Mucho se ha hablado sobre las variadas situaciones que antes y durante la elección en DAIA, se produjeron y sin restarle importancia a las mismas, prefiero no distraerme, y analizar que hace la DAIA para mejorar o por lo menos poner a resguardo, la vida de la Colectividad Judía Argentina , y realmente no veo mucho al respecto, solo quejas formales, posteriores a los graves acontecimientos vividos por ejemplo este ultimo año, donde la cuestión excedió a las pintadas intimidatorias y judeofogas, para pasar a ser manifestaciones de grupos violentos por todos conocidos, con el aditamento de la agitación de banderas del grupo terrorista Hezbollah , que pudieron llegarse a una oficina de un importante empresario y notable dirigente judío, también a las puertas de la AMIA y varias veces a la Embajada de Israel, todos con un alto grado de agresividad y violencia, y sin olvidarme del ataque armado que se produjo contra los asistentes , al acto de conmemoración del 61 aniversario del Estado de Israel, el DIA 17 de mayo ultimo, donde se hirió y lastimo a varias personas, con el fin ulterior de atemorizar a la Comunidad judía toda, donde además tuvo que ser retirado del mismo , el Embajador de Israel, para proteger su vida, en lo que se denomino una zona liberada.
Además de ver diariamente que la seguridad que se brinda desde el gobierno nacional, a las instituciones judías, es prácticamente nula, aun menos es la dedicación del área de inteligencia del Estado, en evitar por lo menos que los agresores lleguen tan cerca de nuestras instituciones, y sin mas palabras en cuanto al control de las fronteras y puntos de ingreso al país, totalmente liberados para terroristas de distinta índole y procedencia, que no dejan otra cosa que pensar que la pasividad sugiere la complicidad de los máximos responsables de la seguridad nacional, durante tantos años, sin excusa valida y posible.
Abro el debate sobre si una conducción débil debe continuar rigiendo nuestros destinos o debemos pensar en una verdaderamente profesional, y únicamente comprometida con los intereses de la Comunidad Judeo Argentina toda, y no con los intereses personales de algún dirigente. Preguntándome además a quien esta beneficiando esta debilidad y la constante agresión de la DAIA hacia la AMIA.
Una muestra real de la falta de apoyo a esta conducción en la DAIA es que más del 75 por ciento de los fondos recaudados provienen de aportantes no judíos. Las verdades de los hechos hablan más fuerte que las palabras.
Convocando a todos a participar de la vida comunitaria, los saludo respetuosamente, Shalom.
Jacobo Tokenberg
C.A. Buenos Aires
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