Especial para Comunidades
Vaya si tuvo un final pobre. la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata concluyó con dos posturas enfrentadas en torno al ALCA : la del Mercosur-Venezuela que convino en ponerle un freno a las pretensiones de los 29 países pro ALCA, motorizados por los EE.UU., hasta tanto no se vislumbre un compromiso serio del gobierno norteamericano de eliminar los subsidios a su producción y a sus exportaciones agrícolas, sobre todo, aquellas que afectan a los países subdesarrollados. La discusión por el ALCA condicionó todo. El debate central sobre cómo combatir el hambre y la pobreza se esfumó. Precisamente este tema fue uno del los ejes del acto multitudinario de la Cumbre de los Pueblos, en la que movimientos sociales y políticos del continente se dieron cita en paralelo en el Estadio Mundialista del balneario manifestando un fuerte repudio a la política de Bush.
Dos escenarios contrapuestos: la Cumbre y la Anticumbre. Y junto a ellos, episodios de violencia se manifestaron con incendios y saqueos a locales comerciales en Mar del Plata y presuntas amenazas de bomba provocaron el paro de los subterráneos en la ciudad de Buenos Aires. Tiempo de caos, una misma persona en el ojo de la tormenta. Personaje controvertido, eje de intensos debates, protestas públicas y mediáticas tanto en nuestro país como en el mundo entero: George W. Bush.
En este contexto, Comunidades salió a la calle para indagar cuál es la percepción que tiene la gente del presidente norteamericano y su política. Su papel en la guerra de Irak, el precio de la alianza de EEUU e Israel, fueron ejes del debate. Opinan intelectuales, periodistas, gente común, judíos y no judíos.
Los desmanes acaecidos durante la visita de Bush no lo sorprenden. Sergio Kohen - médico de profesión y un gran apasionado seguidor de los acontecimientos en materia de política internacional- comparte el rechazo de gran parte del mundo hacia la política del presidente norteamericano que, según remarca, va de la mano de la agresividad de su política, la búsqueda comercial de un hegemonismo en el mundo, su fracaso en lograr una mejoría en el pueblo irakí tras la invasión de ese país, generando, por el contrario, una mayor hostilidad de su pueblo hacia su persona, mientras que las bajas norteamericanas lo desprestigian cada vez más. "Todo ello no hizo más que producir una franca declinación de su imagen tanto en izquierdistas acérrimos como en la ultraderecha de Europa y la Centroizquierda".
Sin embargo, su percepción es menos pesimista a la hora de pronunciarse sobre la alianza norteamericana con Israel, al calificarla como "positiva" para Israel, una alianza histórica que hace de la administración Bush una mera continuadora de la política exterior norteamericana de ayuda a la supervivencia de Israel para que no quede "sumergida en el mar islámico"; alianza histórica que se traduce -según Kohen- en que "EE.UU. siempre fue un invalorable bastión de apoyo a las posiciones adoptadas por Israel. Su influencia le ha permitido salir indemne en cuanta resolución desfavorable de la ONU pretendía castigarlo con razón o sin ella. Por su parte - agrega, refiriéndose a las ventajas de la alianza para Norteamérica- a EE.UU. le convenía un país democrático, como Israel que pudiera resistir el avance del comunismo durante la Guerra Fría en el Medio Oriente. Con ello se refiere a la guerra que por ese tiempo mantenía EE.UU. con la URSS, y cómo Israel se convirtió en un freno para las ambiciones imperialistas soviéticas de extender el comunismo en Medio Oriente.
