Lo que encierra la causa a 14 años de cometida la masacre. Los ejes de la discordia. Irán y el futuro de la investigación
LOS VAIVENES DE UNA CAUSA QUE NO FUE
La tradición se repite ...como cada año. Ese año, no será la excepción. Una pequeña multitud se concentra en la esquina de Arroyo y Suipacha. La sirena marca las 14:45; la voz acongojada y escéptica de uno de los familiares de las 21 víctimas denuncia a "los mismos de siempre"; algunos anónimos yacen estoicos de pie, respetando a los muertos con el recuerdo; un círculo de representantes del gobierno argentino e israelí se hace presente, algunos pronunciando discursos que poco parecen reconfortar a la opinión pública. 14 son los años que pasaron desde aquel 17 de Marzo de 1992 en que la embajada de Israel voló. Algunas premisas, muchas más conjeturas, pero sobre todo, un profundo y recalcitrante sentimiento de hastío y resignación por la inoperancia con que los jueces manejaron esta causa que hasta ahora no vio ningún detenido tras las rejas.
Y al hablar de inoperancia, nos referimos a una investigación que a lo largo de su larga existencia, estuvo atravesada por un manto de sospechas por encubrimiento y falta de voluntad política. Como eje de las acusaciones, el otrora gobierno del ex presidente Carlos Menem y su aliada composición de la Corte Suprema de ese momento. Precisamente, esa Corte es la que emitió el recordado fallo judicial de mayo de 1999, a través del cual se atribuyó la responsabilidad del atentado al grupo pro iraní Hezbolláh y se libró una orden de captura contra el Libanés Imad Mughniyah, uno de los hombres más buscados del mundo, a quien se lo apuntala como comandante del brazo armado del Hezbolláh que ejecutó el acto terrorista que hizo estallar el coche bomba contra la sede diplomática de Israel en Argentina.
Desde entonces, si bien se fue agregando información de inteligencia, no se vieron grandes avances en la investigación. Es por ello que no sorprende cuando el periodista Raúl Kollmann sentencia que "la causa está muerta. Cualquier avance dependerá de que encuentren algún elemento vinculado a la pista internacional, algo que incluso - si se llegase a producir- sería difícil de probar: estamos hablando de que aparezca alguien que confiese. Y si no llegó en estos 14 años, veo difícil que aparezca ahora".
Sin embargo, la Embajada de Israel sigue con la línea argumental que ha venido sosteniendo a lo largo de estos últimos años: " No creo que la causa esté muerta. Si bien no salieron a la luz nuevos elementos, se está trabajando en muchos niveles, tanto desde el lado argentino como el israelí"- ataja el Agregado Cultural Lior Haiat. Tal es así, que a 14 años de la masacre, Lior Haiat confirma que existen suficientes pruebas como para incriminar a Irán como autor del atentado a través del Hezbolláh. ¿Las razones? "Atacar a Israel en cualquier parte del mundo. Y para ello, no necesitaron mucho más que un contacto que aparentemente provino de la Embajada Iraní en Buenos Aires".
¿El Gran demonio Iraní?
Kollman no es el único que arremete contra el mal manejo de la investigación. "No hubo una causa real; se la dejó morir casi desde el principio"- dirá el periodista Gabriel Levinas. A la hora de atribuir culpas, Levinas irá más allá y no sólo arremeterá contra el Tribunal Supremo argentino, sino también contra Israel: " Creo que esto fue una decisión política, un acuerdo político entre Israel y nuestro país para dejar esta investigación como está". ¿Los motivos? Utilizar el atentado como parte de una artillería política para demonizar a Irán, lo que también redundaría en beneficio para Argentina, envuelta en una ola de acusaciones por la supuesta participación de fuerzas locales.
Pero si echamos una mirada al escenario político internacional vigente, razones no faltan a la hora de incriminar a Irán. Los explosivos discursos propinados recientemente por el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad contra Israel negando públicamente el Holocausto, y aduciendo que dicha nación del Golfo Pérsico hará todo lo posible para “borrar a Israel del mapa”, muestran a las claras un verdadero sentimiento antisemita, intolerante, y antidemocrático. El tema nuclear está en el telón de fondo del conflicto. Estados Unidos y Europa vienen presionando a Irán por el desarrollo de su energía nuclear, mientras Teherán - como respuesta- acusa fines pacíficos para su desarrollo. Un argumento que no convence a muchos. Tal es así, que ya el canciller israelí, Silvan Shalom, advirtió que Irán quiere destruir a Israel con una bomba atómica que podría fabrica en seis meses".
