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Frente a los Iamim Noraim, en la redacción de LA VOZ JUDÍA analizamos que hechos se destacaron en el año hebreo que culmina y llegamos a la conclusión de es muy poco lo que se ha modificado para bien.
Por un lado la asimilación continua expandiéndose y por otro aumenta la cantidad de familias que se acercan a vivenciar el judaísmo mediante la profundización de sus conocimientos judaicos, mientras el antisemitismo sigue aumentando, sea en forma tradicional o camuflada de antisionismo y/o antiisraelismo.
Decíamos hace un año sobre este último punto “Desde ya hace unos años, tanto los sectores que se consideran “progresistas” de la sociedad argentina junto con sectores de los activistas por los derechos humanos mantienen una crítica postura hacia el Estado de Israel por las medidas que toma para enfrentar al terrorismo palestino. Esas críticas, sin lugar a dudas, son muy bien utilizadas tanto por los antisemitas autóctonos como por miembros de la colectividad árabe identificados con la ideología del gobierno iraní, cuyo presidente desde hace ya muchos meses viene planteando la negación de la Shoá y que el Estado de Israel debe desaparecer pues es un ‘invento’ del capitalismo occidental”.
Esos conceptos siguen siendo vigentes y nada parece anunciar que han de modificarse en una futuro cercano, todo lo contrario.
Las escuelas judías raigales, al igual que las yeshivot y los cursos para quienes desean estudiar Torá no sólo han mantenido su caudal de alumnos, sino que los han aumentado, en algunos casos en forma muy significativa.
Mientras esto ocurre, la actividad de Shaar, la institución que intenta encontrar una manera de que los matrimonios exogámicos, es decir formados por un judío y un no judío, encuentren un camino para integrarse mejor también se incrementó como resultado del aumento de ese tipo de uniones que ponen en peligro la continuidad judía.
La AMIA, por su parte, en lugar de asumir una definida postura en pos reenfrentar el proceso asimilatorio que corroe a la comunidad, mantuvo su actitud permeable al mensaje de los conservadores y reformistas.
También intentó encontrar una solución a un problema que el paso de los años esta convirtiendo en importante: donde enterrar a las personas convertidas al judaísmo por los rabbis conservadores y reformistas, conversiones que la Halajá considera inválidas. Luego de consultar con el Estado de Israel, la Comisión Directiva de la AMIA aprobó destinar un sector de parcelas diferenciado del cementerio de La Tablada para esos entierros, a lo que los conservadores y reformistas reaccionaron calificándolo como un documento discriminatorio pues no acepta que sean judíos, cuando de acuerdo a la Halajá no lo son.
El año hebreo que culmina, el 5767 se inició con la expectativa de que ocurriría con el cambio de autoridades de la DAIA, cuya elección estaba fijada para principios de noviembre del 2006. Se presentaron dos candidatos, Aldo donzis y Abraham Kaul, con proyectos disímiles y en la votación las instituciones a la DAIA eligieron al primero de los mencionados por un margen de votos significativo. En ese momento muchos dirigentes pensaron que las diferencias internas entre la AMIA y la DAIA se solucionarían, y así pareció que iba a ocurrir en las primeras semanas que siguieron a la asunción del nuevo Consejo Directivo de la DAIA, pero inesperadamente las diferencias se acentuaron cuando el Congreso Judío Latinoamericano decidió que el presidente de la DAIA ocupe la vicepresidencia, pese a lo cual debemos reconocer que la relación entre ambas instituciones es menos ríspida que en años anteriores.
Aldo Donzis mantiene un nivel de exposición mediática menor que sus antecesores, y está trabajando, junto al resto de quienes fueron electos en noviembre pasado, para que la DAIA mejore su imagen en los miembros de la comunidad.
Por su parte, la actual conducción de la AMIA esta concluyendo su mandato, y ya se están mencionando los nombres de varios dirigentes que podrían llegar a postularse como candidatos a ser el próximo presidente.
Un tema ajeno a la comunidad, como es la elección del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la movilizó pues dos de los tres principales candidatos a ocupar ese cargo eran judíos: Jorge Telerman y Daniel Filmus, y si bien las instancias centrales mantuvieron una postura equidistante, fue innegable que cada uno de ellos trato de conseguir que los judíos lo votaran.
La decisión de la Unidad Fiscal que investiga el atentado a la AMIA de solicitar la captura internacional de nueve personas, ocho ex funcionarios iraníes y un libanés, aceptado por el Juez Canicoba Corral, hizo que se solicitara a INTERPOL dichas capturas, lo que fue rechazado por el gobierno de Irán. Esto motivo que el Gobierno Nacional, por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores junto con el fiscal Nisman, realizara las correspondientes gestiones en la sede central de INTERPOL y que este organismo policial internacional accediera a la solicitud de seis de los nueve solicitados, pero como Irán sigue oponiéndose el caso será considerado en la próxima asamblea de INTERPOL.
También en la causa que se investiga las irregularidades de la investigación del atentado a la AMIA se produjeron novedades, ya que la Cámara Federal rechazó las apelaciones a citación indagatoria efectuada por el juez Lijo a la vez que indicó que se debían profundizar las investigaciones sobre la actuación del ex presidente Menen, del ex ministro del Interior Carlos Corach y de los miembros de la Comisión Bicameral que tenía a su cargo el seguimiento de la investigación que realizaba el ex juez Galeano.
Estos hechos repercutieron en los actos conmemorativos del 13º aniversario del atentado, en especial en el central, donde los discursos pronunciados por el presidente de la AMIA, luis Grynwald, y los Familiares de las Víctimas, Segio Burstein, reconocieron lo actuado por el Gobierno Nacional, aunque solicitaron algo que los miembros de la comunidad vienen esperando desde hace tiempo, que la Unidad Fiscal de a conocer el resultado de sus investigaciones en relación con la conexión local.
En base a todo lo expuesto podemos concluir que durante el año hebreo que culmina ha sido muy poco lo que cambió en la comunidad.
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