Pocos días atrás regresé de un viaje largamente anhelado, a Israel.
Sin falsas vergüenzas, debo confesar que al tocar suelo israelí, me saltaron las lágrimas por la emoción, cuando repentinamente desfilaron a gran velocidad ante mis ojos las imágenes que automáticamente se entrecruzan al llegar a Tierra Santa y así fue como brotó desde el fondo del pecho un grito de incontenible alegría.
Lo que fui viendo posteriormente, me confirmó mucho de lo poco (antes creía que era mucho), que conocía del Estado de Israel, de su gente, de la convivencia con los “primos” árabes, sus ciudades, sus calles, avenidas, rutas, comercio, etc.
Al transcurrir los días me fui preguntando el porque de tanta desconocimiento si sigo permanentemente las noticias, los videos, los comentarios de los sucesos en suelo israelí. Sobre este tema volveremos ya que tiene muchas connotaciones...y una crítica.
La desconocida
Una de las primeras maravillosas impresiones fue que, siendo Israel histórica, bíblicamente escasa en agua potable, no podía creer que su suelo estuviera convertido en un vergel, Y no sólo en los kibutz, sino que las calles, avenidas y rutas estuvieran copadas por el verde de los árboles y plantas, con una exhuberancia de flores de todos los colores y de todas las procedencias. Milagros de la alta tecnología, o de un amor ancestral, casi visceral por la tierra.
Otro “milagro” es la intensa actividad industrial, laboral y comercial que se desarrolla, en especial por la gente más joven, los niños que al finalizar su escuela primaria ya se suman a la actividad económica buscando trabajo, aún si el nivel económico de su familia no lo requiere. Pero, es la toma de conciencia que sólo con trabajo, con sacrificio y tomando la vida en serio se puede, no sólo progresar, sino simplemente sobrevivir, especialmente en un país rodeado por millones de enemigos sedientos de su sangre. Y así es como se ve en sus calles jóvenes soldados (hombres y mujeres) que, aún estando de franco, llevan el fusil al hombro, dispuestos a todo para defender a la Patria.
Y todo esto sin olvidar ni desatender sus obligaciones con la religión. Así es común verlos en el Cotel (Muro de los Lamentos), con toda la emoción a flor de piel, hacer sus preces, con total contracción.
Un poco de memoria
Y ahora sí, como periodista, me veo en la ineludible obligación de hacer ciertas reflexiones que tal vez algunos interpreten como críticas, pero, en ese caso, aseguro que son con las mejores intenciones.
En este orden, me surgen mil preguntas.
Analicemos un poco el porque del odio de los vecinos, los “primos”, hacia todo lo que sea israelí. Y es Israel en buena parte el culpable.
En mi querida Ciudad de Formosa (Argentina), hay un gran cartel que expresa una verdad casi infantil: “sólo se ama lo que se conoce”·.
Y acá es donde falla el Gobierno israelí. Israel es la gran desconocida.
¿Por qué no se comenta que si en el Líbano aún existen los cristianos es gracias a la ocupación de 20 años por Israel que los protegió?
¿Por que no se informa sobre la cronología de los ataques? Un ejemplo, los árabes ofrecen una tregua aceptada por Israel, pero, la jihad sigue lanzando cohetes ¿entonces? Claro que si los israelies responden como corresponde, el arabismo los denuncia como agresores, apareciendo en todos los medios de comunicación del mundo con imágenes patéticas. Fue así como durante la última guerra no declarada se los mostró como “asesinos, masacradores de niños y mujeres” y nadie muestra que esas “pobres” víctimas fueron utilizadas por los “valientes” terroristas de Hezbollá, Hamás, Al Fatah y otros locos mesiánicos similares como escudos humanos y que a aquellos que se negaban ellos mismos los mataban.
Mientras tanto, los bombardeos sufridos por los israelíes, con cohetes tal vez adquiridos con el dinero que Israel mismo les destinaba de ciertos impuestos, sólo participaban de las noticias en unos pocos segundos.
¿Por qué no se recuerda que a pocos meses de instaurado el Estado de Israel, en 1.948, se le ofreció al mundo árabe participación en la alta tecnología que desde los cuatro puntos cardinales de la Tierra trajeron los pioneros a su, finalmente, reconquistada Patria nacional?
¿Por qué no se mostró al mundo la paz y tranquilidad con que los árabes viven, comercian y lucran en Israel, cuyo único problema somos los turistas que, incrédulos, los perseguimos para tomarles fotos o filmarlos?.
Faltan operadores periodísticos y políticos
Hay muchos ejemplos similares, sólo hay que hacer memoria.
Esto muestra una falta total de operadores periodísticos que sepan informar a la opinión pública, no la interna, sino a la externa, pero, sobre todo, que manejen un presupuesto, porque eso cuesta. Los árabes lo tienen y lo utilizan muy inteligentemente.
Esa es la gran diferencia.
En busca de más y mayores errores de la conducción israelí, no podemos dejar de recordar que durante seis años el terrorismo tuvo tiempo sobrado para reagruparse, rearmarse con las más modernas y abundantes armas, en fin, de organizar toda su logística, lavando el cerebro de quienes luego se inmolarían en la estúpida idea de ser recibidos en el Paraíso de las huríes (como si pudiesen existir tantas vírgenes),
En tanto, ¿qué hacía el Estado de Israel? Estaba pendiente de los avatares de las pequeñeces de la política interna. Al igual que los servicios de inteligencia, que de esto último demostraron muy poco. Casi tan poco como la “inteligencia” musulmana terrorista que no entendió que Israel no se quedaría con los brazos cruzados ante tan arteros ataques.
¿Otra? Que un Primer Ministro reconozca que cuenta con armamento atómico, es el mayor error que se le puede ocurrir a un pseudo político. Así le dejó la puerta abierta a sus enemigos para buscar lo mismo.
Humildemente pido que se tomen estas reflexiones en el mejor sentido; son de un judío que ama a la tierra de Israel, pero que, dada la distancia, cuenta con un horizonte, un panorama más amplio, sin fanatismos, que siempre son malos.
Toda raba y Shalom,
|
|
|
|
|
|
|
|
