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El 28 de diciembre los medios de prensa capitalinos informaron que en la ciudad de Coronel Suárez, provincia de Buenos Aires, vándalos efectuaron pintadas antisemitas en las fachadas de tres edificios, consistentes en las siglas de la SS.
Las inscripciones se encontraron en la sede de la Asociación Israelita de la ciudad, en el domicilio del médico traumatólogo Fernando Resnicoff y en la fachada del instituto de salud Tomocom, que dirige médico Rubén Brodsky.
Adolfo Kleiner, directivo de la Asociación Israelita manifestó “”Al reconocer las siglas SS decidí realizar la denuncia policial, como también informar a la DAIA, ya que ellos elevan al INADI todo este tipo de investigaciones”, en declaraciones realizadas a la radio LU36, agregando Hasta ahora no sabemos nada, la Policía estuvo consultando a los vecinos y realizó un rastrillaje del lugar, pero nadie vio ningún movimiento extraño”.
Estas pintadas tuvieron lugar, aproximadamente, 50 días después de que en esa misma ciudad se inaugurara un monumento en homenaje a las víctimas del Holocausto, en una pública ceremonia que contó, como invitados especiales, con la presencia del embajador del Estado de Israel en Argentina, Daniel Gazit, el vicepresidente de la DAIA, Alberto Hammerschlag y la sobreviviente de la Shoá, Eugenia Unger y la participación del el secretario de Gobierno de Coronel Suárez, Ernesto Palenzona.
Al tomar conocimiento de las pintadas antisemitas, el 27 de diciembre, la DAIA - con la firma de su presidente y secretario general, Aldo Donzis y Fabian Galante, respectivamente – el siguiente comunicado “La representación política de la comunidad judía argentina repudia y condena las pintadas de simbología nazi registradas en la sede de la pequeña comunidad judía de Coronel Suárez, provincia de Buenos Aires y en los domicilios de dos de sus integrantes. Recientemente se inauguró en la ciudad bonaerense un monumento de homenaje a las víctimas de la Shoá y pocas semanas después los cultores del régimen que perpetrara el exterminio judío agravian a sus descendientes con la simbología del oprobio. La DAIA acompaña y se solidariza con la comunidad judía de Coronel Suárez y reclama a las autoridades identificar a los autores para someterlos a la justicia y a adoptar las medidas de seguridad necesarias para impedir la reiteración de hechos como el descripto, que merecen la condena de la sociedad en su conjunto”.
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