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Hay una expresión conocida en hebreo que significa: “Es imposible creer lo que se contó.” Por otro lado es increíble que hemos llegado a una situación en la cual algunas personas están intentando hacernos creer que algo que realmente sucedió y fue presenciado por tantas personas, nunca ocurrió. Me refiero al Holocausto.
Desde la destrucción del Templo Sagrado, desde las catástrofes que ocurrieron a Klal Israel durante las generaciones de la oscura Galut, aun no hemos encontrado la forma de describir lo que ocurrió en el Holocausto. Estamos viviendo ahora en una generación que vio con sus propios ojos el terrible Holocausto. Al mirar las fotos de aquellos tiempos, es imposible comprender cómo sucedió esto.
Podemos aprender de lo que nosotros los judíos somos instruidos para recordar: “Zajor et asher oso lejo Amalek.” “Recuerda lo que Amalek te hizo”. En base a esto, podemos decir: Recuerda lo que los realizadores del Holocausto le hicieron a los seis millones de judíos.
Es muy difícil creer que incluso en nuestra generación que atravesó el Holocausto, hay elementos que intentan negar que el Holocausto ocurrió o por lo menos tratan de minimizarlo. Nos sorprende que seres humanos tienen la “jutzpa” de negar el Holocausto.
Parecería ser que últimamente los que odian a los judíos llegaron a la conclusión de que a pesar de que el Holocausto ocurrió hace cincuenta años, es difícil negarlo por completo porque aun hay personas que pasaron por él. Incluso en nuestra generación hemos vivido por este terrible Holocausto y los seis millones de judíos está gravado en nuestras mentes y no da descanso a nuestros corazones. Como esta gente que odia a los judíos comprende que no pueden negar que ocurrió, cambiaron la estrategia y están intentando minimizarlo. Están intentando recortar la cifra de seis millones e intentan describir el número de víctimas del Holocausto en uno o dos millones de personas.
Estos grupos van a los campos de muerte, que funcionan hoy en día como museos e intentan llevarse pruebas para borronear los hechos, borrar y minimizar la realidad. Van a estos lugares y en una sala donde hay zapatos y ropa de las víctimas del Holocausto, sacan algunas para que parezca que menos gente murió en el Holocausto.
Por ejemplo, había un cartel a la entrada del campo Majdenak que decía que cuatro millones de judíos murieron con terrible crueldad. Durante la última década el cartel fue cambiado y ahora dice “un millón y medio”.
Con esta situación que se ha desarrollado últimamente, de negar o minimizar el terrible Holocausto, debemos hacer grandes esfuerzos para que no sea olvidado. ¿Cómo puede olvidarse? Además, recordando al mundo sobre el Holocausto puede abrir sus ojos a los peligros que podrían pasar.
Lamento decir - y dudo al mencionarlo - que debemos temer que los esfuerzos de los que quieren negar el Holocausto son el resultado de su deseo inconsciente, de que vuelva a suceder.
Por eso, no olvidemos lo que el pueblo judío debe recordar: “Zejor et asher oso leja Amalek.” “Recuerda lo que te hizo Amalek.”
De Amalek a Hitler iemaj shemam, ahora queda un sólo propósito - no olvidar lo que sucedió. Despertemos ante este problema que se ha vuelto serio últimamente. Aquellos relacionados con el importante trabajo de la Conferencia de Reclamos deben prestar su completa atención para ver qué se puede hacer, y qué se debe hacer para memorizar a las víctimas del Holocausto.
Nosotros los judíos decimos en la plegaria de “Av Harajamim”: “Y El vengará la sangre de Sus servidores que fue derramada.”
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