Al árbol hay que regarlo de pequeño y a la flecha lanzarla en la dirección correcta, de lo contrario, será muy difícil encaminarla luego.
Los primeros años de vida son fundamentales en el desarrollo cognitivo, emocional y espiritual de nuestros hijos. Cada etapa de formación es fundamental para poder desarrollarnos como judíos inmersos en una sociedad compleja y a su vez sofisticada y contradictoria.
Escribo esta carta por mi gran preocupación, que la comparto también con otras madres con las que estuve conversando, acerca de la educación de nuestros hijos. Son pocos los modelos educativos actuales que complementan una buena formación judaica con la excelencia académica a nivel secular. Se tiende a descuidar uno de los ámbitos, en vez de integrarlos.
En las academias de estudio para morot hay cada vez menos alumnas, y de hecho, son pocas las instituciones que brindan esta formación ¿Qué morot tendremos para nuestros hijos? .
Se le ha restado importancia a la lengua hebrea, tan sagrada y a su vez parte de la identidad de nuestro pueblo. El inglés pasó a ser parte integral de la educación y el hebreo algo optativo, agregado. Si bien el inglés es un idioma que precisamos por el fenómeno de la globalización, etc., no por ello debemos reemplazar al valor milenario del hebreo con él.
En las instituciones muy observantes, se cuenta con una educación meramente de Yeshivá, muchas veces no prestando atención a la parte oficial tan necesaria para poder brindarles a nuestros hijos un oficio u profesión a futuro para que puedan ganar su sustento dignamente. Como dice la Mishná ,entre otras cosas, debemos enseñarles a nuestros hijos a pescar y no darles el pescado servido.
A la inversa, en otras instituciones se centraliza toda la mayor atención en la enseñanza secular, dejando para lo último la formación judaica.
¿No podemos brindarles a nuestros hijos una formación que les permita vivir inmersos en nuestra milenaria tradición y a su vez capacitados para enfrentar el día a día armoniosamente? ¿Hay alguna institución, autoridad, verdaderamente interesada en la educación?
Es necesario tener una continuidad en los contenidos, incentivar la formación de morot capacitadas tanto en el conocimiento de la Torá como en el ámbito pedagógico, proyectar un mejor futuro para nuestros hijos. La elección de a qué colegio mando a mi hijo, no puede ser por descarte.
Quiera Di-s que las autoridades comunitarias tomen conciencia del tema y actúen en consecuencia. En lugar de crear discordias entre comunidades y despreciar las diferencias, unamos nuestras fuerzas en pos de nuestros hijos y de la continuidad de nuestro pueblo.
Carolina Dzembrowski
Cap. Fed.
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