Posiblemente la aparición del texto “Shulján Aruj” (literalmente, la mesa está dispuesta), ha ejercido la mayor y más poderosa influencia sobre la vida judía en más de 400 años, desde su aparición.
Hasta el presente, la mayoría de los rabinos y estudiosos basan sus fallos en los fundamentos del “Shulján Aruj” en todo lo referente a la vida judía, en todas las diásporas de Israel y en la “Mediná”. El “Shulján Aruj” también se ha visto complementado con el libro “Mapá” )Mantel), del famoso Ramá (Rabi Moshé Iserlish de Cracovia, 1525-1572). Desde su impresión, el texto ha sido rodeado por comentarios de los mayores sabios de “Ashkenaz” (Alemania, Francia y Europa Oriental). El libro original, sin embargo, continua siendo el “Shulján Aruj” hasta el día de hoy.
Este texto compendia la ley judía en asuntos rituales y en relaciones interpersonales, es la base del código de vida judía. Desde aquella aparición se puede ver que los sabios de “Ashkenaz” reconocieron pronto la importancia del “Shulján Aruj” y la grandeza de su autor.
Los sabios pronto percibieron la importancia de aquel código talmúdico para el mundo judío en general, incluyendo al ashkenazí. Sin embargo, consideraron necesario adosarle al Shulján Aruj también los “psakim” (fallos) de los rabinos de ese origen, así como los usos de Ashkenaz.
Rabi Iosef Caro nació en España, en la ciudad de Toledo, en el año 1488, cuatro años antes de la expulsión de los judíos de España.
Su padre Rabi Efraim Caro , quien partiera de España junto a todos los expulsados, primero arribó a Portugal junto a su familia y a su pequeño hijo Iosef.
Pero tampoco en Portugal permanecieron durante demasiado tiempo, puesto que allí los persiguió la inquisición. Y así fue como la familia más tarde llegó a Turquía. También en esa tierra el rabino Iosef Caro deambuló de una ciudad a otra. Y así los historiadores señalan que vivió en Andrinópolis, Nicópolis, Salónica y, posiblemente, también en Constantinopla.
En Andrinópolis Rabí Iosef Caro ya tenía una gran “ieshivá” (Academia Talmúdica), y allí también había comenzado a escribir su famosa obra, el “Beit Iosef” (la casa de Iosef) que al principio fue un texto que explicaba el libro“Tur” (código elemental de las leyes judías) ,en el año 1522. Esta obra concluyó posteriormente en la ciudad de “Tzfat” (Safed) y precisamente dio origen, más tarde, al “Shulján Aruj”.
Tomando como base el comentario al “Tur”, elaboró, Rabi Iosef Caro un sistema de codificación, que desarrolla las diferentes leyes rabínicas y los fundamenta en el Talmud. Trae además, una síntesis de opiniones rabínicas diversas y las analiza para dar finalmente su opinión.
Tardó más de veinte años en escribir el “Beit Iosef” y otros doce, aproximadamente en revisarlo, hasta que en 1555 lo presentó en público.
Por aquella época muchos judíos y rabinos sefardíes famosos comenzaron a establecerse en Eretz Israel. Jerusalem y Safed entonces se convirtieron en afamados centros de la Torá. En especial “Tzfat” (Safed), devino en la ciudad de los cabalistas.
Rabi Iosef Caro, que había soñado con afincarse en Eretz Israel, en 1536 arribó a Safed con sus florecientes 48 años. En esa ciudad vivió hasta el año 1575, cuando murió el 13 de Nisán a la edad de 87 años. Rabi Iosef Caro pudo ver cómo su Shulján Aruj pronto fue adoptado por todas las diásporas de Israel. Ello se debió a la razón, no menor, de que él había logrado una compilación sistemática y accesible de todas las leyes judías, a fin de que cada judío pudiera aprender por sí mismo una ley.
Señalemos con satisfacción, que esas mismas largas mesas del Shulján Aruj que la destrucción hitlerista arrasara en aquel lado del océano y que en el mundo sefardí desaparecieron por la emigración forzada de los países árabes, surgieron renovadas, tanto en Israel, en Europa de posguerra, como en América toda, donde cientos de miles de judíos se sientan en sinagogas, y “batei midrashim” y estudian una vez más, el mismo libro. Ni que hablar, que en todas las “ieshivot” del mundo, se estudia nuevamente el mismo fundamental texto o el “Kitzur (Abreviado) Shuljan Aruj” redactado por Rabí Shlomo Gantzfrid.
Admitamos que los centenares de miles de judíos en el mundo, que mantienen la “kashrut” y comen “kasher”,nuevamente lo hacen a la luz del Shulján Aruj.
Interesante resulta mencionar que algunos “kibutzim”, últimamente han introducido “casas de huéspedes kasher” y apelan a los observantes de la “kashrut” a acudir y disfrutar de un día festivo “kasher”, o “vacaciones” en el kibutz (si bien por razones de negocios).
Pero, ¿quién es el “mashguiaj” (supervisor) de la “kashrut” en los kibutzim? La respuesta es nuevamente: el texto “Shulján Aruj”.
Interesante es que este libro, ha sido reconocido por todo el pueblo. Es, por así decirlo, la carta magna de la vida judía en toda su diversidad a escala mundial, para todo judío observante. Si un judío desea casarse a la manera judía, la referencia es el Shulján Aruj. Para saber como se lleva a cabo una “levaiá” (funeral judío), nuevamente, es el Shulján Aruj.
Otrora era suficiente para los judíos con saber, que tal o cual ley se encuentra en ese libro para que la observaran con alma y vida. Huelga decir que un artículo, un párrafo del Shulján Aruj, era para los judíos mucho más poderoso que una orden de Napoleón o que un “ukaz” (Decreto) del Zar de Rusia.
Esta era la fuerza de la Torá. Y del Shulján Aruj que codificó el Talmud, hizo que cada judío común pudiera saber cómo conducirse según la Torá.
El gran erudito de la Torá, también escribió otros textos, entre los cuales podemos citar: “Kesef Mishné” (Doble plata o Doble deseo), comentario al libro “Mishné Torá” de Maimónides.
Sin duda, Rabi Iosef Caro, fue un gran luchador y hacedor por la continuidad y singularidad del pueblo judío y un digno miembro de su estirpe, que contribuyó enormemente a que el versículo: “Netzaj Israel lo Ishaker” (La perpetuidad del pueblo de Israel no nos defraudará), sea una realidad.
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