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Un nuevo informe de la Liga Anti Difamación demuestra que hubieron 1.557 incidentes antisemitas en el 2003, un poco menos que el año anterior, y bastante menos que el nivel de incidentes alcanzado en el 1994, de 2.066.
La auditoría anual categoriza a los ataques antisemitas como hostigamiento - amenazas o ataques físicos - o vandalismo, incluyendo ataques sobre instituciones comunitarias judías,, como cementerios y sinagogas.
En el 2003, el 40 por ciento de los incidentes antisemitas fueron categorizados como vandalismo, un aumento de un 18 por ciento en relación al año pasado, mientras que los casos de hostigamiento bajaron un 9 por ciento.
Los estados que más población judía tienen, más sufrieron de los incidentes, comenzando por Nueva York.
El ataque de Indiana, sobre el cual el vocero del FBI dijo que aun sigue bajo investigación, encabezó la lista de los ataques violentos, incluyendo una botella Molotov arrojada sobre una sinagoga en Allentown, Penn.
A pesar de que un solo ataque ya es mucho, existe un abismo entre la percepción de inseguridad de los judíos norteamericanos y la realidad, dijo Jonathan Sarna, un historiador y científico social de la Universidad de Brandeis.
Por un lado está el miedo al antisemitismo de los judíos norteamericanos. Un estudio del Comité Judío Norteamericano del año 2003 descubrió que el 37 por ciento de los judíos consideran al antisemitismo como un problema muy serio; el 60 por ciento dice que es “algo” problemático; el 39 por ciento creen que el antisemitismo subirá nuevamente.
Las reacciones a la reciente película de Mel Gibson reflejó esta preocupación, acusando de que la película trafica estereotipos antisemitas.
Por otro lado, están los científicos sociales judíos y los profesionales de la comunidad quienes insisten que la atención y los recursos deben virar del combate en contra del antisemitismo a las preocupaciones por los matrimonios mixtos y la necesidad de promover la educación judíos y la construcción de una identidad.
La mayoría de los incidentes antisemitas fueron cometidos por hombres blancos, neo nazis o skinheads (cabeza rapadas).
Este fue el patrón en el sur de California, donde Lawrence Baron, un profesor de la Universidad del Estado de San Diego, dijo que la mayoría de los incidentes antisemitas de la década pasada fueron cometidos por adolescentes contagiados por el odio neo nazi.
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