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Periódico Judío Independiente
Uganda: Los que eligieron ser judios
Ubicada entre terrenos accidentados y los valles de Uganda Oriental vive una Comunidad de 500 ugandeses
negros que practican el judaísmo, observando las festividades judías, cantando canciones hebreas,
preparando sus comidas bajo las leyes del kashrut y manteniendo el Shabat como día santo. Todo esto lo
vienen realizando desde hace generaciones.

Guiados casi exclusivamente por la Torah, sus sinagogas, generalmente hechas de chozas de barro, se hallan
situadas en cuatro pueblos diferentes en las afueras de una ciudad llamada Mbale.

La Historia y Cultura del Abayudaya ¿Por qué los negros ugandeses practican hoy el judaísmo
integrados en una Comunidad?

A principios de este siglo, un renombrado líder llamado Semei Kakungulu se resistió a la conversión tanto por
parte de los colonialistas europeos (protestantes) llegados de Inglaterra, como a la de los misioneros
cristianos franceses llegados de Argel (cristianos).

El establecimiento y el triunfo final del cristianismo sobre la religión indígena y el Islam, fueron debidos en
los años 1890, a la llegada de los británicos y también a la de los misioneros protestantes.

Los capitanes F.J.D. Lugard y J.R. MacDonald, representantes de la Empresa Imperial Británica Africana
del Este, ayudaron a derrotar a los musulmanes para convertir a Uganda en una nación cristiana. Sin embargo,
el cristianismo apareció en Uganda con un aspecto occidental. No sólo se quiso enseñar los principios de
la religión cristiana, sino que también se aspiró a inculcar la civilización occidental y desarraigar la
idiosincrasia local.

Además, el cristianismo tenía un objetivo político directo.
La población local denominó “Abangereza” a los misioneros protestantes quienes vinieron de Inglaterra,
y “Abafaransa” a los misioneros católicos quienes vinieron de Argel, apoyados por Francia. Desde el
principio, los dos grupos lucharon por posiciones claves e influencias dentro del estado.

Posteriormente, en el principio del siglo XX, otros movimientos religiosos comenzaron a aparecer
desprendidos de éstos. Se habían separado de la iglesia cristiana por motivos religiosos, sociales y políticos.

Ellos se opusieron a la administración británica y a la superioridad del blanco dentro de la jerarquía de la
Iglesia y exigieron el establecimiento del mando Africano. Además, leyendo la Biblia traída a ellos por
misioneros, se sorprendieron de notar las diferencias existentes entre lo que estaba escrito y el modo en que
esto fue llevado a la práctica por las iglesias establecidas.

La Comunidad Abayudaya (el pueblo de Iehudá) provino de uno de estos grupos discrepantes. Su fundador, Semei
Kakungulu, se separó de la iglesia, al principio debido a una pelea personal con los británicos. Posteriormente,
su adhesión al Antiguo Testamento lo condujo paso a paso hacia el camino del judaísmo.

Semei Lulaklenzi Kakungulu su padre, fue una de las personalidades más importantes en la historia de Uganda.
Un comandante militar, valiente y talentoso, un verdadero político, Kakungulu nació en el Reino Koki,
hijo de Semuwemba de la tribu Ganda quien había emigrado de Uganda, antes que él pudiera ser designado como
Primer Ministro, cayó víctima de un complot en el Tribunal Real y junto con su esposa fueron ejecutados.

Sus descendientes fueron tres hijas y siete hijos, uno de ellos era Semei Kakungulu. Este era un inmejorable y
famoso militar, continuó sus luchas y esfuerzos para ganarse el reconocimiento de los británicos para
convertirse en Rey, pero esto no sucedió. Eventualmente, comprendió que, a pesar de todos sus esfuerzos, no
alcanzaría el reconocimiento como jefe de su propio reino y que, de hecho, él simplemente había sido usado
como un instrumento para facilitar el establecimiento de los británicos en Uganda.

En 1913 la amargura y la decepción hicieron que dimitiera de sus posiciones en Busoga y volviera a
Mbale, abandonó sus actividades militares y comenzó a concentrarse en los asuntos de la fe y la religión. En
este campo, también Kakungulu demostró su audacia y su independencia.
Durante largos períodos Kakungulu comenzó a estudiar y meditar sobre el Antiguo Testamento. Su actitud era muy
estricta y exigió la observancia de todos los mandamientos incluyendo la ley de circuncisión.

En 1919, Kakungulu fue circuncidado y a su vez él circuncidó a su primer hijo con el nombre de Yeuda, a su
segundo hijo a los ocho días del nacimiento, lo llamó Nimrod (Nimulodi), posteriormente circuncidó a todos sus
hijos e impulsó a sus partidarios y miembros de su familia a observar este rito. Muchos de ellos lo
hicieron así. Kakungulu mostró su devoción poniendo a sus niños nombres bíblicos como: Yehuda, Israel, Nimrod,
Abraham, Jonah, y Miriam.

La circuncisión de Kakungulu y de sus hijos exigió que sus seguidores también observaran esta práctica. En
1922, Kakungulu compiló un libro especial de reglas y rezos para los miembros de su comunidad. El libro, de
noventa páginas, era en realidad una guía de la religión judía y un manual para los profesores de la comunidad.
En ello, Kakungulu exigía la fe completa en el Antiguo Testamento y todos sus mandamientos como la base de su
religión.

En 1923 construyó un pequeño templo para él y sus seguidores cerca de su casa en Pangama. Respetaron el
shabat de manera estricta, y los infractores fueron castigados con severidad; preparaban su alimento los
días viernes para tenerlos listos el sábado, y comenzaron a trabajar los domingos.

Número 463
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