Dicha posición es compartida por el escritor Marcelo Birmajer a la hora de referirse a dicha alianza: Aunque reconoce que el precio que debe pagar Israel por tener como único aliado a EE.UU. es la quita de independencia en la toma de algunas decisiones políticas, es "una alianza inteligente e imprescindible que le trae más que nada beneficios a Israel"- afirma. En relación a la visita de Bush , dirá que no ha visto una respuesta organizada de la comunidad judía en particular. Pero sí apuntalará contra " la persistencia en Argentina de sectores con voz pública que- refiriéndose a la intervención mediática del Diputado Miguel Bonasso y Diego Maradona como figuras representativas para la convocatoria a la Anticumbre se oponen a la democracia y que prefieren regímenes autoritarios o dictatoriales como los de (Hugo) Chavez".
Precisamente, Carolina Cifuento- una joven abogada marplatense - fue una de las que presenciaron y oyeron el discurso del presidente venezolano Chavez en la Cumbre de los Pueblos en su ciudad natal, repudiando entre otras cosas, la figura de George Bush, y "una política imperialista que no ha hecho más que traer hambre y pobreza en nuestro país y en el mundo entero"- comenta.
Si bien para el periodista y escritor Gabriel Levinas, el "excesivo" y marcado sentimiento anti norteamericano existente en nuestro país y en el mundo va más allá de la administración Bush, no duda en calificar a éste como un "personaje que demuestra lo peor del imperio, la prepotencia más grande, y que está haciendo valer el poderío norteamericano como nunca nadie lo ha hecho". Un personaje "siniestro" para la política argentina, pero también para el mundo, aun para Israel: "Por más que éste lo considere su aliado, Bush no es aliado de nadie"- señala. Para Levinas, el "peligroso" precio de esa alianza viene de larga data. En la medida en que Israel tuvo que incrementar la provisión de armamento a través de EEUU para poder defenderse de las agresiones de los países árabes, lo fue llevando a una economía desproporcionada a la dimensión de su país, y como consecuencia de ello, a una situación de endeudamiento tanto económico como político con Norteamérica "que termina pagándose. Nada es gratis. El remedio que consistió en fabricar armas para vender a otros países terminó siendo peor que la enfermedad- señala, para luego plantear a modo de interrogante: "Hasta dónde llega la autodefensa, y cuándo ésta se convierte en una especie de mecanismo del cual no se puede prescindir".
Según el sondeo realizado por CIMA (Consorcio Iberoamericano de Investigaciones de Mercados y Asesoramiento) para la Cumbre Iberoamericana de Salamanca, y que el analista e historiador Rosendo Fraga, Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría trae a la luz, Argentina es el país de Iberoamérica en el cual el presidente Bush tiene la peor imagen, con un 12 % (ver cuadro adjunto). Para el periodista Juan Salinas está "plenamente justificado" dicho resultado. "Bush tiene una política imperial, verdaderamente peligrosa"- afirma, para luego referirse al "terrible precio" que implica la alianza de EE.UU. con Israel: "La alianza nunca fue tan estrecha como ahora. Se ha formado una sociedad de hecho que tensa la cuerda hacia el fundamentalismo. Israel se ha convertido en su dispositivo ofensivo realizador de todas las tareas que no puede hacer EEUU".
Para el periodista Raúl Kollman la respuesta unilateral norteamericana de invadir Afganistán e Irak sin el paraguas de la ONU y del acuerdo internacional, y el mantener las tropas de dominio en ambos países, "hacen que los fundamentalistas tengan hoy mayores argumentos para convencer a miles y miles de personas con sus preceptos"- afirma. El triunfo de los sectores más duros en Irak en detrimento de los sectores más moderados, fue una de las más graves consecuencias de la política implementada por la administración Bush, según el periodista. "Esto trae aparejado un incremento del peligro y la inseguridad porque se trata de un modelo fundamentalista, antidemocrático y encima de agresión a Israel. La clave para Israel radica continuar avanzando en el proceso de paz y bregar por una conducta de convivencia en general con el mundo árabe".
