Comunidades


Periódico Judío Independiente
Sucot y sus contrastes
En la fragilidad esta la fortaleza

Por Rabino Yerahmiel Barylka, especial para Comunidades
El contraste entre el festejo de Sucot en Israel y en los países de la Diáspora
es tan grande que llega a ser inconmensurable.
Las sucot se construyen en Israel en todos los espacios y no son potestad de los
judíos que se preocupan por cumplir todas las mitzvot. Un gran porcentaje de
judíos que se ven a sí mismos seculares, tienen sus sucot, y muchos otros
también sus cuatro especies características de la fecha. Por suerte, los precios
de los arba minim( cuatro especies ) son accesibles para la mayoría de la población y ello permite
que prácticamente todos puedan tener los suyos.
Las sucot están en todos lados, en los jardines, en los balcones, en las
azoteas, en los estacionamientos. En un mismo edificio pueden verse varias, de
todos los tamaños y colores.
Sin embargo, en la diáspora, muchos que podrían construir una (hoy hay modelos
plegables y económicos que ni exigen de muchos esfuerzos), no lo hacen. Algunos
de ellos sienten vergüenza de tener que explicar a sus vecinos qué son esas
casuchas que afean los hermosos edificios.
En la ajenidad, las sucot se postergan, los invitados no llegan, ni siquiera
esos que no se ven y que se convocan desde la lectura de sus nombres del Sidur.
Sucot así pierde su fuerza, su belleza y su alegría. Se le diluye el simbolismo.
Se ausenta su belleza. Y, las cuatro especies alcanzan precios inaccesibles, por
cuanto muchos medran con ellos, así más no sea para sus instituciones,
excluyendo a muchas personas de tenerlas.
Pero, el fenómeno no es nuevo.
Pese a que en Reyes I - 1:8, encontramos una descripción de la fiesta de Sucot
en la época del rey Salomón cerca de la fecha de la inauguración del Primer Templo, en
todas las Escrituras, sólo encontramos una imagen de la celebración, de la
construcción de las sucot y de habitar en ellas, en Nejemia 8:14-18. Allí
podemos leer: "«Vayan a la montaña y traigan ramas de olivo, de olivo silvestre,
de mirto, de palmera y de todo árbol frondoso, para hacer sucot, conforme a lo
que está escrito.» De modo que la gente fue y trajo ramas, y con ellas hizo
sucot en las azoteas, en los patios, en el atrio del templo de Di-s, en la plaza
de la puerta del Agua y en la plaza de la puerta de Efraín. Toda la asamblea de
los que habían regresado del cautiverio hizo sucot y habitaron en ellas. Como
los hijos de Israel no habían hecho esto desde los días de Iehoshúa hijo de Nun,
hicieron una gran fiesta".
El versículo “Como los hijos de Israel no habían hecho esto desde los días de
Iehoshúa bin Nun, hicieron una gran fiesta" provoca que el Talmud se pregunte:
¿Acaso no se levantaron sucot hasta Ezra?, interrogante que permite
un amplísimo y muy interesante desarrollo exegético.
Hay quienes, como Najmánides, que suponen que Sucot realmente no se festejó
porque el pueblo había bajado en su categoría espiritual y quienes, que
concluyen que en la época del regreso a Sión, los festejos fueron majestuosos y
populares al grado que nunca habían alcanzado. Que la lectura de la Torá fue la
que motivó a los ex cautivos a traer las ramas desde las montañas y hacer con
ellas sucot en las azoteas, en los patios, en el atrio, etc. El Cuzari (libro
del sabio Rabi Yehuda Halevi) va más lejos aún cuando nos dice que se trata de
un elogio a quienes expulsaron a las amonitas y moabitas y a sus hijos con gran
dolor para obedecer la norma. Esta fiesta fue gigante porque toda Jerusalén se
cubrió de sucot, y se hizo con la alegría de los preparativos compartidos por
todos.
Como que no es lo mismo sacar las sucot a las calles sin vergüenza de los
extraños que ponerlas en los patios interiores. La fiesta de la alegría se puede
percibir únicamente si se hace pública. Casi como las velas de Janucá, fiesta en
la que podemos encontrar también paralelismos con Sucot.
El Talmud intenta sacar el versículo del contexto y decirnos que la
comparación entre las épocas del ingreso del pueblo de Israel a su Tierra y la
del regreso de los Cautivos de Babilonia, viene sólo a enseñarnos la
santificación de la Tierra de Israel con la restauración de los años sabáticos,
los jubileos y la santificación de la tierra después de lo que sufriera con la
destrucción del Templo. E inmediatamente después, nos trata de explicar que en
realidad no se trata de una comparación histórica, sino de un instante
espiritual y según ello debemos entender que Ezra oró por anular al instinto
maligno y quitarlo del mundo, logrando que protegiera al pueblo como si fuera
una sucá.
Las tres veces en las que las Escrituras, usan la fórmula "No se hizo así… desde
los días de…", son la descripción de la fiesta de Pesaj en la época de Iehoshiau
(II Melajim 23), la de sucot en la época de Shlomó (I Melajim 8) y en nuestro
caso en Nejemia, se refieren a una verdadera revolución espiritual llevada a
cabo en esas circunstancias. En otras palabras. No son referencias históricas
que describen cantidades o acciones pintorescas, sino a un instante en el que
las espiritualidad, la religiosidad y la fe se destacaron por su intensidad. Hay
quienes encuentran un paralelismo en la descripción del festejo de Sucot en la
época de Ezra con la revelación de la Torá en el Sinaí.
Durante la celebración en la época de Ezra, se trajo la Torá y se leyó de ella,
se estudió y se volvió a aplicar. Tal como no sucediera desde la época de
Iehoshúa, desde los días de la Revelación.
La sucá nos permite estar bajo la sombra de la fe, dicen nuestros sabios.
Algunos de ellos llegan a afirmar que es un acto contra el paganismo que
demuestra la decisión de anularlo definitivamente. Ellos se remontan a la
elección de Iaacov y Esav, uno de ir hacia Sucá, de estar en cabañas, el otro, a
Seir, el primero a recibir la Inspiración Divina, el otro al mundo del paganismo
(Bereshit 33:16-17). Iaacov estuvo en sucot verdaderas, y nosotros seguimos sus
pasos.
Que esta fiesta de Sucot nos permita exclamar que como la presente no tuvimos
ninguna hasta ahora, en la que la santidad nos rodea, nos da fuerzas para
apartarnos del paganismo de nuestras acciones, y nos reúne con H' nuestro D-os,
con fe y disposición para estudiar la Torá y seguir sus mandamientos.



Número 468
Página Principal
Nros. Anteriores
Imprimir Nota

Comunidades
Periódico Judío Independiente

www.comunidades.delacole.com
E-mail: periodicocomunidades@gmail.com

Editores y Directores
Dr. Alberto J. Rotenberg - Prof. Natalio Steiner

Domicilio Postal
Casilla de correo Nro. 49 - (1872) Sarandí - Prov. de Bs. As

Teléfonos
4864-8738 (por la tarde)

Representantes en el Interior
Villa Angela (Chaco): Jacobo Garber - Moisés Ville (Santa Fe): Pedro Balhorn. Tel.: (03409) 42-0189.
Rosario: Saúl Bloj. Tel.: (0341) 433-1254. - Concordia: Batia Enguelberg. Tel.: (0345) 421-9822

Difundimos gratuitamente todas las actividades comunitarias.
Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial de los artículos de este periódico sin mencionar su origen.
La notas firmadas no representan necesariamente el modo de pensar de los Directores.

Registro Propiedad Intelectual
Nro. 206.708