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ALEMANIA:VIAJE POR LAS CUEVAS DE LA MEMORIA
Por Noaj Klinguer, Yedioth Ajaronot
63 años ya pasaron desde que los alemanes perforaron algunas de las montañas para producir allí las armas secretas con las que Hitler pensaba cambiar el destino de una guerra ya perdida.Los judíos también fueron usados allí como mano de obra esclava. Un periodista israelí, que trabajó en dicho campo volvió a recorrer el lugar que se transformó en otro símbolo de la memoria colectiva.



Tenía 18 años cuando por primera vez entre al "Shtolem", el complejo de cavernas excavadas en la roca en el que los alemanes querían producir sus armas letales. 63 años ya pasaron y ahora cuando como periodista israelí vuelvo a pisar el lugar pareciera que sólo fue ayer cuando fui obligado a trabajar allí.De golpe me asaltaron las imágenes: las máquinas,los trabajadores, los guardias de los SS, los gritos de los esclavos. Cada vez que los SS pasaban frente a mí yo gritaba a la gente ya que me habían dado el cargo de director de trabajo algo que debería hacer con eficacia y velocidad. Los trabajadores no nos conocíamos entre nosotros y con dificultad sabíamos el nombre uno del otro. Sólo el destino nos unía. Los que de allí quedaron aún con vida pueden ser contados con los dedos de las dos manos. Muchos murieron por el trabajo pesado,otros por las largas marchas en esas montañas y túneles polvorientos y a otros se los llevó la ancianidad. Pero yo decidí volver a ver ese maldito lugar, el campo de Mitalbo Dora, lugar en el que estaba seguro encontraría la muerte. Y recuerdo todo. En este campo de concentración tan especial, y tan poco conocido,levantado en Alemania, los alemanes intentaron producir sus misteriosas armas que según ellos cambiarían el resultado de la guerra. Algunas de ellas fueron las famosas bombas voladoras V-1 Y V-2 que azotaron Londres.

El campo Dora no fue de hecho un campo de exterminio sino un campo de concentración y trabajo pero de hecho aunque no hubieran cámaras de gas no se diferenciaba mucho de Auschwitz no por lo menos en el trato a los prisioneros o en la crueldad de los guardias;no en la subalimentación y el trabajo esclavo de los prisioneros e incluso en el número de víctimas.Es dificil establecer el número preciso ya que miles de trabajadores fueron exterminados en campos cercanos sin identificación ,pero la estimación es que en el corto tiempo que el campo estuvo activo casi 30.000 de los 50.000 prisioneros que hubo fueron asesinados o murieron de enfermedades.

Sólo unas 10.000 personas murieron ya en la construcción del complejo en las cuevas de 15 km de extensión que fueron excavados en la roca, lejos de las cámaras fotográficas de los aviones aliados. En los meses en que el complejo estaba en construcción los prisioneros vivieron en condiciones espantosas.Trabajaban en turnos de doce horas, dormían poco en camastros de 4 pisos, sin ventilación adecuada, sin agua corriente y sin condiciones higiénicas elementales. Ellos tomaban agua contaminada de tanques que traían del exterior y hacían sus necesidades en estos tanques similares.

La vida tortuosa y sufrida la vivían entre nubes de polvo de los explosivos. No asombraba a nadie que murieran como moscas. El campo Dora empezó a funcionar en la primavera de 1944 cuando ya todo el mundo sabía que Alemania perdería la guerra. Tan sólo era una cuestión de tiempo. Unas cuantas bombas voladoras no detendrían la derrota de un país que enfrentaba a EE.UU. y la URSS. Sólo que Hitler y un grupo de fanáticos soñaban con una victoria imposible. La industria de las armas secretas que empezó a desarrollarse en 1943 en Penemunde fue transferida a Dora por los masivos y demoledores bombardeos aliados.Yo llegué a este campo el 30-01-1945 en el marco de la Marcha de la Muerte de Auschwitz (27-01-1945) luego de viajar durante 10 días en un carromato descubierto casi sin comida,agua y abrigo. Los alemanes armaron como un tren de carros donde ibamos unos 150 prisioneros.Los que sobreviviamos a esa marcha terminabamos sentados al lado de cuerpos inertes. Durante el transcurso del viaje un joven húngaro pidió que dijeramos Kadish por su padre y nos ofreció algo de pan que tenía escondido bajo su uniforme. Le pregunté al joven cuando había fallecido su padre y me dijo que tan sólo hace minutos.Este joven, Eliezer Zalnfreid sobrevivió y hoy vive en Haifa.

Al llegar a Dora los alemanes quisieron registrarnos. Sabía que por el caos de la retirada los prisioneros de los transportes se mezclaron y por ello yo me identifique como prisionero político.Esta iniciativa salvo mi vida por lo menos dos veces ya que con el paso de los días 3.600 trabajadores judíos fueron eliminados en una cantera secundaria. Un mes más tarde con la llegada de nuevos trabajadores los alemanes volvieron a hacer lo mismo . Gracias a una serie de milagros me transformé en un forbeiter, un director de trabajo, y tuve ciertos beneficios que los trabajadores comunes no tenían. Sin embargo no era fácil sobrevivir en Dora. Los "privilegiados" como yo obteníamos un pan por día, un paquete de margarina, panes y descansos más seguidos. Igualmente dormíamos en chozas primitivas y sucias levantadas en el corazón de la montaña aunque no estabamos exentos de las matanzas masivas y espontáneas.A pesar del apuro de los alemanes los prisioneros lentificaron el trabajo lo más posible en especial cuando los alemanes relajaban la vigilancia. Por otro lado los trabajadores no tenían experiencia y por lo tanto ni el ritmo ni el tipo de trabajo era adecuado a los esperado por los alemanes.Por falta de tiempo lo alemanes comenzaron a desarrollar el misil V-2 antes de tener resueltos los problemas de ensamblado. Por ello muchos de los cohetes estallaban en vuelo. De hecho el V-2 es el padre de los famosos misiles Scud. El Scud ruso (luego vendido a Irak, Siria y otros países ) fue desarrollado por ingenieron alemanes capturados por los soviéticos en 1945.

En el lugar en que funcionaba el campo Dora hoy existe una muestra. La exposición comienza a relatar hechos cuando Alemanía ya perdía la guerra. "Quisimos acentuar esto",dice el Dr. Wagner, director de la muestra, "para mostrar a los visitantes hasta donde llegaba el fanatismo de los nazis que estaban dispuestos a sacrificar a miles de alemanes en una guerra perdida de ante mano por no hablar de los miles de judíos y prisioneros políticos exterminados en los campos de concentración "como un último esfuerzo de guerra ".

Gran parte del complejo fue despejado de piedras y escombros ya que los soviéticos cuando lo capturaron decidieron taparlo..Los que visitan las cuevas van por un largo puente que va a atravesando los distintos lugares del complejo. Los visitantes entran al complejo por una puerta estrecha que no se ve desde el aire y que sirvió a los prisioneros para entrar y salir de las cavernas.

El 3-4-1945 cuando los soviéticos estaban cerca los alemanes nos sacaron a la luz. Nuestro corazón se llenó de alegría al ver que la cercana ciudad de Nordhausen se consumía en llamas por los bombardeos. "Finalmente ellos recibían algo" nos decíamos unos a los otros. El 4-04 los alemanes nos hicieron marchar 10 días hasta el campo de Ravensbruk. Faltaba un mes para la rendición y aún buscaban eliminarnos.

Acabo de visitar el campo Dora. Vuelvo ya no como trabajador esclavo sino como vencedor. Hoy ya me trataron de otra forma.


Número 413
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