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El Vaticano manifestó, respecto a las críticas que se le formularon por no condenar al terrorismo contra Israel, que no puede “tomar lecciones de terceros” respecto a lo que debe decir.
El Miembro de la Kneset (MK) Porush, opinó que el Papa ha retornado a la política del odio a los judíos.
Inicialmente Israel había expresado su molestia por el hecho de que el nuevo Papa Benedicto 16 hubiera omitido mencionar a Israel en su condena reciente a los actos de terrorismo llevados a cabo en Egipto y Londres. En vista de la falta de respuesta del Vaticano, salvo lo difundido en una declaración que decía que “no puede reaccionar ante cada ataque contra Israel”, el Canciller acusó al Papa Benedicto de alentar la violencia contra los judíos.
El Vaticano, entonces, respondió que “el Santo Padre no puede aceptar instrucciones ni tomar lecciones de ninguna otra autoridad respecto al tono o al contenido de sus declaraciones”. Y agregó que el Papa anterior, Juan Pablo II, a menudo se rehusaba a condenar al terrorismo árabe contra Israel debido a que las acciones retaliativas de Israel “no siempre eran compatibles con lo dictado por el derecho internacional”.
El Miembro de la Kneset Meir Porush (del Judaísmo Unido de la Torá) expresó que la declaración del Papa y la falta de condena al terrorismo árabe contra Israel, prueban que el reinado del Papa Juan Pablo no fue más que un momento de calma temporario “en el odio” que caracterizó al Vaticano a lo largo de toda su historia, y que alcanzó su pico máximo durante la Segunda Guerra Mundial. Y agregó: “El pueblo de Israel siempre recordará las normales relaciones que el Vaticano estableció con el Tercer Reich... su negativa a denunciar el Holocoausto y el cuidado que tenía en no mencionar la palabra ‘judío’ en ninguna de sus declaraciones oficiales”, referidas a los asesinatos masivos perpetrados por los nazis.
Según Porush, el razonamiento del Vaticano al no condenar al terrorismo contra Israel con la excusa de sus respuestas retaliativas, en realidad “proclama que los judíos pueden ser asesinados pero que no pueden defenderse a si mismos, tal como es aceptado para cualquier otra nación”.
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