En una entrevista exclusiva con Comunidades, Carlos Escudé, especialista en política internacional, nos dio su visión de los principales temas a nivel mundial, la participación argentina en la agenda internacional y las próximas elecciones en los EE.UU.
¿Cuáles son los principales temas hoy a nivel mundial?
Los principales temas son las guerras de Irak y Afganistán, el terrorismo islamista, la proliferación nuclear, el precio del petróleo, el precio de los alimentos y la incipiente crisis económica norteamericana, que todavía no es recesión.
¿Cómo está Argentina en la agenda internacional?
Con excepción del terrorismo islamista, que ya golpeó en la Argentina en 1992 y 1994.Nuestro país es periférico en el mundo, y también en la agenda internacional. La Argentina cuenta con poco y, en lo inmediato, la mayor parte de los principales temas de la agenda le afectan poco, al punto que mi listado de temas le parecería absurdo al argentino medio, para quien el peligro de la proliferación nuclear es sólo una paranoia yanqui.
¿Cuáles son, hoy en día, los principales temas a nivel internacional para la Argentina?
El tema principal en nuestra agenda internacional es nuestra dependencia energética frente a Bolivia y Venezuela. En un segundo lugar están nuestras relaciones con Chile, afectadas por nuestro incumplimiento en las exportaciones de gas, con Uruguay, afectadas por los ambientalistas de Gualeguaychú, y con Brasil, que son las más importantes de todas. Un lugar importante también le corresponda a las negociaciones de la deuda con l con el Club de París. Multilateralmente, las negociaciones en el seno de la Organización Mundial de Comercio para la reducción de los subsidios al agro, también son importantes. Finalmente, la cuestión Malvinas no parece importante, pero la gente y la cancillería consideran que sí lo es.
El próximo 4-11 se realizarán elecciones en EE.UU., en busca del 44º presidente. El senador Barack Omaba, tras derrotar a Hillary Clinton, será el candidato por los demócratas, mientras que gobernador John McCain será el hombre por el lado de los republicanos para reemplazar a George W. Bush.
¿Cómo influiría en Argentina si Obama gana las elecciones ?. ¿Y si el vencedor es McCain?
En lo que tiene que ver con Argentina, es prácticamente indistinto que el vencedor sea Obama o McCain.
¿Qué cambios habría a nivel mundial?
Es casi seguro que tanto Obama como McCain ordenarán un retiro al menos parcial de sus tropas en Irak, porque el doble frente afgano-iraquí compromete a casi todos sus efectivos terrestres. La política interna estadounidense impone un límite a la movilización de soldados. Si en las circunstancias actuales se produjera una emergencia militar en otra parte del mundo, los norteamericanos sólo podrían hacerse presentes con fuerzas navales y aéreas. Hay un vacío potencial de poder, que invita a otros países a la aventura militar. A esto hay que añadir la necesidad de fortalecer el frente afgano. Por eso, con Obama o McCain, se impone una reducción de la presencia en Irak. Sin embargo, incluso esta certeza es relativa. Si el eventual retiro norteamericano de Irak condujera a una expansión iraní y a una seria amenaza para Arabia Saudita, los costos del repliegue podrían ser excesivos. Por eso, George W. Bush se apresura a negociar con Irán. Acepta, en principio, la idea de un cronograma para el retiro de tropas. Por la misma razón, ninguno de los candidatos se ha pronunciado de manera tajante sobre la magnitud de las fuerzas que dejará en Irak. Una vez derrotada Hillary Clinton, Obama moderó su postura. Reconoce que, si es presidente, dejará fuerzas residuales en ese país, sin decir cuántas. En el otro extremo, McCain reconoce que EE.UU. debe retirar, por lo menos, 70 mil soldados de Irak. Esta convergencia parcial no sorprende a los especialistas que saben que la política exterior norteamericana poco depende de la voluntad e ideología del presidente. Poderoso entre los hombres, su impotencia ante la historia se parece a la del maquinista de un tren bala. No diseñó su equipo ni el entramado de vías, pero debe maniobrar entre locomotoras que por momentos entran en curso de colisión.
¿Cuál sería la política para los países latinoamericanos?
Pocos cambios. México es un país crucial para EE.UU.. Colombia también, por motivos negativos: la droga colombiana que llega a Estados Unidos. Brasil, por su dimensión, es potencialmente importante y no puede ser descuidado. Pero lo demás es totalmente secundario.
A fines de julio, Barack Obama viajó a Israel en busca del “voto judío” de los estadounidenses en las próximas elecciones. En su viaje de 36 horas, el senador visitó el Yad Vashem, el memorial en Israel del Holocausto judío, y también estuvo en Sderot, una de las localidades que más sufre los constantes disparos de cohetes desde Gaza por parte de los palestinos y dijo: “Si alguien disparara cohetes en mi casa, donde vivo con mis dos hijas, haría todo lo que estuviera en mi poder para detenerlos, y espero que Israel haga eso mismo”.
Además, en una reunión con el presidente Shimon Peres, aclaró que el objetivo del viaje (que contó con una gira de ocho días por siete países de Medio Oriente y Europa) era “reafirmar el vínculo especial entre Israel y Estados Unidos y mi permanente compromiso con la seguridad de este país”.
Sin embargo, el periodista Carlos Escudé nos comentó que Obama podría no ser la mejor opción presidencial para la relación entre Estados Unidos e Israel.
¿Qué cambiaría en el conflicto del Medio Oriente si es elegido el candidato demócrata?
Si eligen a Obama, puede peligrar la alianza con Israel. Hay que recordar que durante los primeros 20 años de independencia de Israel, EE.UU. no fue su amigo. Esta es una cuestión muy delicada.
Justamente, en su viaje Obama habló de la amenaza iraní y de su compromiso a la seguridad de Israel, ¿cómo será la relación entre estos países, en caso que Obama gane?
En estas cosas, hay que ver para creer. Obama está tratando de ganar las elecciones, por eso se corre al centro. Pero es posible que una vez en el poder, su actitud hacia Israel no sea tan positiva como la de Bush. Pero todo es posible. No se puede descartar que cumpla con su promesa, en todo caso, para Israel me parece más confiable McCain.
No podíamos dejar de preguntarle a Carlos Escudé un tema fundamental para la comunidad judía argentina: el atentado contra la AMIA y el pedido de ruptura de relaciones con Irán por parte de los familiares de las víctimas.
¿Qué análisis hace del pedido de los familiares? ¿Cree que es posible una ruptura?
La ruptura es “posible”, pero por motivos políticos no es probable. Yo hubiera querido una ruptura en tiempos de Menem, que no se dio. No obstante, el nivel de las relaciones es muy bajo: a diferencia de la mayor parte de los países europeos, desde la crisis en la relaciones generadas por el atentado, no hay embajador argentino en Teherán, ni embajador iraní en la Argentina: sólo encargados de negocios ad interim: Mario Enrique Quinteros por nuestra parte, y Mohsen Baharvand del lado iraní. Por otra parte, los familiares olvidan la casi segura corresponsabilidad Siria en el atentado, que es y fue siempre la cuestión más relegada en la investigación. Una consecuencia total exigiría la ruptura de relaciones con Irán y Siria. Políticamente es imposible.
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