Composición corporal y rendimiento deportivo por Lic. Roxana C. Wagmaister


Composición corporal y rendimiento deportivo
Por Lic. Roxana C. Wagmaister


A lo largo del tiempo, muchos deportistas han creído que debían ser “grandes” para ser buenos en su deporte, porque el tamaño se ha asociado tradicionalmente con la calidad del rendimiento: cuanto más grande es el deportista, mejor es el rendimiento. En lugar de preocuparse por el tamaño o el peso corporal total, deberían tener en cuenta su composición corporal. De ésta manera nos referimos más específicamente al contenido corporal de masa magra y de masa grasa.

La maximización de la masa magra es deseable para los deportistas que practican actividades que requieren fuerza, potencia y resistencia muscular. Pero incrementar la masa magra probablemente no es deseable para los practicantes de deporte que requieren capacidad de resistencia -como los corredores de fondo que deben desplazar su masa corporal total horizontalmente durante extensos periodos de tiempo- ya que representaría una carga adicional que debe transportarse y que puede dificultar el rendimiento del deportista.

¿Y qué sucede con la grasa corporal?
Muchos estudios han demostrado que el porcentaje de grasa corporal tiene más influencia en el rendimiento deportivo que el peso corporal, relacionando un mayor porcentaje de grasa corporal con una disminución en el rendimiento deportivo en aquellas actividades en que el peso corporal debe desplazarse a través del espacio, como en los saltos de longitud. Se ha visto como menos relevante en actividades más estáticas como tiro al arco y tiro con arma de fuego.  Otros estudios han demostrado que un alto nivel de adiposidad corporal se asocia a un peor rendimiento en pruebas de: velocidad, capacidad de resistencia, equilibrio y agilidad y capacidad para saltar.  

Debido a que la mayoría de la gente está preocupada a cerca de su nivel de adiposidad y masa magra corporal, la estimación de estas masas así como de la composición corporal en cuanto a masa ósea, masa residual (órganos) y masa de la piel, podrá ser evaluada a través de una medición antropométrica, con el fin de cuantificar la respuesta al entrenamiento, y evidenciar cambios en la masa magra y masa grasa, acompañado por un adecuado plan de alimentación.

Por lo tanto, los estándares de peso corporal deben basarse en la composición corporal, teniendo como objetivo una aumento o disminución de las masas (grasa o magra) según los requerimientos y evitando las pérdidas o ganancias de peso corporal excesivas que muchas veces pueden causar problemas para la salud; entre ellos podemos nombrar: la deshidratación, fatiga crónica, trastornos alimentarios, trastornos de minerales óseos y disfunción menstrual en las mujeres.

Por Roxana C. Wagmaister
Licenciada en Nutrición

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