Por Natalio Steiner
co-director de Comunidades
El ex embajador argentino en la ONU, Emilio Cárdenas, manifestó hace un par de ediciones, en un reportaje que le hiciera Comunidades, que la Argentina no tiene política exterior.Es cierto y en ese sentido se parece a Israel. Hace ya muchos años que el famoso ex secretario de estado de EE.UU., Henry Kissinger, expresó algo similar de Israel:Israel no tiene política exterior;sólo interior. Los intensos diálogos y encuentros entre Olmert y Bush, luego del golpe de estado terrorista del Hamas en la franja de Gaza, parecen validar esta acepción. Olmert y sus asesores, empecinados en salvar al peor gobierno de Israel en su corta historia, se deseperan por cualquier medida que retenga al Laborismo en la coalición. Por su lado Bush parece empecinado en querer demostrar que los fracasos norteamericanos en Irak pueden transformarse en éxitos políticos entre palestinos e israelíes encarrilando por la fuerza un moribundo proceso de paz. En ese sentido los norteamericanos ven dos alternativas: el mapa de Rutas de Bush ( 2002) y la llamada iniciativa saudita del mismo año pero aggiornada al 2007. Washington es conciente de la debilidad de Abu Mazen y de las debilidades de la conducción de Olmert pero esta situación le resulta más cómoda para conseguir los objetivos.
Como se recuerda el mapa de Rutas se sostiene en tres etapas : cese completo de la violencia palestina y la colonización israelí de territorios, surgimiento de un estado palestino en límites temporales y en la tercera etapa llegar a un acuerdo global y definitivo en todas las áreas problemáticas. Desde que el plan conoció la luz se encuentra en un sopor profundo. En gran parte porque los palestinos no hicieron el menor esfuerzo para controlar a sus terroristas y porque intentan desde el vamos arrancar concesiones por ahora imposibles para Israel en lo que tiene que ver con la división de Jerusalem, problemática de los refugiados palestinos, límites definitivos y futuro de las colonias judías. Esta fue la intención de la cumbre de Riad hacer unos meses: proponerle a Israel el caramelo envenenado de relaciones diplomáticas y reconocimiento ( no explicita paz ) a condición que Israel se retire de todos los territorios conquistados en 1967, incluyendo Jerusalem oriental y alguna compensación económica en materia de refugiados palestinos.
Es probable que Olmert, si continua en el gobierno,acceda a parte de estos requerimientos consensuados con EE.UU, Por ello no es raro que no habiendo logros visibles en la primera parte del Mapa de Rutas, se avance de golpe hacia la segunda etapa aunque con recortes cosméticos para ser mejor presentada. En política todo es posible. No sólo dejar a Sderot desamparada bajo el bombardeo criminal sino continuar con retiradas, como las de Gaza y sur de El Líbano, que lo único que han logrado es alimentar el apetito palestino. No podría esperarse otra cosa de un gobierno israelí como el actual que busca sobrevivir a los errores de la guerra de El Líbano a cualquier precio. Es sabido que los que se ahogan intentan arrastran hasta el fondo a sus posible salvadores
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