La pulseada entre el gobierno de Kirchner y el cacique duhaldista domina la escena electoral. Con un Congreso paralizado y una oposición dispersa y envuelta en la contienda peronista, los debates sobre cuestiones brillan por su ausencia. Opinan intelectuales y la calle judía.
Especial para Comunidades
"Hoy un juramento, mañana una traición" -pregona un tango canción. En la Argentina del 2003, Néstor Kirchner arribaba al poder con apenas el 22% de los sufragios, bajo el padrinazgo de Duhalde y toda la vieja y poderosa maquinaria peronista. La Argentina del revés los encuentra hoy día unidos por la misma sed de poder, pero esta vez en veredas opuestas, y de la mano de sus esposas Cristina y "Chiche", candidatas por listas separadas a senadoras nacionales, en las próximas elecciones legislativas de octubre, luego de quedar trunca la alianza para presentar una lista común por el partido justicialista. Dos familias de caudillos peronistas, un mismo estilo e ideología política. Demasiadas similitudes para compartir el poder.
La feroz campaña ha comenzado - aunque la legislación en vigencia la prohíba hasta 60 días antes de los comicios, por cierto- y la pugna entre las dos familias justicialistas domina el escenario nacional, mientras el parlamento se encuentra virtualmente paralizado y las fuerzas opositoras bastante desdibujadas, concentrando sus discursos en las diferencias entre los peronistas antes que en sus propios programas. Lo que se dice, una lucha mediática tribal, sorda de los reclamos de la ciudadanía, tan básicos como son la salud, trabajo educación y seguridad.
En esta contienda, la comunidad judía argentina debe también emitir su opinión. Cristina Fernández de Kirchner, Hilda "Chiche" Duhalde, Ricardo López Murphy, Lilita Carrió, Mauricio Macri, Rafaél Bielsa, ¿Moria Casán?, son los nombres que más resuenan. ¿Qué imagen de ellos tiene el electorado judío? ¿Qué elementos pondrá en la balanza a la hora de votar? ¿Acaso el estado de la causa AMIA-DAIA pueda incidir en su elección?. Y sobre todo, ¿por cuál candidato inclinará su voto?
El voto no peronista
"Desilusión", Esa es la palabra que resume su malestar por el devenir de la política argentina. "Ningún partido busca contener las ilusiones de la gente, y eso es grave"- sostiene Adolfo Levy, con sus 72 años acuestas y una larga trayectoria como médico. Su historia electoral la define como "no peronista". No votó por Néstor Kirchner en las elecciones pasadas, menos por Carlos Menem cuando fue candidato, y ahora tampoco votará a favor de la lista que encabeza el Canciller Rafael Bielsa, del Partido Frente para la Victoria, que comanda el gobierno nacional. "Bielsa es un candidato que no quiere serlo, sino que está presionado por el presidente. Si llegara a ganar, sería un soldado incondicional de Kirchner y eso no me gusta para nada, no sirve".
Así, dentro del abanico de candidatos que conforman la "oposición" , rápidamente descarta la figura de Mauricio Macri, de quien afirma " no lo voté la vez anterior como candidato a Jefe de la Ciudad de Buenos Aires y tampoco ahora lo votaré. No me parece sólido intelectualmente y yo no creo sólo en la calidad empresarial para gobernar una ciudad". Su inclinación electoral por la centro izquierda lo lleva entonces a pensar en alguien que- pese a su excesivo personalismo- demuestra honradez y tenacidad. Con esos calificativos se refiere a Elisa Carrió, del ARI, quien es "intelectualmente inteligente, y cuenta con una visión más a mediano y largo plazo, diferente a otros políticos que tienen visión corta electoralista".
Esta inclinación no peronista del Dr. Levy representa una posición tradicional dentro de la comunidad judía, igual inclinación que sostiene al pensamiento de Ernesto Weinschelbaum(aunque con distintos fundamentos), quien fuera Subsecretario de Industria bajo la presidencia de Raúl Alfonsín y quien hoy insta a la comunidad judía a abstener su voto al partido que comanda el gobierno nacional: "Yo creo que ningún voto de un judío razonable y sensato puede ir para alguien que no haya repudiado expresamente a Perón y a todas sus acciones de claro corte nazi-fascista, como su política de admisión de nazis en la Argentina. Y Kirchner no lo ha hecho".
