La Voz Judía


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¿Quién quiere vivir hasta los 106 años?

Como preludio para la entrevista con David Schliefer de 105 años, le pregunté: “Davidel, ¿quién quiere vivir hasta los 106 años?” Me miró perplejo. “¿Por qué me hace una pregunta tan extraña?”
“Algunas personas son pesimistas. Tienen miedo de las consecuencias de la edad, como el dolor, el sufrimiento y la pérdida de habilidades asociadas con la edad. Pero algunas personas son idealistas. Creen que podrían llegar hasta los 120 años, sin experimentar un destino tan sombrío. ¿Cuál es su opinión al respecto?”
“Aquel que realmente quiere vivir hasta los 106 años es el que tiene 105”.
Veo. “Davidel, ¿cuáles son las probabilidades que pueda festejar sus 106 años?”
“Muy buenas.”
“¿Cuál es el secreto?”
“El motivo es que muy pocas personas en el mundo mueren entre los 105 y los 106 años” respondió Davidel con una risita.
Davidel siente que Hashem es el más grande negociador. Su antiguo contrato con Hashem, ya que sirvió fielmente a Hashem a lo largo de su vida, resultó ser duradero. Aunque la primer parte del contrato ya haya vencido, Davidel aun está entre nosotros. Tiene deseos de renovar el contrato, pero le pide a Hashem que la fecha en la que termine el contrato permanezca abierta.
Davidel aun vive en Miami, Florida como lo ha hecho desde la última entrevista, hace un año. Davidel no parece tener más que 73 años, la edad de su hijo, el único sobreviviente de sus cinco hijos. Con un brillo en sus ojos y una sonrisa el Sr. Schliefer se para. Es buen mozo, está bien afeitado y es esbelto. Su mente, como lo dice su apellido, está bien afilada. Es totalmente independiente y extremadamente alerta. Davidel se considera a sí mismo como de gozar de buena salud – excepto por un leve problema de audición.
“Papá trata de a todos con muy buen carácter,” dice su hijo. “Siempre dice a todo el mundo complimentos y tiene buenos pensamientos sobre los demás,” agregó la nuera de Davidel. “Por eso todos los que lo conocen lo quieren.”
El Sr. Schliefer vive solo – su mujer murío después de 72 años de matrimonio. Mantiene su propio departamento en Miami, Florida. Hace sus compras, cocina sus comidas y se ocupa de sus asuntos personales.
“Me dijeron que debería tener una compañía en casa, pero me resistí”, dijo Davidel. “Después de un tiempo, acepté que alguien me ayude durante una parte del día”.
Agregó, “entonces le pregunté a mi compañera, ¿crees en D-os?” Ella dijo “Sí”. “Le pregunté ¿le rezas a D-os? Ella respondió, “sí, a veces”. Entonces le pregunté “¿Por qué no le rezas más seguido?”
Cuando la joven siguió su consejo y comenzó a ir a la iglesia todos los domingos, Davidel dijo, “¡Baruj Hashem! Ahora la veo un día menos a la semana.”
Así pasa Davidel sus días. Se levanta temprano por la mañana, se ocupa de sus necesidades personales y religiosas y va al shil. Generalmente es el primero en llegar. Se pone su talit y tefilin, participa del programa de estudio del Daf Iomi y luego reza. Después de esto, recita y completa sus salmos – Tehilim; estudia Torah un tiempo; luego lee el contenido de dos períodicos – uno en iddish y otro en inglés, sin usar anteojos. También pasa dos horas cada día escribiendo cheques para tzedaka. Luego regresa al shil para recitar minja y maariv. A las 22:30 se acuesta para descansar y estar preparado para las actividades del día siguiente.
Cuando tenía 14 años Davidel se hizo millonario. Nadie esperó que un adolescente de una familia pobre alcance un status así. Así fue como sucedió: Cuando estalló la Primer Guerra Mundial, dos fuerzas opuestas se confrontaron – los soldados de las Fuerzas Aliadas y los soldados de las Fuerzas Centrales. Ambos lados estaban entrenados y programados para eliminar al otro. Davidel razonó que tanta cantidad de soldados necesitaría pan y vino, sino ¿cómo podrían seguir con sus hostilidades? Empleando su agudeza mental, juntó mucho dinero, compró grandes cantidades de comida y contrató un vagón para transportarlos hacia las dos partes enfrentadas, obteniendo enormes ganancias.
Davidel disfruta prepararse su propio desayuno, almuerzo y cena,” dice su nuera, “Incluso cuando su mujer estaba con vida, él cocinaba para ambos.”
Durante sus más de 10 décadas de vida en tres continentes, tres países, y a través de numerosas guerras, Davidel ha enfrentado los desafíos de la vida con tranquilidad y confianza. En todas las circunstancias, su fe en Hashem ha sido constante y estable. A lo largo de su vida, cumplió su agenda de estudio de Torah. Davidel se enorgullece por estar entre los primeros estudiantes del Daf Iomi en Europa. Hasta el día de hoy, ha perseverado en su estudio de Torah Oral.
