El trastorno bipolar, se encuentra dentro de las enfermedades del estado de ánimo y se caracteriza por una alteración en los mecanismos que regulan el estado de ánimo.
Quienes lo padecen pasan alternativamente de la depresión a la manía o euforia, por eso hace tiempo se lo llamaba “Psicosis maníaco depresiva o Psicosis circular”.
Los episodios depresivos, cursan como una depresión mayor con síntomas como :
sensación de tristeza, pérdida del interés o placer, disminución de la energía, ideas negativas, dificultad para concentrarse, ideas de culpa o ruina, insomnio o Hipersomnia, sentimientos de inutilidad, molestias físicas, ansiedad, y en casos graves ideas de suicidio.
Del episodio Depresivo el paciente puede pasar en una o varias semanas a un período de normalidad (Eutimia) y luego a un episodio maníaco o directamente a la manía, sin fase de normalidad.
Los episodios maníacos se caracterizan por ideas de grandeza, euforia, aceleración del pensamiento, verborragia, disminución de la necesidad de dormir, irritabilidad, hiperactividad, conductas desordenadas, compras irrefrenables, indiscreciones de todo tipo, y en casos graves ideas delirantes y alucinaciones.
No está claro si en la actualidad hay un franco incremento de casos con trastorno bipolar o si el diagnóstico más preciso de la enfermedad aumentó las estadísticas. No existen pruebas o análisis específicos que permitan hacer el diagnóstico, es necesario que el médico Psiquiatra reciba toda la información para realizar el diagnóstico que muchas veces se retrasa y el paciente es medicado incorrectamente.
Los grandes avances en la medicación (Estabilizadores del humor como sales de litio, carbamazepina, valproato de sodio, lamotrigina, topimarato, etc) y la psicoterapia individual y familiar mejoran notablemente el pronóstico y la evolución de los pacientes bipolares.
Muchos autores relacionan la inestabilidad afectiva del bipolar con una mayor sensibilidad, que en determinadas personas talentosas podría traducirse en creatividad artística importante. El hecho real de que numerosos artistas, poetas, escritores y músicos hayan padecido probablemente esta enfermedad apoya dicho criterio.
Entre los bipolares se encuentran Van Gogh, Lord Byron, Ernest Hemingway, Selman, Tchaikovsky, Robert Lowel, Dylan Thomas, Edgar Alan Poe, y otros.
En nuestro país de 1922 a 1956 se suicidaron 20 escritores que padecieron trastornos del estado de ánimo (depresión mayor o trastorno bipolar). Entre los más famosos se encuentran Belisario Roldán, Horacio Quiroga, Leopoldo Lugones, Alfonsina Storni y Lisandro de la Torre. El diagnóstico y el tratamiento adecuado mejoran notablemente la evolución de los pacientes y alejan definitivamente el fantasma del suicidio.
Pensemos no obstante en algunas palabras que pronunció Alfredo Palacios, en el homenaje en el Senado de la Nación a Alfonsina Storni: “ Algo anda mal en la vida cuando en vez de contarla los poetas parten, voluntariamente con un gesto de amargura y de desdén, en medio de una glacial indiferencia del estado..... frecuentemente subordinamos los valores del espíritu a los valores utilitarios y no hemos conseguido con toda nuestra riqueza, crear una atmósfera propicia donde pueda prosperar esa planta delicada que es un poeta”.
Dr. Saúl F. Salischiker
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