Una problemática que abruma a los jóvenes, (¡siempre notas con problemáticas, estoy re acomplejado!), es la elección de la carrera universitaria, hay varios puntos de vista, y yo voy a dar el mío.
Mucha gente sabe lo que va a seguir a nivel profesional desde la cuna, de esa gente no voy a hablar (los envidio...) Pero en su mayoría, los adolescentes, y jóvenes también, nos encontramos en la disyuntiva de elegir lo que para nosotros determina el fracaso o el éxito en el resto de nuestra vida, la carrera universitaria, pensamos si es que debemos analizar las posibilidades laborales que tendríamos con el titulo en la mano, o si es que deberíamos seguir algo meramente por gusto. La realidad es que no hay que dejar de pensar ni en una ni en la otra variante.
Lo ideal, es en principio desmitificar el hecho de que si elegimos y no fue la decisión ideal, no vamos a sufrir eternamente, ni vamos a ser pobres, ni nada que se le parezca, solo por el hecho de haber elegido mal, sino que la facultad nos da la chance de hacer algo tan simple como cambiar de carrera, que no tiene porque ser traumático., porque a decir verdad, lo que realmente interesa es tener capacidad, y esa capacidad no depende de estar cursando ebanistería, o músico terapia, esa capacidad esta en el “oficio” de cada uno, ese oficio, es la capacidad natural que tiene cada uno para cierta/s actividad/es, y es lo que realmente va a determinar, junto con el empeño, los posibles trabajos que podamos conseguir (“coronados de gloria…”, o sin ella). Por esta razón es que entran en juego los gustos de cada uno, porque son parte también del oficio, y porque el gusto por la carrera va ser casi imprescindible para disfrutarla, y en cierta medida para “soportar” las posibles trabas que se presenten a lo largo de la carrera (falta de tiempo, dificultad del material de estudio, profesores imposibles, y demás).
Por eso mi consejo es, tomando un poco de experiencia personal, que antes de elegir, o ya habiendo elegido, piensen que es lo que les gusta, y resolver como podrían aplicarlo a la vida laboral con un poco de creatividad.
Ejemplos:
Son buenos con las computadoras, y les interesa la abogacía, ¡viva el mundo moderno!, pueden orientarse al derecho informático.
Tienen labia para rato y no les interesa los números ni los libros, (¿hay algo que les guste?) ¡Eureka! Sigan Relaciones Publicas que les va a ir bárbaro.
Así como estos ejemplos, muchas son las alternativas que ofrece el mundo laboral, solo usen la cabeza, solo para esto, prometo que no se van a arrepentir.
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