Para aliviar la escasez de productos de primera necesidad en los países en vías de desarrollo, algunos científicos están trabajando en el desarrollo de cultivos de rápido crecimiento, y que tienen un valor nutricional alto.Pero la ingeniería genética utilizada para producir cultivos que incluye el trigo es visto con desagrado por parte de grupos medioambientales.
Joseph Hirschberg, profesor de genética de la Universidad Hebrea de Jerusalén cree que "sin la ingeniería genética el mundo pasará hambre", agregando que "en la actualidad existe la hambruna debido a un desbalance en la distribución de comida". "Aunque existe un excedente de comida de un 10% en el globo, los países pobres no tienen los medios para conseguirlo….Es aquí donde comienza a haber escasez, que puede ser solucionada por las modificadas plantas genéticas.
El Prof. Tzion Fahima, quién enseña biología en la Universidad de Haifa, expresó que 600 millones toneladas de trigo son producidas anualmente en el mundo entero, de esta cantidad un 30% se pierde por plagas, parásitos y otros tipos de daños. "Durante la domesticación del trigo que comenzó hace unos 10.000 años, no todos los genes lograron alcanzar un grado de domesticación, es por ello que estamos tratando de desarrollar trigo con alto valor nutricional y especies que puedan crecer en países en vías de desarrollo, pero tomará un cierto tiempo hasta que países como Irán, Pakistán y algunos de Latinoamérica vean los frutos de la investigación", explicó el Prof. Fahima. "Estos procesos son muy lentos", agrega el Prof. Fahima, nosotros creamos nuevas especies por medio de métodos clásicos. Todo este procedimiento hasta que las nuevas especies crezcan podría tardar entre 10 y 12 años. Pero, organismos encargados de la modificación genética (GMO) se vieron enfrentados con acciones violentas por parte de grupos del medioambiente, grupos políticos, individuos en contra de la globalización, y grupos a favor de la salubridad pública, expresó Hirschberg.
"Estos grupos han desatado un negativismo contra GMO (Genetically Modified Organism) y por lo tanto les resulta imposible actuar en Europa o en el sudeste de Asia, en países como Tailandia" recalcó.
"Cuando los organismos ambientales comprendan que no se pude combatir la hambruna sin el GMO, recién entonces el progreso será más rápido, expresó Fahima.
En Israel es ilegal cultivar GMO, exceptuando en los laboratorios, donde existe una completa supervisión de las tareas, un vocero del Ministerio de Agricultura expresó, agregando que en la actualidad se continuará con esta política.
De acuerdo a Hirschberg, no se ha comprobado que la modificación genética sea dañina para la salud. "En Israel, ciertas investigaciones están conectadas con las llevadas a cabo en diferentes partes del globo que consisten en cultivar especies vegetales y aumentar su producción", dijo. "Existe una investigación básica que descubre nuevas características, nuevos genes y nuevos procesos en las plantas. Nosotros tenemos productores que crean nuevas especies de cultivo, Israel ocupa un lugar importante en la investigación del tomate…. China e India han legalizado la modificación genética en el algodón. Ello les permite aumentar su producción, llegando a duplicar desde la aplicación del GMO", explicó el Prof. Hirschberg.
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