El ingeniero Industrial Weinschelbaum apunta también contra la política económica que está llevando el gobierno nacional. "Este reverdecer de la economía que estamos observando es transitorio. El tratamiento impositivo de la exportación está dirigido exclusivamente para sacar algunos pesos más pero no tiene ninguna evolución hacia el futuro. Lo poco que se exporta es a muy corto plazo, hasta que mejore la producción de soja en EEUU. Sin exportación el país está ´frito´ y no hay ninguna solución seria en cuanto a política económica".
Siguiendo entonces su historia radical, votara a la U.C.R que si bien reconoce que "es un desastre, aún es más honesta, más sensata y más pensante que la oferta que presentan los restantes partidos". Eso sí, aclara: " Sólo espero que la lista que salga sea encabezada por Facundo Suarez Lastra a quien conozco y muy bien, y no Nito Artaza".
¿Existe el voto judío?
Más allá de estas posturas que todavía conservan una tendencia hacia lo "no peronista", el periodista José "Pepe" Eliaschev se pregunta si existe realmente hoy día un voto judío en nuestro país, como sí ocurre, por ejemplo, en EEUU, Francia y en la comunidad judía británica. Y para ello se vale de los elementos que muestra la historia electoral judía, que hablan de una tradición por el radicalismo, materializada últimamente votando a Alfonsín en el ´83, en el ´89 a Angeloz, y en el ´99 votando masivamente por Fernando De la Rúa, con la salvedad del voto de muchos miembros de la comunidad - sobre todo su ala derechista - por Carlos Menem en el 95, un voto respaldo de la tan mentada estabilidad económica y de sus políticas neoliberales en pleno auge por esos tiempos.
Luego con la llegada de la debacle socio-económica y con ella, de una profunda crisis de legitimidad de las estructuras políticas y partidarias sin precedente desde el 2001, las elecciones del año 2003 mostraron un escenario político completamente transformado con una fragmentación del voto no sólo en la comunidad judía, sino en la sociedad en general. Por lo que - según señala Eliaschev- "la historia ya no nos puede aportar muchos datos sobre la inclinación de la comunidad para estas elecciones".
El caso del empresario Ariel Ziser es un ejemplo de esta transformación. Con una historia radical a cuestas, el fracaso económico del radicalismo lo hizo volcarse hacia una figura nueva en su afinidad electoral, apoyando a Carlos Menem como una apuesta fuerte al cambio por sus ideas neoliberales y capitalistas que imprimió durante su mandato. Hoy día, este empresario de 45 años decepcionado con la oferta electoral actual, nuevamente apostará a lo que él considera el "cambio", inclinándose por Mauricio Macri, alguien que “representa la juventud y una nueva forma de ver la política, por más que la oposición enfatice su imagen de insensibilidad social, su falta de roce con los más carenciados al momento de realizar campañas en las zonas más humildes del conurbano".
Judith Braslavsky es una joven contadora que vive en la zona de Pilar. En contraposición a Ariel, la posibilidad de que Macri- candidato a diputado nacional por el partido Compromiso para el Cambio- ganara en capital le genera desconfianza. "No sé si no metería todos sus negocios familiares adentro también"- postula. Y es justamente su desaprobación por la figura de Macri la que pone en duda su inclinación hacia López Murphy en la provincia, donde vive y le toca votar. "Yo voté a López Murphy en el año 2003 porque me parecía una persona seria, el ´ menos malo ´, pero ahora se vendió a Macri, y eso ya no me genera confianza para nada".
