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            | El establishment  israelí ve en la retirada de los barrios árabes en Jerusalem un remedio para el problema
 demográfico, ignorando el buen momento judío de
 largo plazo: un  aumento del   crecimiento vegetativo judío y un descenso más
 rápido de lo previsto del crecimiento vegetativo
 árabe entre el Jordán y el Mediterráneo.
 
 El "Equipo norteamericano-israelí para
 investigaciones demográficas" documenta, por
 primera vez desde 1948, una igualdad en los
 índices de fertilidad judío y árabe en Jerusalem:
 3,9 niños por mujer en 2006, en comparación con
 4,5 niños por mujer árabe en 2004. La fertilidad
 judía, si se toma Jerusalem y alrededores es aun
 mayor que la árabe: 4 en los poblados de la Línea
 Verde (territorio israelí soberano) y 4,7 del otro
 lado de ella.
 
 En comparación con los religiosos y
 ultrarreligiosos, que mantienen un índice alto con
 leve dependencia del nivel de ingresos y
 educación, los árabes se asimilan rápidamente al
 nivel de fertilidad judío promedio. Como resultado
 del descenso del número de nacimientos árabes y el
 ascenso de la expectativa árabe de vida, la
 población judía se vuelve más joven en relación
 cona la árabe.
 
 La fuerza de la fertilidad judía mejora la
 capacidad de Israel de enfrentarse con los
 desafíos demográficos, territoriales y políticos
 hasta 2025 y más allá. La demografía judía es un
 bien -y no una carga- estratégico, si logramos
 comprender que la mayoría judía no está amenazada
 por el crecimiento vegetativo sino por el fenómeno
 de la migración.
 
 Tal como ocurrió con el anuncio del Plan de
 Desconexión y la construcción de la Cerca
 Separadora, el llamado a desconectarnos de los
 barrios árabes acelera la emigración árabe a
 Jerusalem y la Línea Verde. Los planes destinados
 a mejorar la seguridad y la demografía provocaron
 la migración de 50.000 árabes con documentos
 israelíes desde Judea y Samaria hacia Jerusalem e
 Israel dentro de la Línea Verde, además de un
 numero mucho mayor de inmigrantes ilegales.
 Por eso, la condición para el aumento de la
 mayoría judía es la aceleración de la inmigración
 judía hacia la ciudad por medio de la mejora
 sustancial de las infraestructuras de trasporte
 (aeropuerto internacional, ferrocarriles y
 autoestradas hacia la ciudad, etc.), industrias
 tradicionales y de high-tech, telecomunicaciones,
 electricidad, agua, educación y vivienda, para
 convertir a Jerusalem en un blanco predilecto para
 los empresarios, industriales, científicos,
 investigadores y artistas de todo el mundo.
 Ello implica una ampliación significativa de la
 jurisdicción municipal. La construcción de tales
 infraestructuras en el oeste y centro de la ciudad
 es imposible debido a las limitaciones
 topográficas y geográficas. El giro al oriente -a
 la zona pobremente poblada- es más adecuado desde
 el pnto e vista profesional: el Desierto de Judea
 y Maalé Adumim en el este; el bloque de
 Tekoa-Nokdim-Mitzpé Shalem en el sudeste; Baal
 Jatzor, Ofráh y Bet-El en el noreste; Modiín y
 Kiriat Sefer en el noroeste; Gush Etzion y Beitar
 Ilit en el sudoeste. Cuanto más lejos están los
 barrios judíos del centro, más crece el índice de natalidad.
 
 Sólo la expansión geográfica -con ayuda del clímax
 demográfico judío- posibilitará enfrentar el
 ascenso en el número de árabes, que son entre 90 y
 100 mil habitantes cuyo índice de fertilidad está
 en franco descenso.
 La ampliación generará incluso una ventaja
 demográfica a largo plazo: gigantescas reservas de
 terrenos e infraestructuras que son condición para
 la inmigración judía masiva a Jerusalem y el
 aumento de la mayoría judía. Sólo la expansión
 convertirá a Jerusalem, de una ciudad de éxodo,
 desocupación y decadencia, en una ciudad de
 absorción de inmigración, empleo y prosperidad.
 Por el contrario, una Desconexión en Jerusalem -a
 pesar de las lecciones dejadas por la Desconexión
 de Gaza y el programa de separación-condenará a
 Jerusalem al destino de Sderot y los poblados
 aledaños a Gaza, y constituirá la amenaza militar
 y demográfica más mortal para la capital desde 1967.
 
 
 *Yoram Etinguer es miembro del "Equipo
 estadounidense-isralí para investigaciones
 demográficas".
 
 
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