Comunidades


Periódico Judío Independiente
Aniversarios de Rabin (z”l) y Arafat
LEGADOS ENTRELAZADOS

Por Julián Schvindlerman
Especial para Comunidades

El presente mes de noviembre marca el décimo aniversario del asesinato de Itzjak Rabin y el primer año del fallecimiento de Yasser Arafat. El primero -un legendario militar, político y estadista- encontró la muerte súbita en manos de un descarriado hermano suyo en su propia tierra; el segundo –un terrorista internacional que asesinó a cientos de personas en todo el orbe- murió por causas naturales bajo el cuidado de los mejores médicos franceses en una clínica parisina. Ambos recibieron honores tras sus partidas en sendos funerales al que asistieron notables personalidades de la política internacional y fueron despedidos con emoción por prácticamente el mundo entero.

Que en sus iguales tributos en 1995 y en 2004, la familia de las naciones haya sido incapaz de diferenciar los legados de estos hombres dispares ciertamente ilustra cabalmente el trastoque de valores contemporáneo. Pero de manera más intensa aún refleja también el entrecruzamiento de tales legados, puesto que la percepción global de Arafat como un icono de la paz se debe en gran medida a las acciones de Rabin, a la vez que el hecho de que éste último sea hoy tan cuestionado obedece decididamente a las actitudes del primero.

Con el beneficio de la retrospectiva de doce años desde la génesis del Acuerdo de Oslo, incluso el más terco de los izquierdistas debería poder admitir que el experimento fue un fiasco. La cifra escalofriante de más de dos mil israelíes asesinados en atentados terroristas -desde aquella fatídica mañana de septiembre de1993 en la que el denominado proceso de paz fue inaugurado hasta su colapso en el año 2000 y desde el estallido de la intifada jihadista palestina hasta la actualidad- por sí misma debería cerrar todo debate al respecto. Y el más leal de los activistas partidarios debería poder reconocer que Rabin es en gran parte responsable de ello. Él era el primer ministro del Estado de Israel cuando el líder palestino fue rescatado del aislamiento político en que se hallaba luego de la Guerra del Golfo para ser transformado de revolucionario en estadista y legitimado como supuesto pacifista. Él fue quien accedió a permitir el ingreso triunfal de los luchadores de la OLP a Gaza y Judea y Samaria y quién les dio las armas de cuyos cañones saldrían las balas que cegarían las vidas de tantos israelíes. Él fue quién decidió compartir el Premio Nobel de la Paz con quien él mismo cierta vez definiera como el hombre que más sangre judía tenía en sus manos desde Hitler y Stalin. Y él fue quien toleró y hasta excusó la rabiosa incitación palestina contra los israelíes durante el período Oslo; caldo de cultivo del que en los últimos años ha surgido la nueva generación de kamikazes fundamentalistas.

A su favor, Rabin tuvo la visión de comprender la necesidad de la separación entre israelíes y palestinos aún cuando los pontificados de su canciller Shimón Peres sobre las virtudes de la integración seducían a importantes segmentos de la sociedad israelí y diáspora judía. Fue un pragmático rodeado de románticos en el gobierno cuyo realismo y aplomo han atenuado al menos parte de la herencia de errores que legó el canal de negociaciones secretas de Oslo que derivaría en los famosos acuerdos. Y desde ya que su trayectoria como reconocido militar y destacado político ha dejado sus muy positivas huellas en la historia del estado. Es por esto que uno tiene sentimientos encontrados a la hora de evaluar su legado: Rabin fue un gran prócer de la historia política y militar de Israel...y fue también un estadista mayor que cometió en Oslo su error cardinal.

Pero si de Rabin podemos decir que albergamos opiniones contradictorias, de Arafat definitivamente no. Su récord escandalosamente criminal, su intransigencia política, su estrechez mental, su desprecio hacia su propio pueblo y su descarnada maldad hacia los israelíes no dejan el más mínimo espacio para la consideración hacia su persona; mientras que su legado de corrupción, violencia, fanatismo y anarquía tornan en completamente indefendible su gestión dirigencial. Por su cobardía y necedad, los palestinos perdieron la oportunidad histórica de obtener un estado en bandeja de plata cinco años atrás. Por su extremismo y ensimismamiento revolucionario los palestinos vivieron bajo “ocupación” durante las décadas anteriores. Por su ineptitud administrativa y su centralizada manera de gobernar, hoy la Autoridad Palestina necesita más asistencia económica internacional que nunca. He aquí la Palestina que legó Arafat: bandas armadas que se atacan entre sí, terroristas descontrolados que atacan a Israel, homosexuales y sospechosos de colaborar con agentes israelíes que son matados a tiros en las calles, madres orgullosas de que sus hijos se inmolen por Allah, niños indoctrinados en el sendero de la guerra santa, corrupción, pobreza, desorientación nacional.

¿Pero no vamos a reconocerle su talento nato para la propaganda, su magistral manipulación de los distintos foros de la ONU para promocionar la causa palestina, el crudo pero efectivo uso del terrorismo espectacular, la transformación de los palestinos –según la elocuente caracterización de Thomas L. Friedman- de “refugiados necesitados de carpas en un pueblo en busca de independencia”? Sí, lo haremos. Pero no sin dejarnos de plantear hasta que punto todo ello fue mérito propio y hasta que punto el resultado del apoyo regional de los árabes y occidental de crédulos u odiosos simpatizantes. De todas formas, más allá de este posible reconocimiento, su legado actual es verdaderamente patético.

Noviembre marca una intersección en los aniversarios de las muertes de dos figuras cuyas vidas se han cruzado y cuyos legados están entrelazados. Al evaluarlos en retrospectiva, debemos tener presente una simple verdad: Rabin pecó por pacifista, Arafat por belicista. Esta diferencia esencial, esperemos, sea tenida en cuenta por el veredicto de la historia; la que, en última instancia, tiene la palabra final.

Octubre de 2005
Página Principal
Nros. Anteriores
Imprimir Nota

Comunidades
Periódico Judío Independiente

www.comunidades.delacole.com
E-mail: periodicocomunidades@gmail.com

Editores y Directores
Dr. Alberto J. Rotenberg - Prof. Natalio Steiner

Domicilio Postal
Casilla de correo Nro. 49 - (1872) Sarandí - Prov. de Bs. As

Teléfonos
4864-8738 (por la tarde)

Representantes en el Interior
Villa Angela (Chaco): Jacobo Garber - Moisés Ville (Santa Fe): Pedro Balhorn. Tel.: (03409) 42-0189.
Rosario: Saúl Bloj. Tel.: (0341) 433-1254. - Concordia: Batia Enguelberg. Tel.: (0345) 421-9822

Difundimos gratuitamente todas las actividades comunitarias.
Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial de los artículos de este periódico sin mencionar su origen.
La notas firmadas no representan necesariamente el modo de pensar de los Directores.

Registro Propiedad Intelectual
Nro. 206.708