El enfrentamiento está en su punto más álgido y los temores en la comunidad judía comenzaron a suscitarse. "Desde la Embajada de Israel en Argentina, Lior Haiat advierte la necesidad de que el mundo judío tome conciencia de que la política iraní no es solo antiisraelí, sino que está dirigida directamente contra occidente. "El mundo tiene que entender de que Irán es una amenaza para todos, tanto en Argentina como en otras partes del mundo".
Para Kollmann, hoy en día los atentados tienden a tener relación con la posición política que adopten los países. En este sentido, si bien Argentina no se ha inmiscuido en el conflicto con Irak, "actualmente está más cerca de EEUU en lo que hace al conflicto con Irán. Ello contribuye a generar cierta alarma, pero yo creo que hay otros países más expuestos que nuestro país en el escenario mundial".
Menem en el banquillo de los acusados
Si bien no descarta una posible vinculación, para Levinas, la supuesta responsabilidad de Irán en el atentado a la sede diplomática israelí en nuestro país, es "absolutamente imposible de comprobar". Además - agrega el periodista- "si algo caracteriza a los atentados perpetrados por Irán, es que éste habitualmente no sólo los reconoce, sino que también se vanagloria de ellos, jamás los ocultaría (en tanto que para los iraníes es un honor morir por "la causa"). Desde esta perspectiva, el haber negado la autoría del atentado a la Embajada, despierta en Levinas ciertos interrogantes sobre la culpabilidad de Irán. No obstante, el Agregado Cultural de la Embajada de Israel desecha tal tesitura. Según su apreciación, "el negar la responsabilidad por el atentado, debiera de llevar a que el gobierno de Irán coopere con la investigación. Sin embargo, ello no fue ni es así, lo que supone, que Irán tiene algo para encubrir".
Dentro de toda esta envestida contra el gobierno iraní, lo cierto es que se habla de un trasfondo económico asociado a negocios turbios y promesas de provisión nuclear a Irán en tiempos del por entonces candidato a presidente Carlos Menem, a cambio de fondos para su campaña electoral. Pero Menem infringió esos supuestos compromisos, y el atentado habría de constituir la venganza, el pase de facturas- propinado desde Irán a través del Hezbolláh- por esos incumplimientos. Un atentado coordinado supuestamente desde la Triple Frontera, con diplomáticos iraníes en Buenos Aires como contactos.
Para Carlos Susevich, representante de los familiares de las víctimas de la voladura a la Embajada de Israel, es incuestionable la responsabilidad de Irán en la comisión del atentado. No obstante ello, la duda que queda flotando en el aire, es si Irán a través del Hezbolá pudo haber tenido estructura suficiente como para realizar atentados fuera de Medio Oriente y a tan larga distancia, sin la influencia de Siria. "No es casualidad - para Susevich- que el ex presidente Menem haya dejado de lado un elemento de la investigación tan importante como éste"- dirá. Su origen sirio y los compromisos "políticos y financieros, políticos" que supuestamente existieron, son algunas de las presunciones que baraja Susevich como causantes de este "descuido" en la investigación.
Tiene la mirada cansada...pero no abatida. Por enésima vez, el portavoz de los familiares que arremete contra el gobierno menemista y sostiene: "Lo fundamental acá es llegar a establecer el grado de encubrimiento que incurrió un sector importante del menemismo". El nombre del ex - Ministro del Interior Carlos Corach, es el primero que pronuncia a la hora de repartir culpas. Pese a los años transcurridos, Susevich descarta rotundamente que la causa esté muerta." La causa sigue abierta. Existe la plena posibilidad de que recién ahora se retome las pruebas que quedaron intactas como para poder llegar a la verdad". Su optimismo lo atribuye a la actitud del gobierno de Néstor Kirschner que "ha dado muestras de querer tener otro espíritu de decisión política para investigar", así como a la "calidad y nivel" de los nuevos jueces que conforman la renovada Corte Suprema, que "están en las antípodas de la corte anterior".
Confiado y esperanzado, habla de un giro importante en la causa: "Podemos pensar que comienza un nuevo periodo en la investigación. Siempre quedan pruebas que se pueden retomar si hay decisión política. Lo iremos viendo en el transcurso del tiempo".
Su esperanza por momentos conmueve. 14 años han pasado desde que Carlos ha perdido a su hija Graciela; 14 años han pasado desde que el atentado impune se llevó la vida de otras 20 víctimas más. ¿Será que es el momento en que alguien piense en ellos?
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