Así las cosas, muchas opciones siente que no le quedan. ¿Votar a Chiche Duhalde? Nunca, es parte de la vieja política peronista. El radicalismo ya no me convence. Cristina Kirchner...qué sé yo. Algunas cosas ha hecho el gobierno, y de hecho estoy segura que va a ganar en la provincia pero no me termina de convencer, ha demostrado signos de autoritarismo y ya estoy un poco cansada de cómo se maneja el gobierno con esta campaña electoral tan despiadada. ¿Moria Casán? Sin palabras, es del riñón político de Menem, lo que único que le faltaba a este cambalache político. Por las opciones que tengo, me parece que por primera vez votaré en blanco"- vaticina la joven.
Y hablando de celebrities populares al poder, cabe uno preguntarse qué encierra este festín mediático, con nombres como Nito Artaza, Luis Brandoni, la incorporación del conductor televisivo Claudio Morgado al partido de Bielsa, la actriz Dorys del Valle y como frutilla del postre, Moria Casán?. Para el sociólogo Patricio Brodsky, este "carnaval mediático" es parte de la cultura post menemista de banalización de la política. "Como si la fama les diera todo el conocimiento necesario que requiere el cargo". Reprochable o no, lo cierto es que este fenómeno expresa la ausencia de representatividad de un amplio sector de la dirigencia partidaria que debe recurrir a estas estrellas mediáticas para lograr la adhesión del electorado y aumentar el caudal de votos.
¿El voto AMIA?
Más allá de su embestida contra los nuevos integrantes de la política, distinta parece ser la posición del sociólogo Brodsky respecto a la actuación del gobierno nacional. Con una trayectoria política de izquierda, asume hoy día su simpatía por la política que está llevando la administración de Kirchner, no sólo por la mejoría que observa en el plano económico -" pese a que- recalca- todavía hay cuestiones sociales pendientes ", sino en especial por su política de derechos humanos cuando sostiene: "El gobierno de Kirchner ha fundado lugares de la memoria, símbolos reinvindicatorios de un pasado, como por ejemplo, el Museo de la Memoria creado en los predios de la ESMA o el acercamiento que ha tenido el gobierno hacia nuestra colectividad en la causa AMIA".
Según el sociólogo Daniel Nakash, luego de la decepción por el fracaso de la política menemista y de la Alianza, los ámbitos comunitarios centraron sus esperanzas en el peronismo de Kirchner. Dirá que “la postura en la causa AMIA le dio a Kirchner puntos extra” en su aceptación comunitaria. Así, frente a las próximas elecciones, la postulación de la senadora Fernández de Kirchner, siendo ésta “un desprendimiento del aura del presidente”- la posiciona ante los ojos comunitarios en un lugar mejor que Chiche Duhalde, quien es vista como ”parte del viejo aparato peronista con los fantasmas que el mismo acarrea".
Entonces ¿se puede decir que la causa AMIA puede incidir en el voto? "No tengo elementos sociológicos para decir eso- afirma el periodista Eliaschev- La prueba está que en 1995, un año después del atentado, la estabilidad económica, la convertibilidad de la política menemista, tuvo cautivada a la comunidad judía. Y eso se detectaba en los countries, escuelas y en los clubes. Así que yo no sé si hoy, 11 años después, por el hecho de que el gobierno haya hecho tanto márketing con AMIA, con anuncios espectaculares pero que aún no han arrojado hechos concretos, pueda decirse que AMIA sea una motivación central para inclinar el voto"- evalúa el periodista.
Ahora bien, de cara a las elecciones de octubre, el periodista Eliaschev hace un llamado a la reflexión de la ciudadanía- incluida la comunidad judía- a la hora de emitir el voto. “Debemos pensar que lo que hay que sostener no es ni a un gobierno, ni a un presidente, ni a un partido, sino a la muy debilitada institucionalidad argentina- afirma , para luego agregar: “Aquí lo que está en peligro es la falta de pluralidad en la toma de decisiones. Por eso, en esta elección de renovación de legisladores una importante cantidad de gente va a decir que vale la pena apoyar al gobierno, por la economía, por haber salido del default o por haber generado superávit fiscal, pero otros tantos pueden votar por fuerzas democráticas y pluralistas que pueden enriquecer el parlamento, que hoy está en estado de hibernación". Pongamos en el congreso personas que la hagan funcionar entonces.
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