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Periódico Judío Independiente
Hace 800 años fallecía Maimónides.
EL ÁGUILA DE LA CONVIVENCIA

Por Mario Eduardo Cohen (*)
Un hombre del siglo XXI que vivió allá por el siglo XII

“Amad la sabiduría, buscadla como la plata, rastreadla como un tesoro oculto. Permaneced en el umbral de la casa de los sabios, los que aprenden, los que enseñan. Allí tendréis vuestro esparcimiento.”

Del Testamento de Maimónides



Entre las tantas facetas desconocidas de nuestra ciudad, cabe destacar que durante 2004 Buenos Aires se ha constituido en sede de una importante serie de actividades conmemorativas de la figura de Rabí Moisés Ben Maimón (Córdoba 1135 o 1138-El Cairo 1204), conocido entre los judíos por sus iniciales como RaMBaM y entre los árabes como Abu Imram Musa Ibn Maimún Ibn Abdala, y cuya figura ha quedado plasmada en Occidente y en la historia universal con el nombre de Maimónides, en relación con el octavo centenario aniversario de su fallecimiento a cumplirse hoy, 13 de diciembre.

La trascendencia de los actos, que culminaron a fines de noviembre con el Simposio Internacional sobre su legado, y al que asistieron algunas de las máximas autoridades en la materia se puede decir que Buenos Aires se ha erigido en capital mundial de la recordación de Maimónides. Entre los hitos de esta conmemoración podemos mencionar el Encuentro Introductorio organizado por la Universidad Maimónides y el CIDICSEF, el Simposio realizado en la Facultad de Filosofía y Letras de la U.B.A, la edición de varios libros académicos y la multitudinaria exposición Maimónides 800 Rambam realizada en el Museo Larreta. Es significativo señalar que para estas recordaciones han trabajando conjuntamente miembros de las tres religiones monoteístas. Ejemplo de ello fue la histórica visita conjunta a la muestra del Museo Larreta, realizada en junio pasado, por el Cardenal primado Jorge Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires; Adel Made, presidente del Centro Islámico y varios miembros de la DAIA.


¿Por qué nos convoca Maimónides?

Alrededor de la figura de Maimónides surgen inmediatamente una serie de preguntas: ¿Por qué debemos recordarlo ocho siglos después de su muerte? ¿Acaso sus preocupaciones por la ética siguen interesando al hombre del siglo XXI? ¿Han sido superados sus pensamientos o conservan su vigencia? ¿La fe y la razón siempre se contraponen?

Entrando en los dilemas en los que ha profundizado el filósofo cordobés, todavía hoy nos preguntamos, habitualmente, si un científico puede ser a la vez religioso, si puede un hombre de ciencias ser creyente, y por otro lado si un sacerdote (de cualquier religión), un hombre de fe, puede apelar al método científico como herramienta de trabajo. Fe y razón... ¿son compatibles?

Así como nosotros, en nuestros días, nos encontramos “perplejos” al momento de responder a la problemática planteada desde el punto de vista ético frente a los nuevos desafíos de la ciencia y la sociedad actuales como clonación, robotización, fecundación in vitro, madres portadoras, desigualdades sociales extremas, hambre, analfabetismo y demás. Apelamos hoy al autor del Guía de los Perplejos señalando que estamos “perplejos”, necesitamos al “guía” .Los hombres de su tiempo, allá por el siglo XII, se encontraban “perplejos” ante la gama de realidades que les ofrecía la filosofía, que aprendían de la incipiente ciencia de la época y no sabían cómo compaginar. Surgían preguntas: ¿De qué manera entender expresiones bíblicas como “el brazo de Dios” o “la ira de Dios”? ¿Cómo explicar frases del estilo “el hombre creado a imagen y semejanza de Dios”, siendo El incorpóreo? Rabí Moisés Ben Maimón, en su Guía de los Perplejos (escrita en árabe) responde que tales frases bíblicas deben ser interpretadas en forma alegórica, no literaria. Para Maimónides, los textos sagrados se valen de antropomorfismos y lenguaje humano en función de resultar accesibles para todos los seres humanos y en todos los tiempos.

Fe y razón no constituyen para el sabio cordobés categorías diferentes de pensamiento sino dos lenguajes distintos para las mismas verdades. Ambas se necesitan una a la otra para llegar a la verdadera y profunda sabiduría. Para el RaMBaM, razón y fe son compatibles. Su vida fue el propio ejemplo de lo que predicó un rabino que fue a la vez médico y filósofo.

