Muchas personas encuentran difícil hacer dieta. En verdad, la tradición judía encontró que todo el asunto relacionado con la comida está lleno de obstáculos y oportunidades. La hora de comer es llamada en la literatura judía “la hora de la guerra”; la palabra en hebreo para guerra - miljamá - tiene la misma raíz que lejem - pan. El comer debe ser un acto mediante el cual nos elevamos a través del pensamiento, el habla y la acción. En el reino del pensamiento, debemos ver a la acción de comer como un acto mediante el cual cumplimos con la voluntad de D’os. En el reino del habla, decimos una bendición sobre la comida, y en el reino de la acción, comemos con cuidado y apreciamos la benevolencia de D’os.
En la porción de esta semana, Sheminí, se muestran las diferencias entre animales casher y no casher. La Torá dice que para que un animal sea casher debe ser rumiante y tener pesuñas partidas. El ser rumiante implica que el animal debe masticar y digerir el alimento varias veces. La tradición judía ve esto como una alusión a la necesidad de ver y examinar las acciones de uno varias veces, un procedimiento que se encuentra en el corazón mismo de la rectitud. La pesuña partida, así como aparece en la pata, enfatiza la necesidad de la persona de ser completa desde la cabeza hasta los pies.
En contraste a la entereza de un animal casher, hay cuatro animales - el camello, el cerdo, el shafán y el arnevet (la identidad de los dos últimos animales no es conocida con exactitud hoy en día) - que son señalados en la parashá de esta semana porque ellos poseen sólo una de las señales para que el animal sea casher. El camello representa el orgullo, el cerdo - la hipocresía, el shafán - la idolatría y el arnevet - la estrechez de mente.
Por otro lado, los peces son vistos como las especies más sagradas. A diferencia de otras especies que, incluso en su manifestación casher necesitan algún tikún (rectificación), el pez no lo necesita. El pez no necesita ser ritualmente matado, ni se necesita sacarle su sangre así como los otros animales de la tierra lo necesitan. Más aún, el pez no fue afectado por el diluvio de la época de Noaj. Mientras que los animales terrestres estuvieron involucrados en la bestialidad antes del diluvio, los peces mantuvieron su pureza y es por eso que fueron salvados.
El símbolo del pez representando la pureza también puede ser encontrado en la literatura cabalística en la cual es usada para simbolizar al tzadik - persona recta y justa. Muchas personas son culpables de usar mal el regalo de la visión, mirando escenas que podrían evitar observar. En el entendimiento cabalístico, la forma anatómica del párpado es una alusión a la necesidad de cerrar nuestros ojos y evitar mirar ciertas situaciones incorrectas. Sin embargo, el tzadik cuida su comportamiento evitando intuitivamente esas situaciones, y realmente no necesita esta medida de seguridad. Es por eso que está simbolizado por el pez, una especie que no tiene párpados.
La Torá también hace diferencia entre los peces casher y no casher. Para que un pez sea casher tiene que poseer espinas y escamas. Las fuentes explican que estos elementos pueden ser comparados con las coronas que están sobre el pez, atestiguando el elevado estatus espiritual del pez casher. Más aún, estos peces tienden a nadar cerca de la superficie, en las extensiones del océano, donde las aguas son más puras.
Está claro que la tradición judía ve al acto de comer como una oportunidad para elevar el comportamiento de uno a un nivel superior. ¿Por qué no hacer de la comida - y la dieta - un verdadero acto sagrado?!
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