En el otro lado del arco ideológico, el periodista Sergio Datillo se inclina a favor de la política norteamericana al resaltar su histórica defensa de la democracia y la libertad, "aún con excesos y errores e intervenciones bestiales en los asuntos internos de otros países". Pero de ninguna manera -aclara- la intervención en Irak puede estar incluida en este grupo de errores y excesos: "Desgraciada o afortunadamente creo que EE.UU. es el único bastión para impedir la expansión del terrorismo internacional". Para Datillo, la alianza estratégica entre Israel y EE.UU."va más allá del color político y el presidente norteamericano de turno. Israel representa para este último un faro de democracia en un mar de monarquías y despotismos que gobiernan a casi 1200 millones de árabes, mientras que Israel no tiene otra opción que ser el mejor amigo que tiene Norteamérica en esa región". Y es que con la "excusa de la Intifada y el odio antiisraelí de Irán e Irak y de todos los grupos terroristas de la región, se ataca a Israel posicionándolo como el hijo del Gran demonio norteamericano, pero lo cierto es que si no fuera socia, aliada o amiga de EEUU, seguramente igual la atacarían. El antiisraelismo es la nueva forma de antisemitismo"
Esta tesitura es compartida por Lior Haiat, Agregado Cultural de la Embajada de Israel en Argentina, para quien parte de la mala propaganda que tiene Israel en muchos países, entre ellos Argentina, remite a su alianza con Norteamérica. Aun así- aclara- " las buenas relaciones con Estados Unidos, hacen bien a Israel".
Y en materia de imagen, el analista e historiador Rosendo Fraga, se aparta de las posiciones anteriores, al sostener que la opinión pública argentina,- a diferencia de la europea,- no identifica a Israel con EE.UU. por la política de Medio Oriente, "salvo una minoría muy informada, por lo que - según sostiene- creo que todavía la mala imagen de Bush no afecta a la imagen de Israel en la Argentina".
Ahora bien, según subraya el especialista, ambos países enfrentan hoy día una opinión pública adversa no sólo en el mundo árabe, sino también en varios países de Europa y en algunos de América Latina, a través de la explotación de imágenes como la del ¨ fuerte contra el débil ¨ y el ¨ rico contra el pobre ¨ . Mientras que - continúa Fraga- en los años noventa, Norteamérica pagaba el costo internacional de su alianza con Israel - especialmente a partir de la Intifada-, desde el comienzo de la guerra de Irak, la situación pasó a ser a la inversa. Fue Israel quien comenzó a pagar el costo internacional de su alianza con EEUU: "Es que en los últimos cinco años, la imagen de EEUU en el mundo se ha deteriorado mucho y la de Israel se ha mantenido relativamente estable.
Sin embargo, afinidades históricas, culturales e ideológicas, así como necesidades estratégicas, hacen que ambos países, por lo menos en el corto plazo, no puedan prescindir uno del otro. El problema es que ambos enfrentan una amenaza sin precedentes en la era de la información de masas, de lo cual no hay precedentes y están perdiendo la batalla de la comunicación. Esta es la cuestión que EEUU e Israel deben replantear".
Con las manos vacías, el mandatario norteamericano emprendió el regreso a Washignton. La cumbre pasó sin pena ni gloria, dejando heridas abiertas entre los jefes de Estado, pero sobre todo, demostró un marcado antinorteamericanismo personificado a través de la figura de Bush en algunos; en otros- dentro de los que se encuentra parte de la comunidad judía -, el arrastre de un sentimiento de ambivalencia: como latinoamericanos, el predominio de una posición crítica hacia la política de Bush; como judíos, un mayoritario reconocimiento de los beneficios que trae aparejada la alianza para la supervivencia de Israel.
EL GOBIERNO DE BUSH EN AMERICA LATINA:
IMAGEN MAS FAVORABLE
Puerto Rico (78%)
República Dominicana (66%)
Perú (56%),
Panamá (54%)
Costa Rica (52%)
Colombia (51%).
IMAGEN MAS NEGATIVA
Argentina (12%)
Brasil (19%)
Paraguay (26%)
México (28%)
Bolivia (30%)
Uruguay (31%)
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