Es interesante el señalamiento realizado por la UNESCO en su sesión nº 120/84, respecto al sabio cordobés. Afirman que “trabajó en la unión de las grandes civilizaciones de su tiempo y contribuyó al diálogo de culturas”. Amadou-Mahtar M'Bow, el entonces director de la UNESCO, señaló que: “Maimónides es, a la vez, uno de los más eminentes doctores de la Ley judía, una de las primeras autoridades de la filosofía medieval de inspiración griega y una de las principales figu­ras del extraordinario florecimiento filosó­fico y científico de expresión árabe de los siglos XI y XII. (...) Interrogar al Maimónides de la ‘Guía de perplejos’ es aprehender al mismo tiempo, en la unidad de un pensamiento soberano, al sabio árabe, al filósofo helenista y al teó­logo judío”. En síntesis, se trata de uno de los pocos hombres de la historia de la humanidad que ha dejado un legado en el pensamiento de las tres religiones monoteístas. Creemos que por esta sola razón ya alcanza para recordarlo.



Pensador de la Convivencia

Al RaMBaM le tocó vivir en una época de continuas guerras de religión, con diversos fundamentalismos como moneda corriente. De todas maneras, supo abstraerse del conflicto para dedicar su vida al estudio y a buscar los puntos de contacto con otras corrientes de pensamiento. No le interesaba ser un best seller. No escribió sólo para su generación sino también para las generaciones futuras. Fue un luchador contra los prejuicios que abundaban y aún hoy abundan. Predicó con su propia vida dedicada al pensamiento y a la medicina de la época.

En síntesis, el ideal de Maimónides apuntaba al compromiso permanente con el prójimo y una continua vocación de servicio con el doliente y del desvalido, destacándose su interés por el mundo y su comunidad. Un hombre que, lejos de buscar oposición de ideas, perseguía la síntesis. Un pensador osado, un típico pensador de la convivencia.

Nos preguntábamos al inicio de la nota: ¿por qué Buenos Aires fue, en este año, capital de la recordación del sabio? La ciudad, y toda la Argentina en general es tierra de convivencia, mosaico pluralista de pueblos, y cobija en su seno a miembros de las tres comunidades religiosas monoteístas quienes -salvo algunas lamentables excepciones- conviven armoniosamente. Este hecho nos recuerda a la España de la Edad Media, llamada la España de las Tres Culturas, en la que vivió en su niñez Maimónides. Buenos Aires es una ciudad cosmopolita con gran mayoría de creyentes cristianos, que alberga asimismo a la más numerosa comunidad judía de América latina y a una importante comunidad musulmana. Es la primera vez, desde aquella época de oro hispánica, que las tres comunidades dan un significativo ejemplo de convivencia en una importante urbe de raigambre hispana. Debe recordarse que “convivencia” (“vivir con”, es decir, vivir en compañía de otro u otros) es una expresión que solamente existe en algunos idiomas como el castellano, ya que en los idiomas anglosajones se expresa generalmente como “coexistencia”, cuya significación indica un compromiso bastante menor que el que implica nuestra hermosa palabra “convivencia”.

Maimónides ha recibido numerosas calificaciones elogiosas. Entre otras, ha sido llamado el “águila de la sinagoga”. Seguramente ahora le cabe un nuevo apelativo en nuestro idioma: el de “águila de la convivencia”.

Para concluir, citamos al mismo Maestro, el Guía de Perplejos: “todo enfermo tiene el corazón agobiado y todo sano rebosa de felicidad... muchas enfermedades han desaparecido por el sólo efecto de la alegría”. Frases tan simples y elocuentes como su concepto de salud, que destaca el alma y el cuerpo en constitución de una unidad indivisible para pensar una humanidad sana y esperanzada, subordinada a las leyes del alma y de la ética para construir un futuro en paz y dejar mejores legados para las futuras generaciones.



(*) El autor es presidente del Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefardí – CIDICSEF. Su último libro, América Colonial Judía, será publicado próximamente en su traducción al inglés en los Estados Unidos.

(**) Para obtener mayores detalles sobre la actividad conmemorativa realizada en todo el mundo sugerimos visitar
www.maimonides800.org.ar

Diciembre de 2004
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