Su hijo recuerda, “cuando yo era niño, mi madre me llevaba junto a mis hermanos al parque en Shabat, pero mi padre nunca venía con nosotros. A cambio, se quedaba estudiando en la casa del rebbe durante largas horas. Lo extrañaba en aquel entonces, pero ahora sé el significado que tenía el estudio el Torah para él.” Cuando se le pregunta por el motivo de arijat iamim de Davidel, tanto el hijo como la nuera responden: “No es por alguna dieta especial. Come de todo, chulent, carne, pescado y vegetales, incluso alimentos con alto grado de colesterol. Pero come siempre porciones pequeñas; nunca come de más,” dice su hijo. “Mi padre atribuye su larga vida a tres factores: Su estudio de la Torah, la tzedaka y su shemirat halashon – el cuidar de lengua para no decir maldades.” “Mi padre sólo habla cuando la gente le pregunta algo, y cuando responde lo hace de manera sucinta, porque quiere evitar lashon hara – el chisme.”
“Le agradezco a Hashem porque ahora escucho menos sheker – mentira – y menos lashon hara de otros”.
“Davidel, he notado un cambio en su comportamiento respecto al año pasado. Cuando usted hizo el kiddush en el shil este último Shabat dejó medio vaso de vodka. El año pasado se había bebido un vaso entero. ¿Qué sucedió? Pregunté.”
“Rabbi Weintraub, debe estar equivocado. No puede ser medio vaso de vodka. Cuando hago el kiddush nunca dejo restos.”
Davidel asegura haber recibido numerosas brajot de varios rabinos a lo largo de su vida, incluyendo al anterior Vizhnitzer Rebbe en Israel y al anterior Spinke Rebbe que vivió algunos años en su casa, cuando estuvo en los Estados Unidos. A Davidel le encanta dar sus propias brajot a los demás. Cuando hay un brit generalmente le dice al padre, “Esta pequeña persona crecerá y será un gadol, una gran persona - también gran estudioso – algún día.”
Su mejor beraja es “que tengas mucha najat de tus hijos.”
Su mejor consejo para vivir muchos años es el mismo que dice la Torah – “Honrarás a tu padre y a tu madre” ya que la recompensa será una larga vida.
Su mejor consejo para vivir bien es, “Ser mentchlich – un ser humano genuino – no engañar, trabajar honestamente y relacionarse honestamente con otros.”
Como resultado de sus 21 exitosas experiencias de negocios a lo largo de su vida, Davidel ha acumulado millones. Se involcuró en empresas como: compra y venta de trigo, vino y otros productos alimenticios; fabricó helados; importaciones, colorantes, distribución de pieles; proveedor exclusivo de cerdas para pinceles para la Armada Norteamericana y fabricó zapatos. En todas estas áreas de comercio y producción, su modus operandi fue siempre el mismo – negociar de manera honesta con los demás. Pero desde un punto de vista espiritual descubrió que “estudiar y adherir a la Torah fue la mejor ocupación.”
Alienta a los jóvenes a seguir trabajando en los negocios de sus padres ya que sus padres han tenido oportunidades y han superado desafíos en la empresa y han logrado un negocio exitoso.
Davidel no lamenta haber vivido de la manera que lo hizo o la manera en que la vida lo afectó.
Niega haber tenido preocupaciones y no quiere ni pensar por qué no las tiene.
Su objetivo principal en la vida fue tener najat de sus hijos. Su mejor consejo para los padres es vivir una vida activa y ser un modelo positivo para los hijos.
Si se trata de un pobre que el hijo adolescente le pide que le compre cosas todo el tiempo, hay que decirle lo siguiente: “Cuando yo quise algo trabajé muy duro para obtener el dinero y comprarlo. Tienes que hacer lo mismo. Puedes tener lo que quieras, pero primero has de trabajar por ello.”
Su mejor idea para vivir una vida virtuosa es, como está escrito en la Torah, “Alejarse del mal y hacer el bien.” Así tuve éxito en mis 21 negocios al igual que en mis relaciones personales.
El estilo de vida ejemplar de Davidel se manifiesta de su vida llena de propósito, pensamientos y auto control, como está escrito en el Sefer Jeshbon Hanefesh, que fue mantenido con cuidado por afamadas personas de mussar como Rav Shmuel Salanter. Davidel aplica sus principios y midot en sus actividades diarias. Las 13 midot que practica y domina son: compostura, tolerancia, orden, decisión, limpieza, humildad, rectitud, prudencia, entusiasmo, silencio, calma, verdad y lealtad.
La forma de ver el mundo de Davidel es que “la gente es hefker – irresponsable. No reconocen sus responsabilidades personales y no consideran las consecuencias de sus acciones.” Explicó, “las desgracias como los terremotos y los tsunamis podrían haberse evitado si la gente se arrepintirea de sus acciones”. Expresó su miedo “de que estalle una Tercer Guerra Mundial si las naciones y su gente no mejoran.”
A lo largo de su vida Davidel tuvo la suerte de participar de numerosos bar mitzva y casamientos de hijos, nietos y bisnietos. Hoy sus parientes que aun siguen con vida son su hijo, la mujer de su hijo, sus nietos, bisnietos y un hermano que está por los 90 años.
Le gusta vivir en Florida, Nueva York y otros lugares. Dondesea que esté Davidel intenta seguir igual hasta que termine su nuevo contrato con Hashem – vivir una vida de “Torah, servicio y bondad.”

 

Nro 369 Sivan del 5765 - Junio de 2005

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