judíos ni les interesaba hacerlo. En el ataque al regimiento de Formosa, la primera víctima fatal entre los atacantes fue un joven judío de Basavilbaso, E. Ríos, de apellido Chervin, cuyos restos fueron inhumados en el cementerio judio de esa localidad. (lo sé por tener familiares oriundos de esos pagos). Se asumían, ellos mismos, como militantes de izquierda, anti-sionistas (salvo excepciones), eran ajenos a la causa de Israel. Su condición de judíos era accidental. Los que fueron salvados, expatriándolos a Israel por intermedio de la Sojnut, apenas llegados, abandonaron el país.´
Los únicos combatientes judíos que murieron luchando por la causa judía , fueron los participantes en la rebelión del ghetto de Varsovia y en las guerras por la independencia y supervivencia de Israel, entre los cuales hubo un grupo de jóvenes judíos de la Argentina, recordados en una lápida colectiva en el cementerio de Tablada
De cualquier forma, duele que jóvenes, cualquiera sea origen, hayan muerto o desaparecidos, arrojados desde aviones o asesinados de otra forma, por una causa que creían justa y que creían que estaban justificados los métodos violentos que empleaban, más aún, cuando los de origen judío – al igual que todos los detenidos judíos en dependencias policiales, desde el año l930, - padecían mortificaciones especiales por esa condición.
Los saluda cordialmente
Isaías Kopeika
Cap. Fed.
Nota de Red. : El achicamiento de espacio en las notas de Julian es únicamente por criterios de diseño gráfico ya que comparte la página con otro colaborador. Un libro no alcanzaría para volcar todo el conocimiento y claridad de las notas de Julian
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